Publicidad

La LVP regulará las plazas de Superliga de LoL y saca a la venta la de G2 tras romper con Arctic

El club con sede en Berlín no ha renovado su acuerdo con Arctic Gaming. La LVP, por su parte, ha conseguido pactar con clubes y Riot tener la propiedad de las plazas y, en caso de futuras ventas, sacará un ‘tender’ y repartirá beneficios con los equipos.

G2 Arctic 2022

La LVP mueve ficha para regular las plazas de la Superliga de LoL. La gestora de competiciones sacará hoy a la venta un tender para buscar el equipo que sustituya a G2 tras su decisión de no continuar junto a Arctic en 2023, según ha podido saber 2Playbook. En paralelo, la LVP ha logrado un hito en las ligas regionales de esports: será la primera liga que controle todas las plazas en caso de futuras ventas, aunque estas seguirán en manos de los equipos actuales.

La LVP, Riot Games y los clubes han llegado a este acuerdo bajo el nuevo modelo de relación comercial impulsado en los últimos años. Tras las ventas del último verano, en el que hasta cuatro clubes se desprendieron de sus plazas, la gestora busca dar más estabilidad y valor a la competición y sus equipos. Los clubes actuales mantendrán sus plazas como hasta ahora y su valor de participación intacto. Es decir, la LVP no podrá influir sobre las plazas en activo. 

Lo que se reserva es el derecho a recuperar los slots cuando un equipo renuncia a seguir en Superliga, sacándola a concurso público en lugar de mediante venta privada entre dos clubes como hasta ahora. A cambio, se repartirá de forma proporcional entre clubes y gestora los ingresos que se obtengan de cada venta, como la que ahora se pone en el mercado de G2.

“Está todo alineado con Riot Games”, explica a este medio Jordi Soler, consejero delegado de la LVP. “En el momento en que un equipo no quiera estar más en Superliga, la LVP recupera la plaza. Hemos conseguido que las organizaciones entendieran la necesidad de esta medida, y será una prueba piloto para que Riot pueda implementarlo en otras ligas regionales”, avanza.

La LVP establecerá un precio mínimo, aunque Soler no desvela en cuánto se sitúa. Las últimas ventas del año pasado a clubes como KOI, Bisons, Team Heretics y FC Barcelona rondaron los 300.000 euros, según pudo saber 2Playbook. Entre otros requisitos, se pedirá un compromiso mínimo de dos años, que es cuando finaliza el acuerdo actual entre gestora y publisher para la organización de la Superliga.

LVP: “Estamos abiertos a propuestas similares a las Arctic y G2 siempre que hay un proyecto conjunto y estable”

Entre el 9 y el 15 de septiembre las organizaciones deben enviar su propuesta a la LVP. En un plazo de cinco días, la gestora enviará los requisitos que deben cumplir y, entre el 19 de septiembre y el 14 de octubre, los clubes presentarán su candidatura oficialmente. Hasta el 31 de octubre la organización valorará las ofertas y elegirá al ganador.

Los clubes que se presenten deberán cumplir una serie de requisitos mínimos. Entre ellos están un plan de negocio y financiero, otro deportivo y otro de creación de marca. Además, se valorará la reputación, teniendo un peso importante las referencias de participación en otras ligas y competiciones, experiencia o reconocimiento de personas a cargo del proyecto.

Esta fórmula es la que se podría utilizar para buscar nuevas sociedades como la de Arctic y G2 o Fnatic con Team Queso, pero Soler avisa: “Estamos abiertos a propuestas similares siempre que se demuestre que hay un proyecto conjunto y estable a medio plazo, con implicación de ambos equipos”. Esta es la fórmula en la que espera apoyarse la LVP para abrirse a nuevos mercados y clubes extranjeros, a la par que sigue potenciando las audiencias en España.

Por otro lado, a los clubes que expresen su interés se les mandará una shortlist con criterios de valoración que han sido objetivados. Una vez redactada y cumplidos estos requisitos, se pasará a la negociación económica entre LVP y clubes candidatos. Del precio final que se pague es de donde saldrá el porcentaje a repartir con el resto de clubes de Superliga. Además, a diferencia de ACB u otras ligas, el club que entra no recupera dicha inversión cuando desciende o renuncia a seguir en la liga.

Por el momento se desconoce los clubes que presentarán su candidatura al proceso. Aún queda por resolver la fase de ascenso, que se disputará entre el 12 y el 23 de septiembre. En ella, Case y Guasones se jugarán la plaza contra los dos equipos que juegan la relegation, Ucam Tokiers y MAD Lions. Ambos clubes, junto con Rebels Gaming (el club de David De Gea) ya intentaron hacerse con una de las plazas que salieron a la venta el verano pasado, pero al no lograrlo entraron en la nueva Segunda División de LoL.

 

La salida de G2

G2 se asoció con Arctic Gaming para constituir una sociedad conjunta que explotara el equipo de Superliga. Se creó en 2020, cuando Riot Games aún obligaba a sus equipos de LEC a tener un conjunto academia en una liga regional. Pese a que esta norma se suprimió el año pasado, G2 mantuvo su compromiso y renovó una temporada más para continuar en Superliga junto a Arctic.

De hecho, Fnatic entró esta misma temporada de la mano de Team Queso y MAD Lions también sigue apostando por mantener su academia. Lo mismo hará Team Heretics, último campeón de la Superliga, tras pagar más de 30 millones por entrar en la LEC, según pudo saber este medio. Ello demuestra la fortaleza de la competición y el atractivo que tiene entre clubes internacionales de primer nivel. No en vano, la Superliga es uno de los espejos donde Riot espera que otras ligas regionales se miren para crecer a corto y medio plazo.

La realidad es que la gestión del proyecto ha recaído íntegramente sobre Arctic Gaming. El conjunto granadino explotaba la marca G2 Arctic, se encargaba de buscar patrocinios y asumir la operativa. Ambos clubes operaban bajo un formato de joint venture, según el cual se reparten los beneficios del año de forma proporcional a la gestión e inversión de cada club. 

La aportación también es relativa, pues mientras que para Arctic suponía el grueso de su negocio, para G2 es un porcentaje mínimo. Así se demuestra también en sus cuentas. Arctic facturó 100.000 euros en 2019, el tercer año de vida del club. En 2020 y a pesar de la pandemia, multiplicó por cinco su cifra de negocio. Es el mismo año que se inició la relación con G2. 

Publicidad

Publicidad