El Anaitasuna de Azkoitia (Gipuzkoa) alcanzó la primera ronda de la última Copa del Rey. A la ilusión que le generó poder competir en su casa contra el Getafe CF de LaLiga Santander, el club vasco logró un segundo premio, en este caso, económico. Casi 20.000 euros le aportó la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) por superar la fase previa y acceder al cuadro principal del torneo. Esta ayuda se engloba dentro de una partida de un millón de euros reservada por la Federación para los equipos de la categoría de bronce que participan en el torneo copero. Un dinero que proviene del negocio de los derechos audiovisuales. Las ayudas “permiten acercar a los clubes no profesionales a los recursos que tienen los clubes profesionales mediante otros mecanismos de ingresos”, justifica la Rfef.
Ángel, en el minuto 94 de partido, despertó del sueño a este modesto club. El penalti transformado por el futbolista canario finiquitó el encuentro y la eliminatoria (a partido único). De haber superado la ronda, el equipo hubiera afrontado un nuevo reto contra un Primera División con mayor entusiasmo si cabe y otro pico directo para sus finanzas de casi 30.000 euros. En este punto no entran la caja de taquilla que históricamente hacen los clubes de Segunda B y Tercera cuando reciben en sus campos a equipos de la élite del fútbol español.
El monto que ha presupuestado este curso la Federación para los clubes de Tercera que juegan Copa tiene una sencilla distribución. La participación en primera fase reporta premios por un valor máximo de 469.200 euros; algo menos de los 500.000 euros reservados para los que superasen ronda.
Los 82.000 euros restantes se destinarían para costes de desplazamiento. En este último punto, cada equipo podía percibir un máximo de 5.000 euros, según grupos de kilómetros. Asimismo, la Rfef aportó mil euros a cada uno de los clubes de categorías autonómicas que disputaron la fase previa de la Copa como visitante.
La partida, lógicamente, es variable, con un máximo fijado y que depende de la participación de los equipos y su potencial éxito en la competición. En este sentido, la Federación destaca que “la totalidad de estos recursos surge de la comercialización de los derechos audiovisuales de la Copa”. “La cantidad final asignada vendrá determinada en la proporción de los ingresos efectivamente obtenidos por los conceptos que constituyen las fuentes de financiación de las ayudas a los efectos de salvaguardar el equilibrio patrimonial de la Rfef”, agrega.
Como en buena de las subvenciones del regulador, estas ayudas tienen unos requisitos donde se prioriza que los clubes sean independientes del fútbol profesional (quedan fuera los filiales) y que estén al corriente de pago con la Agencia Tributaria y las Haciendas locales y forales.
