Tras unas negociaciones del convenio colectivo entre las futbolistas y la Liga F que finalmente se han traducido en una subida salarial, creo que el punto de negociación se debería de trasladar a los clubes y debería abordar lo referente a su cesión de los estadios. El pasado mayo, el Arsenal comunicó que su sección femenina disputaría hasta 5 partidos de la WSL en el Emirates Stadium, posicionándose como uno de los grandes clubes que más cede su estadio para la disputa de dichos partidos; el año pasado lograron sold-out en las semifinales de la UEFA Champions League frente al Wolfsburgo. ¿Pero qué sucede en el resto del mundo? ¿Cuáles son las ligas donde los clubes ceden más sus estadios principales a su sección femenina para la disputa de sus partidos, al menos los de liga?
Comenzando por España, en la temporada 22/23, 15 de 240 partidos (el 6,25%) de Liga F se disputaron en el estadio principal del club, con ningún club superando más de 2 partidos de 15 posibles. En Europa, domina la Frauen Bundesliga, la competición con más UEFA Women’s Champions League, que registró 51 de 132 (29,55%) en la anterior temporada en su competición nacional, liderando el SC Freiburg y el MSV Duisburg, con 11 partidos cada uno.
Detrás de Alemania, está la WSL inglesa, con un total de 39 sobre 132 partidos (21,96%), liderando el King Power Stadium del Leicester City, y el Madejski Stadium del Reading, ambos con 11 partidos, seguidos del Aston Villa, con 4 partidos disputados en el Villa Park. Trasladándonos a otras ligas femeninas con más tradición, aparece la Damallsvenskan sueca, donde el Djurgardens IF es el club de las grandes ligas femeninas europeas, que más cede su estadio principal a la sección femenina, con 12 partidos de 13 posibles.
Cruzando el charco, aparece la liga MX femenil, con 137 partidos sobre 153 en el Apertura; sin duda, es un ejemplo para el resto de ligas. En ella, estadios históricos como el Azteca del Club América, o el Olímpico Universitario del Pumas, ambos con 83.000 y 72.000 asientos, albergan los partidos de la liga MX femenil. El América consiguió que 58.156 personas pagasen una entrada para presenciar la final del Clausura frente al Pachuca de Jennifer Hermoso.
Pero, al margen de números, ¿qué supone que un club ceda sus estadios para la disputa de los partidos? En primer lugar, un mejor producto televisivo y más visibilidad, que se traduce para la liga en más oportunidad de conseguir patrocinadores y en mayores derechos televisivos, la base para que esta crezca; para los clubes, supone más ingresos en matchday y en posibles patrocinadores; todo ello supone más ingresos para los clubes, y más a repartir para las futbolistas, es decir, mayores salarios. Sin contar las condiciones de juego, notablemente mejores al jugar en un estadio profesional en vez de hacerlo en un campo de entrenamiento. Y, por último, la motivación de las futbolistas, directamente relacionada con su desempeño en el terreno de juego. Para hacernos una idea, el Arsenal con 60.000 espectadores presenciando las semifinales frente al Wolfsburgo, a un precio estándar razonablemente infravalorado de 15 euros, puede suponer 900.000 euros en taquilla, lo equivalente a un salario óptimo para una futbolista, y para que las secciones femeninas logren ser sostenibles.
Los ingredientes para que el fútbol femenino crezca ya están preparados: futbolistas de clase mundial, en algunos casos, más mediáticas que sus compañeros de nación masculinos, afición en auge, niños y niñas imitando y comprando las camisetas de sus futbolistas favoritas, atracción de marcas, derechos TV en gran crecimiento. Y en España, todo ello y haciendo historia, siendo el único país junto a Alemania, en ganar un Mundial masculino y otro femenino. Me pregunto: si no es ahora, ¿cuándo es el momento?
Javier Sánchez Riquelme es economista especializado en la industria del fútbol.
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