Joan Laporta respira. El presidente del FC Barcelona ha logrado el apoyo de los socios compromisarios a su propuesta para reformar los estatutos y ganar flexibilidad en el cumplimiento de ratios financieros. Ahora, el máximo dirigente podrá dejar “provisionalmente en suspenso y sin efectos, hasta la restitución del patrimonio neto positivo” el artículo 67. Es decir, cuatro años de margen para no tener que dimitir por incumplir ratios financieros imposibles en tiempos pandémicos.

Se trata del artículo que recoge la obligación de dimisión de la junta directiva en caso de acumular dos ejercicios con pérdidas o dos años con un ratio de endeudamiento superior a multiplicar por dos el ebitda.En la votación, la junta obtuvo el apoyo de 265 socios en este punto, el rechazo de 54 socios y el voto en blanco de 28 socios.

La introducción de esta disposición transitoria responde al contexto económico actual, como consecuencia de las pérdidas registradas y su deuda en el momento de aprobarse las cuentas de 2020-2021. Esa temporada la cerró con unos números rojos de 481 millones de euros, y lo que propone la junta es no dimitir si no cumple el compromiso si no se cumplen los ratios financieros a lo que obligan los estatutos en la actualidad. El compromiso es eliminar esta disposición transitoria en cuanto se consiga reestablecer el patrimonio neto, previsiblemente en cuatro años.

Otro de los cambios que se proponen es ampliar de 21 miembros hasta 25 integrantes la junta, lo que permitiría incorporar nuevos miembros para cubrir los avales, que ascenderán a una cifra cercana a los 120 millones de euros en este ejercicio. Tras resultar vencedor en las elecciones, Joan Laporta ya tuvo problemas para reunir el importe solicitado.

La reforma de estatutos también propone reducir los mandatos, de seis a cinco años, aunque una vez finalice el que inició Laporta con su equipo antes del verano. Así, se adapta el texto a lo dispuesto en el Libro Tercero del Código Civil de Cataluña. También se plantea que las peñas puedan tener personalidad jurídica propia y ser reconocidas por el club, en lugar de tenerse que agrupar en federaciones territoriales que a su vez formen parte de la confederación mundial de peñas.

Por otro lado, será posible que los aficionados puedan convertirse en socios del club vía online, y no sólo presencialmente. De este modo, la entidad busca flexibilizar los métodos de adhesión al club que, al ser presencial en la actualidad, supone un trato “discriminatorio para aquelos interesados que vivan fuera de Barcelona o tengan problemas de movilidad, además de causar daños al club tanto económica como socialmente”.