La Federación Internacional de Tenis (ITF) suma apoyos de renombre para garantizar que la Copa Davis salga adelante tras la ruptura con Kosmos. Para ello, ha sumado fuerzas con los cuatro Grand Slams del calendario: el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, publicado por la junta formada por estos cuatro torneos, se ha afirmado que “proteger la herencia del deporte y salvaguardar las competiciones de equipos importantes como la Copa Davis y la Copa Billie Jean King es una prioridad para la comunidad mundial del tenis y atraerá toda la atención de los Grand Slams”. La junta ha añadido que estos torneos apoyarán a la Copa Davis, “reconociendo su importancia histórica y su importante papel en el creciente compromiso con nuestro deporte en todo el mundo”.
En esa lucha por garantizar el futuro de un torneo centenario, también se hará extensiva la invitación a la ATP, el circuito masculino profesional. “Creemos que existe la oportunidad de entablar más relaciones con la ITF y la ATP sobre el futuro de la Copa Davis con la ambición de verla reconvertida en un evento principal con un formato óptimo y un lugar en el calendario que beneficie a los jugadores, los fans y el deporte en general”, ha añadido la junta. Por su parte, la ITF ha comunicado que espera “tener más conversaciones” tanto con los Grand Slams como con la ATP para garantizar la celebración de la Copa Davis durante 2023.
La ITF abre la puerta a los grand slams y a la ATP para garantizar el futuro de la Copa Davis
Todo ello, después de que la Federación y Kosmos anunciaran el fin de una alianza por la que la empresa de Gerard Piqué organizaba y explotaba la competición a cambio de un fee anual de 40 millones. Al no alcanzar un acuerdo para reducir este canon anual, las partes renunciaron a seguir trabajando juntas, poniendo fin a un acuerdo que era de 25 años de duración.
Cabe recordar que hace un mes la ITF, Kosmos Tennis y la ATP dieron a conocer un acuerdo para trabajar de manera conjunta, de modo que la Copa Davis entrara dentro del calendario de la ATP. Así, los jugadores no tenían que elegir entre jugar con su selección o renunciar a ello para competir en torneos del circuito masculino. Como parte de este acuerdo, se abría la puerta a la posibilidad de que se pudieran llegar a acuerdos comerciales conjuntos.
Ahora, la ITF busca mantener esa unidad, aunque ya sin Kosmos como socio. En la actualidad, las partes están inmersas en una batalla legal. Por un lado, la gestora presidida por Gerard Piqué ha acudido al Tribunal del Arbitraje del Deporte (TAS) para denunciar “la terminación injustificada del contrato por la Copa Davis y por los daños y perjuicios provocados”.
Por otro lado, la ITF también está preparando una denuncia contra Kosmos Tennis por daños y perjuicios, tal y como adelantó 2Playbook. Si bien la Federación Internacional de Tenis ha rehusado hacer comentarios al respecto por motivos de confidencialidad, sí ha declarado que se ha asegurado los fondos contingentes para garantizar que la Copa Davis en 2023 se organiza según lo previsto.
Las contingencias financieras a las que hacía referencia la ITF es al desbloqueo de un pago de 25,4 millones de dólares abonado por la empresa de Gerard Piqué, y del que la ITF sólo podía disponer en caso de incumplimiento de contrato o rescisión, según consta en la memoria anual del organismo. La ejecución de ese aval, ahora, podría venir acompañado de una reclamación por los problemas que pueda suponer la ruptura de cara a la organización de las finales de la Davis en 2023.
De hecho, varias fuentes del sector apuntan a que el importe de la denuncia podría elevarse hasta 60 millones de euros, pues en el contrato entre Kosmos y la ITF estaba estipulado que la empresa de Gerard Piqué debía pagar 36 millones de euros de canon por organizar la edición de este año.
