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LaLiga, menos aforo que Inglaterra, pero más que Portugal: así es la vuelta del público al fútbol

Entre las grandes ligas, sólo la Premier y la Ligue-1 han arrancado con un 100% de capacidad. En la Bundesliga y la Serie A permiten un 50%, mientras que en el fútbol luso el tope se ha fijado en el 33%. En Israel, en cambio, no hay restricción alguna.

Manchester United Premier público estadio 2021 2022

España tiene un 65% de la población vacunada. Prácticamente, dos terceras partes del país ha recibido la pauta completa, y tres cuartas partes tiene, al menos, una dosis en su cuerpo. Sus porcentajes son los más altos entre los grandes países europeos, mejorando el 60% de Reino Unido; el 58% de Alemania e Italia, y el 56% de Francia. Sin embargo, en el fútbol, este pasado fin de semana se pudo ver más gente en sus estadios que en los de LaLiga. Algunos clubes, incluso, han colgado el cartel de no hay billetes. Ahora bien, en Portugal sólo han podido volver uno de cada tres aficionados. Nunca llueve a gusto de todos, aunque el conservadurismo ibérico sí ha quedado aislado como un modelo extraordinario, por inusual, en el fútbol europeo para dar de nuevo la bienvenida a la afición -y el negocio que genera- año y medio después.

De las cinco grandes ligas, Premier League y Ligue-1 cuentan con luz verde para contar con el aforo completo (con algunas condiciones en el caso francés), mientras que la Bundesliga y la Serie A han abierto sus estadios al 50% obligando a enseñar su pasaporte Covid, en el caso del país transalpino, o con un máximo de 25.000 espectadores en el fútbol alemán. En tierras bávaras, el campeón Bayern de Múnich se ha visto obligado a ser algo más conservador y a fijar su límite de aforo en 20.000 personas, un 35% del total.

Buena parte de las ligas europeas han apostado por la media entrada. Estos son los casos también de Rusia, Turquía, Serbia, Polonia y Eslovaquia, según un informe de European Leagues, la patronal de las ligas nacionales del Viejo Continente. En juego, un negocio de 3.300 millones de euros que desapareció totalmente en 2020-2021 tras el ajuste inicial de 2019-2020 y que aún este año no podrá recuperarse en su totalidad. Justo antes de la pandemia, esta pata del negocio aportaba el 14% de los ingresos totales de los clubes de las 15 principales ligas europeas, según datos de la Uefa.

Otros países que han elaborado un plan de retorno del aficionado entre el 50% y el 100% son Grecia (80%, con un máximo de 25.000 espectadores), Rumanía (75%, con opción al lleno siempre que el incremento se realice con personas vacunadas) y Ucrania, que permite un 66% de aforo en sus estadios, salvo los que se ubican en la denominada zona roja. La Eredivisie neerlandesa también acepta dos tercios de la capacidad de sus estadios.

Después se encuentran ligas que han proyectado planes algo complejos. Noruega es un claro ejemplo: un máximo del 50% o hasta 7.000 espectadores si todos -lo especifican en mayúsculas- los espectadores tienen una prueba negativa (hecha menos de 24 horas antes del partido) o un pasaporte Covid válido.

La novena de países con estadios con el estómago lleno

Por último, más allá de Reino Unido y Francia, otros siete países disfrutan en este arranque de 2021-2022 con un 100% de aforo. En esta lista están Austria, República Checa (presentando pasaporte o test Covid), Dinamarca (pasaporte Covid), Letonia (pasaporte Covid), Lituania (manteniendo distancia social) e Israel que, directamente, habla de “ninguna restricción”.

Sin duda, la liga israelí es la que vive en una nueva normalidad, con una aparente seguridad de que no habrá nuevas olas ni recaídas de la pandemia. En otros países, como Francia, se deja un asterisco sobre posibles rebrotes y elecciones de los departamentos y regiones para poder tomar decisiones inmediatas que cambien estas medidas de aforo.

En Portugal, además de contar sólo con un 33% de aforo máximo -aunque mejoran las capacidades de algunas comunidades autónomas españolas como Euskadi o Cataluña-, sus aficionados deberán presentar un certificado Covid o un test negativo (con máximo de 24 horas de vigencia) para entrar en los campos de fútbol, ese lugar que se parece ya algo más a lo que siempre fue, pero continúa siendo mucho menos de lo que debería ser: una olla en ebullición.

 

La fuerza de los abonos y el ‘golpazo’ a las grandes ligas

Otro aspecto a remarcar en la vuelta del público a las gradas de los estadios es su influencia directa y notoria en la economía de los clubes profesionales. La Uefa ha analizado todas las Primeras Divisiones del fútbol europeo y, en su conjunto, los abonos representan el 44% de los ingresos por ticketing de los clubes.

Esto da buena cuenta de la importancia de esta área del negocio y de cuánto puede significar el aumentar o disminuir el porcentaje de aforo permitido. Por países, el regulador europeo destaca como los más dependientes de la cuota del abonado a los clubes turcos, portugueses y escoceses.

Eso sí, si se trata de millones, nadie perdió más ingresos por matchday que las cinco grandes ligas. LaLiga, la Premier, la Bundesliga, la Serie A y la Ligue-1 se dejaron, en su conjunto, 500 millones de euros por el cierre de los estadios sólo en 2019-2020, un curso al que la pandemia afectó en su segunda mitad de campaña.

La Bundesliga fue la competición que más negocio cedió, 157 millones de euros, debido a la gran afluencia de público que acumulaba antes de la Covid. LaLiga fue tercera, con 101 millones.

Para el cierre de 2020-2021, la disputa de la temporada completa sin aficionados en las gradas le podría suponer una pérdida de 2.000 millones de euros en ingresos al Big-5 europeo, según el último estudio Football Benchmark elaborado por Kpmg.

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