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Guillermo Aldasoro: “Myzone se apoya en usuarios conectados para construir comunidades”

La compañía de dispositivos de monitorización de la frecuencia cardíaca abrirá filial en España con el objetivo de crecer en el país y estar más cerca de sus socios, entre los que se encuentran cadenas como David Lloyd, Anytime Fitness o Fitness Park.

Guillermo Aldasoro Myzone iberia

Myzone irrumpió en el deporte hace más de una década con el reto de medir los parámetros de salud durante los entrenamientos y recompensar la actividad física realizada. Monitorizar y gamificar para conectar y fidelizar a los practicantes deportivos. Para ello, sus dispositivos, que miden la frecuencia cardiaca, ya están presentes en cadenas de gimnasios como Anytime Fitness, Énergie Fitness, David Lloyd o Snap Fitness. Además de integrar su tecnología en los equipamientos de Garmin, Life Fitness, Matrix, Technogym, Zwift, Polar o Apple Watch, ha entrado en el mundo virtual de la mano de OliveX Fitness Metaverse. Ahora, la compañía norteamericana busca reforzar su posicionamiento en España con la puesta en marcha de una filial que verá la luz esta primavera y que estará dirigida por Guillermo Aldasoro.

La compañía nació en 2011, pero ya tiene un extenso recorrido y notoriedad. ¿Cómo ha evolucionado?

Nuestro objetivo es que todo el mundo conozca Myzone, no como era en el momento de nacer, sino lo que es ahora y las soluciones tecnológicas y de creación de comunidad que propone ahora. Myzone es susceptible de entrar en cualquier plataforma y entorno, sea físico o virtual, donde se pueda interactuar de manera social y crear comunidad. El metaverso es un ejemplo.

¿Qué ventajas ofrece la versión actual?

Es un único dispositivo que ofrece una precisión muy alta incluso si se compara con un electrocardiograma médico de hospital: un 99,4% de precisión si se pone en el pecho y un 95% en el brazo. Tiene un LED que se ilumina y no sólo te va a medir tu actividad, sino que vas a ver en qué nivel de intensidad estás en cada momento. Esto sirve para que, si te has programado un entrenamiento en bicicleta o running, puedas estar unos minutos en azul, otros en verde y luego subir a amarillo en función de la intensidad. No necesitas llevarte el móvil porque es compatible con otros dispositivos como el Apple Watch, Garmin o Samsung. 

¿Qué planes tiene Myzone para España?

Queremos darle más visibilidad a la marca. Nuestro plan es lanzar, en el segundo trimestre de 2023, la filial española. Destinaremos recursos desde la central para poder formalizar una estructura que nos permita tener personal aquí. Establecer la actividad en España nos abrirá más puertas porque nos permitirá tener un almacén y stock aquí, con lo cual los envíos serán aún más rápidos de lo que son. Ahora el producto viene de Países Bajos, con lo cual hay un periodo de tránsito. Por otro lado, podremos tratar con clientes que prefieren comerciar con un interlocutor español para que se reduzcan los trámites burocráticos.

“España es un mercado diferente al de otros países europeos: el outdoor y el componente social tienen un gran peso” 

¿Qué particularidades tiene el mercado español con otros en los que ya operan?

Tradicionalmente tiene aspectos diferentes al resto. Empezando por el outdoor, que tiene mucha fuerza porque el clima lo permite. En comparación con otros países del norte de Europa también hay un componente social muy importante, lo que se nota en mayores afluencias en las clases dirigidas. En España hay ciertos aspectos diferenciales que han provocado que algunas cadenas extranjeras tengan que readaptar su modelo de negocio para incluir aspectos que en nuestro mercado son absolutamente necesarias.

¿Cuáles son sus mercados objetivo?

Los centros de fitness son nuestro mercado principal porque es donde más experiencia tenemos. Hemos cerrado un acuerdo con Énergie Fitness para estar en todos sus centros en España, porque ya les acompañamos en Reino Unido. También trabajamos con Anytime Fitness: empezamos en sus cuatro clubes propios y ya estamos en tres centros franquiciados. Enseñaremos al resto de franquiciados los resultados que han obtenido los clubes corporativos con esta tecnología. También tenemos acuerdos con Inacua, en Torrejón, y con David Lloyd, donde pronto realizaremos algunas clases de prueba donde el uso de Myzone es necesario porque toda la clase está centrada en el código de colores. Otros de nuestros colaboradores son Fitness Park, Supera o Inacua. 

