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Hyperice: la empresa ‘techie’ que descubrió Kobe Bryant suma la salud mental a la ecuación

La compañía estadounidense, en la que han invertido iconos del deporte como LeBron James, Naomi Osaka y Patrick Mahomes, está valorada en más de 700 millones de dólares. Tras seducir a los atletas de élite, la compañía aspira a llegar al gran público.

Erling Haaland

Los aficionados del baloncesto recordarán la final olímpica entre Estados Unidos y España en Pekín 2008. En aquel torneo, Kobe Bryant estrenó las Hyperdunk, unas zapatillas que meses después lucirían miles de jugadores alrededor del mundo. Pero ese no fue el único artículo que utilizó la entonces estrella de los Lakers: fue el primer atleta de élite que empezó a usar Hyperice, la empresa de dispositivos de recuperación muscular, cuyo nombre está basado precisamente en las zapatillas de Kobe.

Un verano antes de la cita olímpica, el fundador de Hyperice, Anthony Katz, logró hacer llegar a Kobe Bryant un dispositivo de compresión de hielo más sofisticado que las bandas de plástico que usaban para entonces los jugadores. La estrella de la NBA lo tuvo claro: el producto era bueno, e incluso sugirió a Katz incorporar una válvula de aire para que el hielo pudiera seguir haciendo su función incluso cuando empezaba a derretirse.

En Pekín 2008, LeBron James y otros miembros del Dream Team ya conocían el dispositivo, que desde sus orígenes ha sido utilizado por los mayores deportistas del mundo hasta el punto de pedir invertir en la compañía. Hoy, tiene más de una veintena de accionistas que militan en la élite del deporte: LeBron James invirtió en el pasado, y en la actualidad el accionariado está formado por iconos como Naomi Osaka, el quarterback de Los Kansas City Patrick Mahomes, o el futbolista Erling Haaland. La valoración de la empresa supera los 700 millones de dólares (589 millones de euros).

Tras una década volcada en el desarrollo de tecnologías de recuperación muscular, que abarcan desde pistolas de masaje hasta rodillos y esferas de vibración, la empresa ha decidido poner el bienestar mental en el centro de su oferta. El pasado julio, justo cuando Naomi Osaka y Simone Biles alzaron la voz para remarcar la importancia de la salud mental en los deportistas, Hyperice adquirió Core, una marca especializada en bienestar mental.

Esa no es la única apuesta que ha hecho la compañía estadounidense, que tras una década atendiendo a los atletas de alto nivel, ahora quiere abrazar directamente al deportista amateur para abarcar un mercado más grande y dar un nuevo impulso a un negocio que ha seducido a las estrellas del deporte. “Nuestro ADN tiene sus raíces en el servicio a los atletas de élite, pero estamos en un momento de transición en el que el mercado al que nos dirigimos es todo tipo de público”, afirma Jim Huether, consejero delegado, en un encuentro con medios de comunicación.

Tras captar 48 millones de dólares (40,4 millones de euros) el pasado octubre, en plena pandemia, y alcanzar una valoración de 700 millones de dólares (589 millones de euros), la compañía aspira a jugar un papel protagonista en el mercado de la tecnología deportiva.

Se trata de un sector que en 2024 se espera que mueva 30.900 millones de dólares (26.032 millones de euros), con un crecimiento medio anual del 20,1%, según Market Research Engine. Hasta ahora, Hyperice ha demostrado estar en una inercia positiva: entre 2017 y 2020 la compañía ha multiplicado por veinte sus ventas brutas, según Fasty Company. Sus artículos se venden en sesenta países (en España y Portugal entró el pasado abril) y la plantilla se ha triplicado desde enero de 2020.

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