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Reset invierte más de 1,5 millones en un club de ‘wellness premium’ en Cádiz

Lalama Sillah y Concepción Tortajada, dueños de la instalación, están preparando una ampliación del centro con vistas a incorporar área social, piscina en la azotea, ludoteca y área médica.

Club Reset. Fotografía de Manuel Esteves.
Club Reset. Fotografía de Manuel Esteves.

El segmento de los clubes deportivos premium tiene un nuevo actor en pleno Puerto de Santamaría (Cádiz). Lalama Sillah, un emprendedor local, ha decidido levantar un club social con gimnasio, servicio de restauración y spa. El proyecto abrió sus puertas al público el 27 de septiembre y ya cuenta con más de un centenar de abonados dispuestos a pagar 150 euros al mes por acceder a sus instalaciones.

La empresa ha destinado 1,5 millones de euros a la primera fase de las obras, que consta del área de fitness interior y exterior, el gabinete de nutrición y la zona de servicios de estética, sumando un total de 1.500 metros cuadrados. El club podría llegar a tener 2.500 metros en cuanto finalicen los trabajos del área social, con restauración y ludoteca, piscina exterior en la azotea y gabinete médico. Esa ampliación podría hacer que la inversión total se doblara, hasta tres millones de euros.

“Aún tenemos que conseguir los permisos, pero el proyecto pasa por hacer un club social de wellness, con una pequeña piscina en la azotea; en la actualidad el centro cuenta con área de entrenamiento, dos salones para actividades dirigidas, un espacio al aire libre para entrenar, una sala de ciclo y otro salón de pilates reformer e hipopresivos”, detalla Daniel Aguilar, director de la instalación. El club ha sido equipado con Technogym y las clases estarán limitadas a diez socios, una cifra que se reduce a cuatro en pilates.

La empresa, que ha destinado más de 1,5 millones de euros en construir el centro deportivo, prevé destinar el doble en ampliarlo con zona social y otros servicios

“Debe ser un servicio premium en el que los socios preserven su intimidad”, subraya Aguilar. Por ejemplo, el club no tiene vestuarios, sino cabinas individuales con cambiador y ducha; los potenciales abonados deben pedir cita previa para visitar el centro con el fin de que el resto de socios pueda entrenar con intimidad, y el número de inscritos no superará los 400. “Es la cifra con la que podemos garantizar el buen servicio a todos los clientes”, afirma.

Ese acompañamiento también se ofrecerá vía online a través de la app customizada de Technogym. “Optamos por ellos porque es un signo de calidad, nos gustaba el diseño de sus equipos y ofrecían una conectividad muy alta que nos permite ofrecer el entrenamiento personalizado”, describe. El club da trabajo a 25 personas, doce de ellos técnicos, mientras que el resto trabaja en mantenimiento, recepción y comunicación.

También se ofrecerá servicio de entrenamiento personal de pago, pero estará limitado a quienes tengan alguna lesión o patología, así como a quienes busquen conseguir un objetivo deportivo a corto plazo. “El resto del acompañamiento está incluido, así como los test biopsicosociales, el uso de toallas y el servicio de fruta y café”, apunta.

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