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Salter pone rumbo a los 11 millones de euros en 2021 tras crecer un 44% en plena pandemia

El fabricante de equipamiento de fitness facturó 14 millones de euros en 2020 por el ‘boom’ del ‘home fitness’, una tendencia que espera que no se acabe en 2021.

Bicicleta estática Salter Stone PT-1590
Bicicleta estática Salter Stone PT-1590

El 2020 ha sonreído a pocas compañías del sector deportivo, y Salter es una de ellas. La compañía familiar catalana dedicada a la fabricación de equipamiento para entrenar cerró el año con un aumento del 45% en sus ventas, hasta 14 millones de euros. De cara a 2021,  aunque espera que no sea un año que le permita mantener el mismo volumen de ventas que el del pasado ejercicio, sí confía en facturar un 15% más que antes de la pandemia. De lograrlo, finalizará el año con 11,2 millones de euros en ventas y un crecimiento a doble dígito respecto a 2019.

“El año anterior fue una anomalía y no podemos fijar los objetivos en función de lo que facturamos en 2020”, sostiene Marta Peydró, directora general del grupo Salter. La compañía, que antes de la pandemia crecía a un ritmo cercano al 2% interanual, confía en seguir aprovechando el viento de cola provocado por el boom del home fitness durante el confinamiento. Si antes de la pandemia las ventas de equipamiento para el hogar suponían menos del 50% del negocio, en 2020 representó un 70%.

“En el peor momento de la pandemia, con el cese de la actividad no esencial, tomamos la decisión de no anular ninguna de las entregas que estaban en camino desde China o que se estaban fabricando; lo hicimos porque nuestro ecommerce generó muchas visitas”, explica la directiva. Al apostar por continuar con el tráfico de aprovisionamiento la compañía pudo hacer frente a la elevada demanda, que se tradujo en un 80% más de ventas de la línea de producto home.

Para aprovechar el buen momento que vivía el entrenamiento en el hogar, la empresa firmó un acuerdo con la aplicación de entrenamiento Bestcycling para ofrecer a sus clientes una suscripción gratuita de tres meses para entrenar en casa. “En 2021 lanzaremos nuestra propia aplicación y, desde el Bluetooth del dispositivo móvil, los clientes podrán registrar todo su entrenamiento”, afirma.

Esta tecnología permitirá monitorizar sesiones de cardio y musculación, tanto en el gimnasio como en el hogar. “Notábamos que en el mercado no había sistemas que registraran el entrenamiento de musculación, y queríamos cubrir ese nicho para ofrecer un buen seguimiento”, afirma.

La compañía catalana fundada en 1947 en Barcelona cuenta con un espacio logístico de 15.000 metros entre su centro de producción de Tarragona y su sede central en Esplugues de Llobregat, aunque también fabrica en China, desde donde importa parte del material que vende en España y en otros países europeos.

Dado que la Covid-19 afectó al gigante asiático antes que a Europa, se registraron problemas de abastecimiento que se combinaron con un alza de la demanda y un alargamiento de los periodos de entrega. Si antes de la pandemia los productos llegaban en tres meses, ahora tardan entre siete y doce meses, con un fuerte incremento de los costes de envío. Salter ha asumido parte de la subida, y los clientes el importe restante para que la compañía pueda beneficiarse de cierto margen.

Peydró asegura que el hub logístico que tiene la compañía basta para operar y vender en todo el país y parte de Europa, ya que desde el estallido de la pandemia todos los productos que fabrican se venden directamente. “Son ventas que ya teníamos comprometidas y, como vamos con retraso porque las entregas de equipamiento procedente de China se han alargado, no tenemos stock”, reconoce.

Pese a las dificultades logísticas, la empresa ha hecho frente a los pedidos que tenía comprometidos, y no ha notado la caída en la venta de producto profesional. “El centro de fitness privado no es nuestro principal cliente; es la administración, que ha seguido cumpliendo los contratos y prevemos que lo seguirán haciendo”, afirma. 

 

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