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La Federación Internacional de Pádel carga contra el WPT y pide apoyo al COI

La FIP afirma que tras “un periodo de colaboración limitada, hemos constatado que sus objetivos no pueden coincidir con nuestro objetivo de que este deporte crezca”. Además, sostiene que los jugadores del circuito no están contentos con el WPT.

Luigi Carraro

La tensión entre la Federación Internacional de Pádel (FIP) y el World Padel Tour (WPT) continúa al alza tras un periodo de relativa calma. En un momento en que el dueño del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, está en negociaciones con la Federación para sumar apoyos y lanzar un nuevo circuito de pádel en paralelo al WPT, el organismo presidido por Luigi Carraro ha cargado contra el circuito profesional y ha pedido al Comité Olímpico Internacional (COI) “su apoyo y orientación”.

En concreto, Carraro ha enviado una carta a Christophe De Kepper, director general del COI, para informarle de la situación y sumar su respaldo. En su misiva, el presidente de la FIP asegura que el WPT opera en régimen de monopolio, pues tiene un contrato de exclusividad hasta 2023 con los mejores jugadores del circuito, a los que impide disputar cualquier otro circuito que no esté organizado por la dueña de la competición, Setpoint Events. “Los jugadores no están nada contentos con esta condición de exclusividad”, asegura Carraro.

De hecho, en los últimos meses se ha creado la Professional Padel Association (PPA), presidida por el jugador Alejandro Galán, ha expresado su malestar con el circuito profesional. “WPT ha tenido numerosas oportunidades -durante meses, si no, años- de presentarnos una propuesta sólida y digna con el colectivo de jugadores; oportunidades que nunca han sabido aprovechar como demuestran sus desafortunados intentos de renovación durante este pasado año 2021”, apuntó en un comunicado días atrás el presidente, cuyo sindicato ha alcanzado un acuerdo con el proyecto qatarí.

“Después de un periodo de colaboración limitada, hemos constatado que los objetivos de una entidad privada sin ningún vínculo ni una colaboración estrecha con la Federación -que se encarga de organizar circuitos 100% privados externos a la actividad oficial de nuestra Federación, y en régimen de monopolio en cuanto a la participación de los mejores jugadores- no puede coincidir con nuestro objetivo como Federación de conseguir que nuestro deporte crezca de la mejor manera posible en todo el mundo”, explica Carraro en la carta.

Por ello, el directivo admite haber llegado a la conclusión de que la FIP debe hacerse cargo de la organización de la actividad del pádel. ¿Cómo? Sumando apoyos de “otras entidades público o privadas y de instituciones que comparten nuestros objetivos”, afirma. Es algo que Carraro asegura estar en proceso de conseguir, pues ya está en conversaciones con el propietario del PSG, que pondría los recursos económicos necesarios para crear un nuevo circuito que cuente con el visto bueno de la Federación.

 

El negocio del World Padel Tour

Asimismo, el directivo señala que el WPT solamente organiza “eventos en las áreas más desarrolladas del mundo, donde el pádel goza de popularidad, como en España, donde se organizan entre el 80% y el 90% de los torneos a fin de maximizar sus beneficios y las oportunidades de negocio”.

La cifra de negocio de la gestora del campeonato se situó en 4,65 millones de euros en 2020, tras caer un 50% sus ventas por la suspensión de torneos, la ausencia de citas internacionales y el cierre de gradas. Esto le generó un déficit de 1,7 millones, un 41% menos interanual. Desde 2014, el circuito acumula unas pérdidas acumuladas de 12,5 millones. La entrada de su nuevo socio, Rucio Investments, aportará recursos para alcanzar la sostenibilidad. La contención del aumento de los números rojos, pese al descenso de los ingresos fue posible por los menores gastos en que incurrió una temporada sin público en las gradas, menos torneos y menos viajes al no haber pruebas internacionales.

Sólo se mantuvieron estables los gastos de personal, con 1,5 millones, pero en aprovisionamientos se ahorraron tres millones y el resto de gastos de explotación se recortaron a la mitad, con 1,9 millones.

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