El FC Barcelona necesita recortar los gastos en 165 millones de euros respecto a 2019-2020, y la única partida donde realmente puede lograrse ese ajuste es en la de nóminas deportivas. Sin embargo, el primer equipo y el filial de fútbol tienen previsto enviar este lunes un burofax al club en el que se muestran su oposición al nuevo recorte salarial que se les pide para 2020-2021.

Tan solo hay tres jugadores de la plantilla que se han negado a firmar y estarían más predispuestos a negociar, entendiendo la delicada situación económica por la que atraviesa el club. Según Catalunya Ràdio, se trata de Marc-André Ter Stegen, Clement Lenglet y Frenkie de Jong.

Entre las razones para oponerse por parte del vestuario está el hecho de que la junta directiva pretende negociar los recortes en una única comisión negociadora, en la que estarán representados tanto el personal deportivo como el administrativo. Según Sport, los jugadores rechazan sólo tener un voto sobre trece en esa mesa.

El citado rotativo añade que el club pretende proponer el cobro en diferido del ajuste que se les proponga, de modo que puedan cobrar lo adeudado a medida que mejoren los ingresos ordinarios. El interrogante es qué sucedería en caso de que un jugador abandone la entidad blaugrana antes de haber cobrado lo que perdone para esta temporada.

Uno de los problemas que ni el Covid-19 ha permitido aplacar de forma directa es el creciente gasto de la masa salarial. El objetivo para 2019-2020 es que sueldos y amortizaciones de fichajes se situara en 642 millones de euros, pero los datos revelados por Moix desvelan que finalmente esa cifra iba a irse a 679 millones. Al final, los acuerdos con los vestuarios permitieron dejar el coste en 636 millones. Es decir, que el ajuste fue apenas del 6,3%, frente al 10% que, por ejemplo, logró el Real Madrid.