Las exportaciones deportivas españolas arrancan 2021 a la baja. La venta de artículos al extranjero ha caído un 12,6% interanual en el primer mes del año, hasta 55 millones de euros, lastrada por las dificultades que aún experimenta la cadena de suministro del sector ciclista y por el frenazo de la industria del calzado. La caída habría sido mayor de no ser por el fitness, que rebotó por primera vez tras un 2020 a la baja.

A pesar de la caída que presentan las exportaciones en términos interanuales, la venta de artículos deportivos ha crecido respecto a diciembre de 2020, cuando se movieron 53,7 millones de euros, según se desprende de los datos publicados por el Icex.

La venta de artículos para la gimnasia y el atletismo aumentó un 23% interanual en enero de 2021, hasta 17,7 millones de euros. El sector del fitness vuelve a retomar el pulso como motor de las ventas de productos deportivos españoles, incluso por encima del calzado, que tradicionalmente es el sector más fuerte de la industria española.

La venta de sneakers y zapatillas técnicas para deportes como el fútbol, baloncesto o balonmano se hundió un 37% en enero, hasta 11,2 millones de euros. Una caída similar presenta el sector ciclista, cuyo negocio en el extranjero rozó los nueve millones de euros, un 34,4% menos que en el mismo mes del año anterior. El esquí, que vive una temporada negra por el cierre de las estaciones, también cayó un 20,8%, hasta 1,4 millones.

El fitness supera por primera vez al calzado como principal eje de las exportaciones

La tendencia es similar en el caso de las importaciones, un indicador con el que se suele medir el nivel de gasto de la población española. La compra de artículos deportivos a otros países ha caído un 10,4% en enero, hasta 135,4 millones de euros, el peor registro en el mes de enero desde 2017.

En este caso, la alta demanda de bicicletas ha evitado que la caída sea superior, aunque las dificultades en la cadena de producción siguen pasando factura a los detallistas. La compra de bicis se situó en 17,4 millones de euros, un 3% menos que en el mismo mes del año pasado, y se ha mostrado más resiliente que el calzado y el esquí, que presentan caídas del 39,2% y el 27%, respectivamente.

De nuevo, el fitness aparece como el refugio de las importaciones. La compra de este tipo de productos deportivos se ha disparado un 83,2%, hasta 45,5 millones de euros en sólo un mes. La demanda contenida por los problemas en la producción, similar a lo que aún sucede con el ciclismo, podría ser una de las claves que expliquen este boom en España, junto con la esperada desescalada para abrir los centros deportivos en comunidades autónomas como Cataluña, Galicia o Valencia.