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El voto de censura contra Bartomeu pasa el corte y deberá convocar un referéndum

La mesa ha validado ya más de las 16.521 firmas necesarias para la convocatoria de la consulta que podría acabar antes de lo previsto con el mandato de Josep Maria Bartomeu.

fc barcelona mocio

El voto de censura ya es una realidad. La mesa que está regulando el correcto recuento de las firmas contra la continuidad de Josep Maria Bartomeu -y su junta directiva- al frente del FC Barcelona ha validado ya más de las 16.521 firmas necesarias que eran necesarias para la convocatoria de una votación en la que los socios decidirán si quieren continuar o no con la actual junta a los mandos del club barcelonista.

En total, la plataforma que promovió este referéndum, Més que una moció, presentó en el club 20.687 firmas para cumplir con holgura con los avales necesarios que permitan la puesta en marcha de la consulta vinculante. A esta plataforma, en la que toman parte ocho asociaciones o grupos barcelonistas, se adhirieron tres precandidatos a las elecciones presidenciales, Víctor Fon, Jordi Farré y Lluís Fernández Alà.

La validación de las firmas necesarias para el plebiscito, el 15% de la masa social con derecho a voto, se ha producido con casi dos días de antelación a la fecha límite para el recuento, impuesta para este viernes, siguiendo con los estatutos del Barça.

Si Bartomeu no dimite antes, la junta directiva estipulará un día, que sería probablemente en la segunda mitad de octubre, para la votación, en la que deberán mostrarse a favor del cese de la junta al menos un 66% de los socios participantes. Ahora bien, según consta en los estatutos, tan sólo se daría por buena la votación en caso de que el número de personas que voten en ese sentido equivalgan al 10% de la masa social con derecho a voto. A partir de ahí, el presidente deberá convocar unas nuevas elecciones.

El calendario no es baladí, puesto que de eso dependerá quién presenta las cuentas anuales a la asamblea de compromisarios, que está prevista para el 25 de octubre. Bartomeu quería poder afrontar esa reunión y dejar encarada la reestructuración de 2020-2021 antes de convocar a las urnas el próximo marzo. Sin embargo, esa decisión corresponderá ahora.

El club ha cerrado 2019-2020 con unas pérdidas de 97 millones de euros debido al impacto del Covid-19, y deberá recortar 165 millones de euros de gasto para evitar los números rojos en 2020-2021. La junta ha presentado una liquidación del último año en el que los ingresos de explotación retrocedieron un 18,3% interanual, de 1.047 millones a 855 millones de euros, mientras que el recorte del gasto sólo fue del 5,2%, pasando de una previsión de 1.007 millones a 955 millones de euros. Es decir, que la facturación retrocedió a niveles previos a 2017-2018, pero los gastos se mantuvieron a la altura de 2018-2019.

 

Los precedentes de la moción de censura

La primera moción de censura de la historia del Barcelona la presentó la plataforma Elefant Blau en 1998 contra Josep Lluís Núñez, en lo que sería el trampolín años después para Joan Laporta. Se recogieron las firmas necesarias, pero los promotores se quedaron en sólo un 35,5% de los votos favorables a expulsar al entonces presidente, frente al 66,6% que entonces ya se pedía.

Las dos siguientes, una impulsada por Iván Carrillo y la otra por Ramón Fusté y Lluís de Val, fueron contra Joan Gaspart y tuvieron lugar entre finales de 2002 y principios de 2003. Ninguna de ellas consiguió llegar al referéndum, pero acabaron forzando la dimisión del presidente azulgrana, recuerda Efe.

Oriol Giralt en 2008 fue el impulsor de la cuarta, precisamente contra Laporta. La iniciativa reunió 9.473 firmas de las 5.882 necesarias (entonces todavía solo era necesario el 5% del censo electoral) y en la votación un 60,6% de los socios se decantó a favor de la moción. El presidente siguió en el poder, pero le dimitieron ocho directivos.

La quinta se presentó contra Sandro Rosell y los impulsores fueron Jordi Cases y Joan Arnés, que acabaron tirando la toalla ante la imposibilidad de reunir las 18.000 firmas necesarias que los nuevos estatutos pedirían al incrementarse del 5 al 15% el porcentaje necesario del censo de socios que debían apoyar la moción para llevarla a referéndum. La última moción de censura fue la que impulsaron el dos veces candidato a la presidencia del club, Agustí Benedito, y su mano derecha, Lluís Geli, durante el verano del 2017.

Esta acabó en los juzgados a causa de que los impulsores y el club tuvieron discrepancias respecto si los sábados entonces eran días hábiles o no para recoger firmas. Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia Número 34 de Barcelona falló en setiembre de 2019 a favor de Benedito, quien había pedido la nulidad de los plazos del voto de censura. La sentencia concluyó que los sábados no eran días hábiles.

El intento de destituir a la junta directiva de Josep Maria Bartomeu no llegó a buen puerto porque Benedito y Geli tan solo consiguieron 12.504 de las 16.570 firmas necesarias. Aunque estas fueron destruidas por los impulsores antes de ser entregadas al club y no pudieron ser oficializadas.

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