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One Tap League: los clubes de eSports ponen fin a la autogestión con el cierre de su liga de ‘CS:GO’

La competición se organizó en 2020 tras el choque de los clubes con el modelo de reparto de la LVP en este videojuego. Los cambios en el ecosistema español de CS:GO han cambiado el proyecto, aunque no se descarta relanzarlo a medio plazo en otro formato.

mad lions flashpoint league

Viernes, 3 de abril de 2020. Ocho de los principales clubes españoles, entre los que se encontraban Movistar Riders, Cream eSports, x6tence y Team Queso, lanzan una liga autogestionada de CS:GO, la One Tap League. ¿El objetivo? Buscar un mejor sistema de reparto de ingresos tras chocar con el que la LVP planteaba para este videojuego. Era el primer intento de gestionar la pirámide competitiva de forma autónoma en España, sin éxito. Tras solo una edición, la competición echará el cierre, según ha podido saber 2Playbook.

Los motivos que explican la desaparición de la competición son diversos, y guardan más relación con el cambio en el ecosistema español de CS:GO que con la rentabilidad de la competición. Diferentes fuentes consultadas por este medio señalan que, aunque el proyecto ponga punto y final por las condiciones actuales, no se descarta relanzar la marca One Tap League en un futuro bajo un nuevo formato de torneo.

“En los últimos meses hemos tenido conversaciones entre los clubes y Cabal eSports (empresa organizadora) para reposicionar la liga, pero la realidad es que no tenemos tiempo para asumir la gestión con los proyectos que ya tenemos cada uno”, destaca uno de los directivos. “Aunque el proyecto se pare, ha sido un aprendizaje positivo y el modelo ha funcionado, pero no era el momento de mantenerlo”, explica otra de las fuentes consultadas.

En las últimas semanas las conversaciones giraban en torno a la posibilidad de crear un torneo internacional para reactivar el ecosistema de CS:GO en España. Finalmente, la propuesta tampoco salió adelante, pues de los ocho clubes fundadores, solo Movistar Riders, x6tence y los portugueses Offset mantienen equipo en este videojuego.

Algunos clubes han tratado de relanzar el proyecto, pero no había apoyo suficiente

Otros, como MAD Lions, habían mostrado su interés en participar en caso de reposicionar la liga como torneo internacional. El club no tiene presencia en las competiciones españolas de esta franquicia de shooting, pero sí en las internacionales, al igual que Riders. De hecho, ambos han competido la última temporada en Flashpoint, la liga global de este título que nació dos meses antes que la One Tap League de la mano de los principales clubes del mundo.

“Uno de los problemas del ecosistema español de CS:GO es que el nivel, en comparación a la escena internacional, es muy bajo”, destaca una una fuente próxima a la gestión de clubes y ligas. “No puedes captar talento para jugar una liga local si no tienes presencia internacional y, si los equipos no invierten en tener rosters fuertes que atraigan más talento, el desarrollo se estanca”, lamenta.

Tampoco han salido grandes jugadores españoles capaces de tirar del videojuego en términos de audiencia, como ha sucedido con otros títulos. Ello no implica que en los últimos años se hubiera encarecido el coste de poner en marcha un equipo en esta saga.

Se había generado una inflación enorme en el mercado de jugadores y los clubes hemos sido los responsables de ello; eso, sumado a que los principales operadores de torneos han descuidado a los aspirantes sin circuitos en los que crecer, deriva en un ecosistema sostenido a pleno pulso de inversión donde la audiencia no da para mantener el ritmo”, lamentan desde otra de las principales entidades del sector.

Los rosters de CS:GO se habían encarecido a la par que se perdía audiencia y apoyo de marcas

A eso hay que añadir la disparidad de torneos que existen, pues Valve, a diferencia de otros publishers como Riot Games, no apuesta por la exclusividad para organizar competiciones, sino por una mayor libertad. En España tanto la ESL, como la LVP y otras gestoras como Dreamhack e incluso los propios clubes pueden organizar competiciones de CS:GO, sean amateur o profesionales, como la One Tap League.

A la fragmentación del ecosistema local se añade la dispersión internacional, dificultando aún más la tracción de la audiencia. La caída en la cifra de visionados en Twitch, entre otros, y la desbandada de clubes también obligó a la LVP a mover ficha.

