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Seguridad y rendimiento: así es el tejido ‘made in San Sebastián’ que protege a los esquiadores

La ‘start up’ guipuzcoana Diston ha patentado la única indumentaria anticorte homologada por la Federación Internacional de Esquí con 3 estrellas. Es uno de los proyectos impulsados por Sportek Hub y ya trabaja con una decena de federaciones.

Diston esquí

La industria deportiva se apoya en las nuevas tecnologías para optimizar el rendimiento de sus deportistas, pero también para cuidar de su seguridad. En el caso de los deportes de invierno, especialmente en el esquí, reforzar los sistemas de protección es algo indispensable, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo que afrontan unos deportistas que pueden alcanzar velocidades cercanas a los 200 kilómetros por hora. A esto se le suma la amenaza del cambio climático, que cada vez más obliga a competir en condiciones más extremas, como nieves artificiales más abrasivas o hielo, elementos causantes de laceraciones y quemaduras.

Proteger a los esquiadores de estos riesgos es un objetivo que persigue Diston, start up fundada en San Sebastián que ha desarrollado un tejido que ejerce como escudo anticorte. Este textil protege a los esquiadores de cualquier edad, categoría, sexo y nivel de esquí, de las lesiones producidas por los cantos de los esquís, así como con rozaduras con otros elementos durante los entrenamientos y carreras.

Su reto principal es minimizar la gravedad de las lesiones de los deportistas, tanto profesionales como amateurs, ofreciéndoles un tejido a prueba de cantos afilados. Pese a ser una empresa joven, con apenas un año y medio de recorrido, ha sido capaz de desarrollar la que, hasta la fecha, son las únicas prendas que protegen todo el cuerpo con un nivel mínimo de 3 estrellas FIS, la máxima certificación otorgada por la Federación Internacional de Esquí (FIS) a una prenda anticorte elástica por su elevado grado de resistencia a los cortes.

 

La compañía vende el 96% de su producto al extranjero

 

Actualmente ya cuenta con una decena de clientes, entre los cuales figuran cerca de una decena de destacadas federaciones nacionales de esquí, entre las que figuran las de Francia, Austria, Noruega, Canadá, Finlandia, Andorra, Argentina, Chile, Bulgaria o Albania. Todas ellas han optado por elegir a Diston como socio tecnológico y proveedor oficial de mallas, camisetas y protección de cuello para proteger de forma todo el cuerpo de los deportistas de sus equipos nacionales. Y la previsión es que esta nómina crezca a partir de este año, ya que la FIS ha anunciado la obligatoriedad de utilizar mallas anticorte con un nivel mínimo de 3 estrellas FIS para la temporada 2025-2026 para todos los deportistas que participen en la Copa del Mundo y en la Continental Cup.

“Diston nace de una necesidad, pues en los últimos años ha habido un gran desarrollo en la tecnología de los afilados de los esquís, cuyos cantos son prácticamente bisturís. Y hace años que algunos destacados corredores a nivel mundial vienen reclamando que las protecciones no estaban bien resueltas porque no había ningún producto que les protegiese bien”, comentan desde el equipo de diseño de Diston.

El proyecto nació de una mezcla entre personas conocedoras del mundo del esquí y también de ingenieros, que desarrollaron un tejido con un material que “protege de cortes, abrasión y quemaduras, pero sin limitar la movilidad de los esquiadores, ya que es muy elástico. Además, es transpirable, pero mantiene caliente el cuerpo”.

Diston minimiza la gravedad de las lesiones de los deportistas, tanto profesionales como amateurs, ofreciéndoles un tejido a prueba de cantos afilados
Diston minimiza la gravedad de las lesiones de los deportistas, tanto profesionales como amateurs, ofreciéndoles un tejido a prueba de cantos afilados

 

Este último aspecto es clave, ya que se trata de un producto principalmente diseñado para el mundo del esquí de competición. “Cada vez se compite en condiciones más extremas, y la competición es más agresiva que el esquí amateur, porque se arriesga más”, amplía. “Cuando el canto de un esquí toca una parte del cuerpo puede cortar la piel, músculo, venas y arterias y llegar al hueso. Es algo que le puede ocurrir a niños, adultos y mayores, y da igual la velocidad a la que vayan, incluso estando quieto puedes cortarte con un canto”, advierten desde Diston.

La adaptación a todo el cuerpo, como una segunda piel que no limita la flexibilidad de los atletas, les permite protegerlos sin afectar a su rendimiento. Una de las principales preocupaciones de la FIS en sus últimas especificaciones sobre las competiciones de esquí alpino era crear estándares anticorte. Tras testear el producto en un instituto téxtil en Stuttgart, Diston obtuvo el nivel más alto que la Federación ha otorgado hasta ahora a alguna marca. Un aval que les está permitiendo crecer a escala global.

“En las pruebas de resistencia, la FIS intenta cortar todos los tejidos con diferentes cantos afilados haciendo cortes en diferentes direcciones. Si no se corta, te dan una estrella, suben la carga y repiten el test. Nosotros tenemos tres, que es el máximo otorgado hasta ahora”, añade el responsable de la start up, que ambiciona llegar a mejorar el producto hasta las cinco estrellas, nivel máximo que contempla la FIS.

“Vendemos a todo el mundo y ya exportamos el 96% del producto al extranjero. De momento tenemos una capacidad de producción y suministro amplia y rápida porque tenemos tres almacenes, uno en San Sebastián, desde donde suministramos a Europa; otro en EEUU, desde donde suministramos al mercado norteamericano; y otro en China, donde suministramos a ese país, Corea del Sur y Japón”, añaden.

 

Diston forma parte del Sportek Hub, hub de tecnología deportiva gestionado por BIC Gipuzkoa

 

Pese al tirón que están teniendo entre los esquiadores de élite, el propósito de la compañía va mucho más allá de los profesionales. “Lo que nos motiva no es tanto el escaparate de la Copa del Mundo, sino proteger a los jóvenes de clubs de esquí que entrenan y corren los fines de semana en todo el mundo. Los padres nos agradecen aportarles seguridad”, complementa. 

La combinación entre seguridad y rendimiento ha sido una de las claves de su rápida proliferación. “Asumimos que saldrán productos similares de los competidores al mercado en el futuro, pero ya somos referentes. Le hemos dado una vuelta al esquí, los corredores de todas las edades quieren ir protegidos y entrar en esta comunidad, los Diston Ski Warriors”, aporta el promotor de Diston.

La start up nacida en Donostia no se conforma con el mundo del esquí y ya prepara el lanzamiento de otra vertical, los deportes de agua. “En estas modalidades se producen lesiones por contacto con el foil, corales y arrecifes”, afirman desde Diston. La compañía, de hecho, presentó en Ispo Munich los primeros prototipos de protección de mallas, camisetas y cuellos de protección en modalidades como kite o surf.

De momento ha financiado su crecimiento gracias al apoyo financiero de BIC Gipuzkoa y de Aurrera de Elkargi, entidades que aportan financiación a start ups vascas. La empresa forma parte de Sportek Hub, hub de tecnología deportiva gestionado por BIC Gipuzkoa que busca ejercer como punto de encuentro y networking que una e impulse a start ups, emprendedores, empresas consolidadas, universidades y centros de I+D, expertos del sector y diferentes entidades deportivas de Gipuzkoa.

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