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Baleares, isla de golf: 1.350 millones de impacto en la economía regional y 13.000 empleos asociados

Además del negocio directo en los campos, que facturaban cerca del 8% del total nacional antes de la Covid, con 60,2 millones, el turismo de golf ha impulsado inversiones en el mercado inmobiliario local: 5.000 millones, según un estudio del sector.

Destino turístico de golf

Baleares, islas de calas, aguas cristalinas, atardeceres de colores vivos… y de golf. El archipiélago mediterráneo destaca su fortaleza en el sector del green, en el que es uno de los cabezas de serie del país. El turismo asociado al golf generaba 1.350 millones de euros que se quedaban en la economía local -hasta la llegada de la pandemia-, según el estudio El Golf como catalizador de la actividad económica en España., elaborado elaborado e impulsado por IE Business School, la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg) y la Real Federación Española de Golf (Rfegolf).

El informe hace un aparte en Baleares, como territorio que da servicio a una parte notable de los extranjeros que visitaban los campos de golf españoles antes de la pandemia, y el sector confía vuelva a aterrizar tras el fin de las restricciones. En concreto, las islas suponían el 10,5% del turismo de golf nacional.

Los campos de golf de Baleares facturaban 60,2 millones de euros en la era pre-Covid, un 7,75% de los 777 millones de euros ingresados por estas instalaciones en su conjunto a nivel nacional. En ese punto, el turismo internacional cobra gran relevancia, según el informe, que sitúa al archipiélago como uno de los grandes destinos de turismo de golf en Europa.

Baleares suponía el 10,5% del negocio relacionado con el turismo de golf nacional hasta la pandemia

Más allá de su papel como catalizador económico, el golf balear también es un importante generador de empleo: crea alrededor de 13.000 puestos de trabajo anuales. El resultado es la suma de los empleos producidos directa e indirectamente por los campos de golf (858) y los que corresponden al turismo de golf, que suponen un total de 11.750 empleos, directos, indirectos e inducidos, según el informe.

Una industria que puede resultar fundamental para ayudar a la recuperación de la economía tras la pandemia de la Covid-19, destacan sus promotores, que detallan “la calidad del empleo”, con un 95% de puestos indefinidos y un 94%, a jornada completa.

 

 

500 millones de gasto en las islas

Más allá de los 60 millones de euros que facturaban los campos de Baleares antes de la Covid, los turistas de golf aprovechan su estancia en sus islas para hacer gasto en otros sectores. Restauración, ocio, hoteles… En total, más de 500 millones de euros al año.

Al respecto, siete de cada ocho euros del turista de golf se quedan en empresas locales no relacionadas con el golf, según destaca el informe, que concluye su industria como un “gran catalizador de la actividad económica”.

Por último, el deporte del green también genera inversiones en patrimonio. Alrededor de 22.300 turistas de golf son propietarios de una segunda residencia en Baleares, “lo que multiplica los beneficios para la economía a través de la inversión de capital extranjero en nuestro sector inmobiliario que asciende a 5.000 millones de euros”, apunta el estudio del sector.

El deporte genera 13.000 puestos de trabajo en el archipiélago, donde 22.300 turistas de golf son propietarios de una segunda residencia

El presidente de la Rfeg, Gonzaga Escauriaza, señala que “el golf es un activo que es vital defender, no sólo por razones deportivas, sino por el impacto económico. Los resultados de este estudio enfatizan la importancia que tiene que las administraciones públicas sigan apostando por un deporte que crea un ecosistema económico que trae tantos beneficios para la economía y la sociedad balear”.

Por su parte, Bernardino Jaume, presidente de la Federación Balear de Golf, celebra que “Baleares se consolide como uno de los grandes destinos turísticos de golf, algo en lo que estamos trabajando desde hace años junto con el Govern y con el Consell de Mallorca y con el apoyo también de empresas del sector privado, a los que agradecemos su apuesta por el golf”.

“La actividad de los campos de golf genera un efecto económico que va más allá de la facturación directa de los propios campos de golf y del gasto del turista”, agrega Juan Santaló, profesor de la IE Business School. No en vano, existe un efecto indirecto impulsado por empresas proveedoras de campos de golf y de empresas proveedoras de servicios al turista de golf que, “para poder hacer frente a la demanda de las empresas de golf y proveedoras de servicios al turista de golf, generan una demanda adicional a otras empresas que a su vez generan más demanda a otras, en un proceso multiplicador de la actividad económica”, remata el docente.

 

España: 12.700 millones de negocio en torno al golf

A nivel nacional, el golf movía más de 12.700 millones de euros y generaba 121.393 puestos de trabajo antes de la llegada de la pandemia. Hasta 1,2 millones de turistas llegan anualmente a España para la práctica del golf, pero siete de cada ocho euros de los que gasta va a parar a otros sectores.

Además, 283.000 turistas de golf cuentan con una vivienda en propiedad en España, lo que supone que un 24% de este grupo invierte en el mercado inmobiliario nacional, respecto al 5% del turista convencional.

Los aficionados internacionales del golf que viajan a España disfrutan de doce días de estancia, frente a los siete días del turista común, destaca el informe sectorial. En concreto, este perfil de turista ha invertido históricamente 42.000 millones de euros en el real estate español.

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