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El Godó tira de tecnología y VIP para recuperar 10 millones de ingresos pese a la ausencia de Nadal

La taquilla generará más negocio en esta edición que antes de la pandemia. El torneo ha invertido 2 millones de euros para habilitar la infraestructura necesaria que impulse su negocio de ‘hospitality’, lo que elevará el ticket medio de la cita.

Barcelona Open Banc Sabadell 2021. Fotografía de Manuel Queimadelos
Barcelona Open Banc Sabadell 2021. Fotografía de Manuel Queimadelos

El Barcelona Open Banc Sabadell cambia de cara tras la pandemia, con un claro foco hacia la digitalización y la sostenibilidad de la cita. El torneo, considerado uno de los mejores ATP 500 del calendario, ha elevado su presupuesto de gasto por encima de niveles precovid, con la inversión de dos millones de euros en infraestructuras y un objetivo de ingresos que se acercará a los 10 millones de euros para organizar el evento. “Queremos que el dinero esté en la pista para ser el mejor ATP 500 de la ATP”, explica a 2Playbook Xavier Pujol, CEO de Ficosa y de esta competición tenística, que repartirá 2,8 millones de euros en premios, un 7,6% más que antes de la pandemia.

Más gasto, pese a que los ingresos se prevé que continúen entre un 5% y un 7% por debajo de 2019, cuando la cita movió alrededor de 13 millones de euros de negocio. El motivo por el que se destinará más recursos es el regreso del público a las gradas. Las limitaciones de aforo en 2021 impidieron al Real Club de Tenis de Barcelona y a su socio en la organización, Tennium, impulsar todo su plan estratégico, algo que este año sí podrá llevarse a cabo. Photocall virtual, más zona VIP, música en directo, nuevos espacios de restauración, área lúdica… El Godó busca renovar su imagen y espera contar entre 85.000 fans y 95.000 asistentes, dejando en Barcelona un impacto económico de entre 50 millones y 60 millones de euros.

“Queremos ser un torneo boutique, exclusivo, próximo y personalizado para que todo el mundo que venga, sea cual sea su perfil, se sienta especial”, añade Pujol. Uno de los retos es mantener esa exclusividad en un evento que el año pasado sólo pudo jugarse con 1.000 espectadores diarios, un 12% del aforo total de las pistas del club. Ello ha obligado al club a ganar espacio creando un Village (área de hospitality para las marcas) más amplio. Así, la edición de 2022 generará más negocio por la venta de entradas que 2019, y supondrá un 20% del negocio total del torneo.

El Barcelona Open Banc Sabadell tiene la segunda bolsa de premios más elevada del calendario ATP 500, sólo por detrás del torneo de Dubái

Además, se habilitará la fila 0, una hilera de butacas a pie de pista que recibe el nombre de VIP clay prestige, con un precio de hasta 390 euros la entrada durante semifinales y la final. Estos asientos se situarán en el lateral, frente a los jugadores y al juez de silla. A cierta altura sobre la pista, están los palcos VIP, que se comercializan a entre 120 euros y 200 euros para los últimos días de competición. El abono para ver todo el campeonato oscila entre 320 euros y 560 euros, en función de la ubicación del asiento.

“Hemos segmentado muy bien los ingresos por ticketing, con la creación de la fila 0, el paquete ejecutivo y la zona hospitality para los espónsors”. La idea es que asociarse al torneo suponga una experiencia que va más allá de ver tenis, y que permite establecer relación entre las marcas y sus invitados, sean clientes, socios o empleados. Buena parte de los dos millones de euros invertidos por el club para esta edición han ido a parar a infraestructura, a dotar de más espacio la zona de el Village, el tradicional punto de encuentro de la élite empresarial de la ciudad durante la semana del Godó.

La zona de hospitalidad está diseñada por el club, Tennium y los patrocinadores. “Hemos segmentado toda la infraestructura dirigida a este segmento VIP: con un espacio dividido en dos plantas, con una terraza con área de restauración en que los espónsors pueden estar con sus invitados estableciendo relación”, describe. También se le habilitará una sala de juntas para que puedan organizar reuniones y presentaciones de producto o servicio y otro rooftop en la zona de pádel. “Para mantener la exclusividad y la comodidad de todos debíamos contar con más espacio”, admite Pujol.

El público que no tenga pases VIP podrá acceder a la fan zone. En comparación con los años anteriores, en los que el torneo estaba gestionado por IMG, desaparecen los espacios dedicados a la venta de producto para habilitar contenedores VIP de restauración, photocall virtual con los jugadores, pantalla interactiva para jugar a tenis virtual, espacios lúdicos para el público familiar como minitenis y música en directo. “Buscamos que haya mucha interacción con el aficionado; la media de gente que viene está en el club durante 5 horas, y queremos que no sólo esté viendo tenis”, afirma.

Todos estos cambios dirigidos a los asistentes representarán una quinta parte del negocio total. La otra mitad, un 53%, la aportan los patrocinadores. Ahí tienen un papel relevante Banco Sabadell, title sponsor del torneo junto al Ayuntamiento de Barcelona. La entidad financiera aporta en torno a un millón de euros al año, por los 825.000 que factura el torneo del consistorio barcelonés.

También están la Generalitat de Catalunya, que aporta 350.000 euros; Emirates, que es el único espónsor del torneo aportado por la ATP; Orange, como socio de tecnología; Mapfre; Cepsa; Estrella Damm; Dunlop como bola oficial de la cita; Lacoste; Font Vella; Isdin; el cava Vilarnau y Cupra, que juega un papel relevante como socio de movilidad y sostenibilidad, además de tener una fuerte visibilidad de marca.

El negocio audiovisual supondrá el 27% restante de la facturación, a través de los acuerdos que ATP tiene en España con Movistar+, a lo que se suma la emisión de los encuentros por TVE y TV3, como media partners de la cita. Todos los partidos podrán seguirse en abierto, en directo y por streaming. Otra de las novedades es la electrical line call, el ojo de halcón desarrollado por la empresa catalana Foxtenn y que se incorporará este año por primera vez, pese a que no es necesario tenerlo al tratarse de un campeonato que se juega sobre tierra batida.

El torneo también lazará una app para seguir toda la información de los partidos a tiempo real, generar experiencias digitales, phygital, streamings… Inspirado en el juego Pokemon Go, se lanzará el Godó Go, un juego interactivo para los fans, que podrán ganar premios ofrecidos por los espónsors. La idea de fondo es promover la adquisición de datos de los aficionados para entender mejor sus necesidades, pero también ofrecer un espacio de activación para los patrocinadores más allá de la semana del torneo.

Para acercarse al resto de clubes de tenis de Cataluña, por primera vez se ha organizado el Godó Sub’14 masculino y femenino, cuyas finales se jugarán durante la semana del torneo profesional. La fase final ha contado con 256 participantes repartidos en cuatro sedes: el Club Tennis la Salut (Barcelona), el CT Girona, el CT Reus y el CT Lleida. Es un proyecto que se ha llevado a cabo con el apoyo de la Federación Catalana de Tenis. “Movió a 1.000 personas, entre jugadores, familias y la organización; ahora queremos arraigarlo a Cataluña y exportarlo fuera”, afirma Pujol, consciente del impacto social y económico de este tipo de citas.

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