Más allá de los gimnasios, ¿en qué otros ámbitos quieren crecer?

Estamos explorando simultáneamente otras vías como el mercado corporate o las escuelas. Queremos cambiar los hábitos desde la base: si podemos lograr que los niños tengan hábitos saludables a partir de los seis años, es algo que les ayudará para el resto de su vida. Cuando antes podamos empezar, mejor. De la mano de la Universidad de Valencia, haremos una prueba piloto que esperamos extrapolar luego a otros centros educativos. Analizaremos cómo el feedback en tiempo real impacta de manera positiva en la motivación para seguir entrenando y en la percepción de tu propio esfuerzo. No es lo mismo entrenar sin más que hacerlo y que se esté reflejando el esfuerzo que estás realizando.

¿De qué manera los datos pueden ayudar a fomentar el entrenamiento y, por tanto, a luchar contra el sedentarismo?

Queremos recompensar el esfuerzo, pero somos conscientes que la actividad física no da recompensas inmediatas. Tras entrenar te vas más contento a casa, pero si mientras entrenas tienes un feedback en tiempo real de lo que estás haciendo y tienes el refuerzo positivo del instructor o de tus compañeros, que también lo están viendo, eso ayuda a motivar. Por otro lado, obtienes lo que llamamos Myzone Effort Points (MEPs), unos puntos que se entregan en función de la intensidad a la que trabajas. Este sistema, que funciona en formato ranking, te permite mantener una constancia. La OMS recomienda unos hábitos saludables equivalentes a unos 1.300 MEPs. Si eres constante y los logras, puedes evolucionar. De lo contrario, puedes retroceder.

“Analizamos cómo el feedback en tiempo real impacta de manera positiva en la motivación para seguir entrenando y en la percepción de tu propio esfuerzo”

¿Este ranking actúa como un elemento de gamificación?

Sí. Cada centro o empresa puede ofrecer los premios que a cada uno le interese: desde clases de entrenamiento personal a servicios de estética. En nuestra empresa, por ejemplo, se sortean vales de Amazon o suscripciones de Disney+ y Netflix. Los que lleguen a 2.000 MEPs al final de cada mes reciben cuatro horas de vacaciones pagadas. Seis días enteros de vacaciones al año. Hay gente que no necesita recompensas ni verse primero en una lista para estar motivado y entrenar, pero nosotros recomendamos establecer recompensas que sean asequibles y que no siempre premien al que obtiene más MEPs. Una opción es realizar un sorteo con todos los que cumplan con los mínimos recomendados por la OMS.

¿Cómo casa esta propuesta con aquellos usuarios que no quieran competir?

No podemos negar lo que está pasando, que vamos hacia lo digital y hacia lo social dentro de lo digital. El usuario no necesariamente tiene por qué compararse con nadie, pero sí competir consigo mismo. ¿Por qué no va a registrar todo lo que hace y monitorizar su actividad siempre que entrena? No tiene por qué compartirlo. Este, sin embargo, es un porcentaje pequeño de usuarios. Myzone pretende crear comunidades, y para ello necesitas individuos conectados. Si a uno le cuesta un poco un día, quizás otro tira de él y no se queda en casa, y viceversa.

Es un enfoque distinto hacia el mercado corporativo. ¿El planteamiento que se le hace a las empresas es que un empleado más sano es más productivo?

Exactamente. Al final, buscamos un win-win. Si se invierte en los empleados y en su salud, generarán menos coste a la empresa y producirán más. Es una decisión interesada, pero beneficia a todo el mundo.

¿El uso de estos datos también tiene un componente médico?

Hemos participado en un estudio universitario sobre qué efecto tiene la actividad física sobre los pacientes de cáncer y se demostró que los entrenamientos moderados o de alta intensidad ayudaban a eliminar los restos de cardiotoxicidad en pacientes que habían sido sometidas a un tratamiento de cáncer de mama. Es decir, la actividad física de alta intensidad ayudaba a eliminar esa cardiotoxicidad más rápido y de manera más eficiente que hacer ejercicio moderado o no hacer nada de ejercicio.

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