La gestora puso fin al formato de liga para apostar por un torneo con acceso a las Blast Series internacionales con el objetivo de reavivar su negocio de CS:GO, que nunca llegó a alcanzar la rentabilidad. “Lo que sucede en el mercado español es endémico, no se da por igual en otros países, porque en Latinoamérica y Europa las audiencias sí siguen respondiendo”, defienden desde la LVP.

 

One Tap League: nacer a destiempo

Las dificultades no acaban ahí. Hasta ahora CS:GO aún se mantenía como una apuesta importante para los clubes, motivo por el que se creó la One Tap League. Sin embargo, otros dos factores han desequilibrado la balanza en cuestión de meses. El primero, el auge de Valorant, impulsado por Riot Games, que se ha abierto paso como un shooter más atractivo para las marcas y con un ecosistema más ordenado, siguiendo la fórmula de LoL.

La mayoría de los clubes ha pivotado hacia Valorant en previsión al inminente desarrollo de su escena profesional. Para este año Riot Games ha vuelto a apostar por el formato circuitos, aunque la LVP ha tratado de impulsar una liga propia como la de League of Legends, que podría ver la luz la próxima temporada, según pudo saber 2Playbook.

“Los juegos nuevos siempre requieren menos inversión para fichar jugadores y se da el caso que al ser de Riot, exigirá una exclusividad, por lo que todos quieren coger el mismo tren”, afirma uno de los directivos. Desde otro de los clubes, sin embargo, se muestran más reticentes: “Esperemos que haya liga en 2022 porque en estas condiciones no podemos desarrollar una narrativa ni rentabilizar la inversión”.

Actualmente un equipo competitivo de Valorant cuenta con presupuesto de en torno a 70.000 euros. En el caso de clubes como Team Heretics, que se han posicionado a la cabeza en Europa, su desembolso es mayor. Para CS:GO la inversión media para competir en España se situaba en torno a los 200.000 euros anuales, en ambos casos financiados a través del patrocinio.

Pero el interés de las marcas también había virado, poniendo en jaque a la One Tap League y sus clubes. “Muchas empresas no quieren que se les relacione con un shooter, pero Valorant no es realista, sino como el LoL, y eso facilita la adaptación”, indica una de las fuentes. Es decir, si las marcas pivotan hacia Valorant, los clubes siguen el rastro de su inversión.

Finalmente, de entre las marcas que sí apostaban por CS:GO se encontraban las casas de apuestas, algo que no podrá producirse tras la entrada en vigor del decreto que regula su visibilidad. Clubes como Riders mantienen como política su asociación a los operadores de juego, pero otros habían encontrado en su aportación económica la palanca para sostener sus equipos en este videojuego, algo que no podrán seguir haciendo.

Los clubes han pivotado hacia Valorant en detrimento de CS:GO

El futuro del juego en España

Clubes como x6tence y Riders, que sí mantienen la apuesta por CS:GO, se muestran optimistas pese a la situación: “Si las entidades que estamos comprometidas trabajamos juntas, le daremos la vuelta a la situación y haremos que los que se fueron vuelvan y seamos más grandes”, destaca Germán Domínguez, director de x6tence.

“Estamos viviendo un proceso de fiebre del oro con Valorant, en el que todo el mundo quiere entrar en lo nuevo para subirse lo antes posible, pero CS:GO es un juego que lleva quince años de desarrollo, con mucha presencia internacional, y que tiene recorrido, por eso mantenemos nuestra apuesta”, defiende Fernando Piquer, co-consejero delegado de Movistar Riders.

En un punto intermedio se encuentra Jorge Schnura, consejero delegado de MAD Lions: “A nivel internacional y teniendo un equipo fuerte es rentable, pero en España es muy difícil monetizarlo por las restricciones al patrocinio”, indica, en referencia al decreto sobre las casas de apuestas. Lo mismo opina Diego Soro desde Cream Real Betis: “En España estaba muy atomizado y cuesta que las marcas apuesten por un shooter, por lo que la rentabilidad es mucho más baja, por eso nos salimos de CS:GO”.

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