Las exportaciones de fitness rebotan y no solo recuperan el negocio perdido por la Covid-19, sino que cierran el mejor primer trimestre de su historia. La venta de artículos para la gimnasia y el atletismo al extranjero cerró los tres primeros meses de 2021 con unos ingresos de 64 millones de euros, el doble que en el mismo período del año anterior. El sector confirma así la remontada tras un 2020 en el que los problemas de suministro afectaron severamente a su negocio.

El despegue del fitness es el motor de las exportaciones deportivas españolas, que a cierre del primer trimestre han crecido un 34,4% interanual, hasta 237,2 millones de euros, según los datos extraídos por 2Playbook a partir de los datos del Icex. Al igual que con el fitness, se trata del mejor trimestre histórico, superando los 180,8 millones logrados en 2018.

El fitness vuelve a sacar la cabeza tras un 2020 especialmente complejo que puso fin a una década de crecimiento casi constante. Hasta la llegada de la pandemia, había sido el principal motor de las ventas de artículos deportivos made in Spain en el extranjero. De hecho, en 2019 acarició la cota de ser el sector que más facturación obtiene fuera de las fronteras españolas, récord que ha ostentado el calzado deportivo de forma ininterrumpida.

Ahora, con la reapertura de centros deportivos, el despegue del home fitness y el desembotellamiento de fábricas y envíos, el fitness vuelve a amenazar el predominio tradicional del calzado por dos motivos. El primero, vuelve a ser el sector que lidera las exportaciones. El segundo, que el calzado se ha hundido un 13,5% en el primer trimestre, hasta 43,8 millones de euros.

Es más, no solo el fitness supera ya al calzado por volumen de ingresos, sino también el outdoor. La venta de productos para la práctica de deportes al aire libre ha aumentado un 57,8% en los tres primeros meses de 2021, hasta 50,2 millones de euros. Tampoco las bicicletas se quedan atrás, aunque su ritmo de crecimiento es menor, del 19,7% interanual, hasta 39,1 millones de euros.

Incluso el esquí, que en 2020 fue el sector que más sufrió la crisis de la Covid-19 junto al fitness, también ha mostrado signos de mejoría. Las ventas de productos para el sector de la nieve se situaron en 6,2 millones de euros entre enero y marzo, un alza del 27,8% interanual. Eso sí, todavía está lejos de los 11,18 millones que facturó en el mismo período de 2019, muestra de que el sector del esquí aún no ha logrado superar la pandemia del todo.

La tendencia se replica también en las importaciones españolas, que suele ser uno de los indicadores clave para medir la reactivación del consumo. La compra de artículos de fitness al extranjero también se ha duplicado, pasando de 69 millones en el primer trimestre de 2020, a 149,2 millones de euros en los tres primeros meses de 2021.

Las empresas españolas se han preparado para la reapertura que ha llegado en el mes de mayo, aún con limitaciones de aforo en los centros deportivos pero no de horario. De hecho, la compra de artículos de fitness equivale ya a un tercio del total de las importaciones españolas, que entre enero de marzo de 2021 se situaron en 455 millones de euros, un 19,4% más interanual.

El outdoor, por su parte, también aumentó un 13,2% en este período, hasta 35,6 millones de euros. Pese a que el mercado ciclista aún no ha logrado recuperar la normalidad en el suministro tan rápido como el fitness, la compra de bicicletas ha aumentado un 30%, hasta 56,8 millones de euros.

Pese a todo, la balanza comercial española aún es negativa, con un déficit de 218 millones de euros. Tampoco han cambiado los principales socios de España. En el caso de las exportaciones son Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Bélgica, donde se produce más del 70% de las ventas totales en el extranjero. Para las importaciones, China vende a España el 40% de los artículos deportivos, y Bélgica y Holanda, donde están los hubs logísticos y sedes europeas de las principales marcas, un 17,3% del total.