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El ‘otro partido’ de un jugador ACB: ¿qué parte del cuerpo sufre más en una pista de baloncesto?

Las lesiones pueden poner en riesgo las temporadas de los equipos en los momentos más exigentes con el inicio de los ‘play-offs’. El tren inferior, desde el tobillo hasta la rodilla, es el más castigado.

acb Photo   Mariano Pozo
acb Photo Mariano Pozo

Con el inicio de los play-offs de la liga ACB, en los que se juegan partidos cada vez más exigentes en pocos días, la preparación física, el descanso y la atención médica personalizada son elementos clave para que los jugadores mantengan un rendimiento óptimo. El calendario se aprieta, el contacto físico se intensifica durante los encuentros y los márgenes de error se reducen al mínimo. De ahí que el cuerpo técnico y médico de los clubes sea un factor estratégico

En este escenario, el rendimiento deportivo no solo depende del talento y la táctica de cada jugador o club, sino también del trabajo invisible de estos equipos. De este modo, la labor del cuerpo médico y de fisioterapeutas es esencial para diagnosticar, tratar y acelerar la recuperación de los jugadores para que puedan estar disponibles en el momento más importante y decisivo de la temporada. Se hace esencial conocer cuáles son las lesiones que más amenazan a los jugadores y a qué zonas del cuerpo afectan. 

“En un partido de baloncesto, un jugador puede realizar entre 40 y 60 saltos. Eso, unido a los sprints y cambios de dirección constantes, convierte al tren inferior en la zona más castigada del cuerpo”, explica Carlos Lariño Calviño, médico del Hospital Quirónsalud A Coruña y del Leyma Básquet Coruña, club del que el hospital es proveedor médico oficial. Y los datos lo confirman: según el Dr. Diego Giménez, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Murcia, proveedor médico oficial, a su vez, del UCAM Murcia CB, el 73,5% de las lesiones en jugadores profesionales afectan a las extremidades inferiores. 

 

 

El tren inferior, foco principal de las lesiones

Entre las dolencias más habituales en esta zona del cuerpo destaca, con diferencia, el esguince de tobillo. Le siguen de cerca las lesiones del ligamento cruzado anterior, las roturas musculares (especialmente en isquiotibiales y cuádriceps), fracturas en huesos del pie o de la pierna y las tendinopatías del tendón rotuliano y el tendón de Aquiles. 

Lariño apunta que “el esguince de tobillo es la lesión más común en baloncesto, pero cuando afecta a la rodilla, la lesión es más grave y la recuperación es de larga evolución”. Las lesiones de rodilla, como la rotura del LCA, pueden tener un impacto profundo en la carrera de un jugador, afectando a su velocidad, capacidad de salto e incluso su confianza sobre la pista. 

 

De las fracturas de dedos a las luxaciones

Aunque son menos frecuentes, las lesiones del tren superior también están presentes en el día a día de los equipos. Las más comunes son los esguinces y fracturas de dedos, luxaciones de hombro y tendinopatías del manguito rotador. 

 

“El esguince de tobillo es la lesión más común en baloncesto, pero cuando afecta a la rodilla, la lesión es más grave”

 

Giménez señala que “aunque también pueden ser graves, algunas lesiones en el tren superior permiten mantener la actividad física con adaptaciones. La recuperación se centra en la movilidad, la fuerza y la prevención de futuras lesiones”. Estas lesiones suelen estar relacionadas con impactos directos, caídas o sobreuso, especialmente en jugadores que tienen más contacto físico en el poste bajo o en acciones defensivas. 

De hecho, no todos los jugadores de básquet se lesionan igual. Los jugadores interiores, pívots y ala-pívots, al ser más corpulentos y estar expuestos a un mayor contacto físico, sufren más esguinces de tobillo, luxaciones de hombro, lesiones en la espalda y otras lesiones por sobrecarga en tendones como el rotuliano. En cambio, los jugadores exteriores son más ligeros y explosivos, lo que les hace más propensos a lesiones musculares y otros problemas derivados del sobreuso “por los cambios rápidos de dirección y velocidad”, indica el doctor del Hospital Quirónsalud Murcia. Entre ellos sobresalen las pubalgias. 

 

Las claves para volver a la pista en plenas condiciones 

Para reducir el riesgo de lesión, los jugadores siguen planes de preparación física individualizados, adaptados a sus necesidades y llevan a cabo diferentes protocolos de calentamiento y estiramientos, así como un control riguroso de las cargas de trabajo y la fatiga acumulada, explican los profesionales de Quirónsalud, Proveedor Médico Oficial de la ACB en todas sus competiciones. 

Ahora bien, una vez se ha sufrido una lesión, volver a competir no sólo depende de que el dolor desaparezca o de que los plazos clínicos se cumplan. La reincorporación debe ser progresiva y controlada con un enfoque integral que combine trabajo físico, mental y técnico. Por mucha urgencia que exijan la inmediatez de los play-offs o la situación deportiva del equipo, es necesario respetar los plazos de recuperación para asegurarse que la lesión queda atrás. 

Para acelerar este proceso y garantizar que no se sufren recaídas, se emplean herramientas como la biomecánica avanzada y los test de fuerza y equilibrio. De hecho, este trabajo multidisciplinar permite no solo recuperar al jugador, sino optimizar su rendimiento y garantizar que regresa en condiciones incluso mejores que antes de la lesión. 

 

Para reducir el riesgo de lesión, los jugadores siguen planes de preparación física individualizados, adaptados a sus necesidades 

 

Evidentemente, la recuperación también variará en función del tipo de lesión y de la zona afectada. “Las lesiones del tren superior te permiten hacer una recuperación más activa, mientras que las del tren inferior te limitan un poco las primeras semanas del proceso de recuperación. En ese caso, en vez de poner al paciente a correr, va a la piscina o trabaja en una cinta antigravitatoria”, agrega el médico del Leyma Básquet Coruña. 

Por su parte, el doctor del Hospital Quirónsalud Murcia pone el foco en la duración: “Las lesiones de tren inferior suelen requerir un periodo de recuperación más prolongado debido a la carga que soportan estas extremidades”, asevera.

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