Freire (Ambe): “Remamos todos a una para que esto no quede en un bike boom”

El secretario general de la Asociación de Marcas de Bicicletas de España asegura que la industria de la bicicleta atraviesa su mejor momento gracias a la unidad entre sectores público y privado. La oportunidad ya está atrayendo a grandes grupos inversores

ambe freire

La llegada de la pandemia dio alas al sector de la bicicleta tras casi una década esperando su gran oportunidad. En España se vendieron más de 1,5 millones de bicicletas en 2020 y se rompió el techo de facturación con 2.607 millones de euros, según el último informe elaborado por la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (Ambe) con Sport Panel. Jesús Freire, secretario general de la patronal desde enero, asegura que la proyección es incluso mayor a medio plazo fruto de la alianza entre empresas y administraciones para consolidarlo en España.

 

Año récord para el sector de la bicicleta. ¿Estamos al fin ante el punto de inflexión para que explote la industria?

En estos cinco primeros meses de 2021 se confirma que, efectivamente, estábamos en un punto de inflexión. Hace meses podíamos pensar que aún podía ser coyuntural, pero ha calado la transformación del sector en base a los nuevos hábitos de los consumidores. Además, la coyuntura política también parece que acompaña.

 

¿Hay riesgo de que este bike boom se convierta en una burbuja o se desinfle si no va acompañado de inversiones y políticas públicas para capitalizarlo?

Lo primero, es una situación que necesita respuesta por parte del propio sector, y eso es algo que creo que se ha producido. El sector de la bicicleta está haciendo todo lo posible para que no sea un boom, sino que la bici venga para quedarse. La palabra clave que lo define ahora mismo en España es colaboración, porque todos estamos remando a una, desde las empresas hasta las administraciones.

 

En la presentación de vuestro informe el Gobierno anunció que era cuestión de días presentar su estrategia. ¿Qué esperan de ella?

De entrada, mantener el mismo grado de colaboración, que ha fructificado ahora tras muchos años de trabajo con la DGT y otras organizaciones. Lo que esperamos es que el Ministerio acompañe a los ayuntamientos en sus planes de transformación urbana, porque su ayuda es esencial. Que anuncie inversiones para adaptar infraestructuras, incentivos a la compra de bicicletas, bonificaciones por usarla para ir al trabajo y una apuesta por el cicloturismo.

 

De momento, desde la patronal europea de la bicicleta ya han reñido al Gobierno por no hacer alusiones concretas a la bicicleta en el reparto de fondos europeos.

Es cierto que hay una partida de 3.000 millones de euros que se coordina desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que menciona a la bicicleta, pero no sabemos nada más. Esperamos que cuando se presente la nueva estrategia para la bicicleta y la movilidad haya mayor concisión.

 

Hablaba también del cicloturismo. ¿Los bike parks pueden ser una palanca de desestacionalización para las estaciones de esquí?

La bicicleta es perfecta para hacer alianzas con las estaciones de esquí. Muchas ya tienen problemas para prolongar la temporada y hasta para abrir aun siendo invierno por el cambio climático. La bicicleta ofrece la posibilidad de que se abra más meses al año. Es un debate sobre la mejora del uso de espacios naturales y la bicicleta solo puede ser una aliada.

 

¿Es necesario que haya ayudas de las administraciones para apostar por estos espacios o la iniciativa viene de las propias estaciones?

Las administraciones tienen su papel, evidentemente, pero creo que es algo que caerá por su propio peso. Es obvio que hay una gran oportunidad de negocio. Por ejemplo, en España el mountain bike se está empezando a regular en algunas zonas y abre otra vía a que la gente conecte con la naturaleza de forma más sostenible. Pero es que además permitirá crear más oportunidades de desarrollo económico a esas poblaciones e impulsarlo como sector.

 

¿Cuáles son los mayores riesgos que afronta el retail ciclista ahora mismo?

La principal amenaza es no aprovechar esta oportunidad. Ahora o nunca. Hemos conseguido poner la bicicleta en la agenda política, un trabajo que venimos realizando desde hace muchos años y ahora se ve. Siempre hay un cierto riesgo de que se diluya una vez pase la crisis sanitaria, pero es que si enfocamos el debate por ahí perdemos el resto de la foto. No es un debate sobre una pandemia, sino de salud, de sedentarismo, de movilidad, de sostenibilidad ambiental… Esa es la intersección que debe ocupar la bicicleta.

 

De momento, lo que sí ha sido un reto y casi un riesgo, ha sido el aprovisionamiento. ¿Se ve la luz al final del túnel?

Se va desatascando y las marcas y fabricantes están haciendo esfuerzos enormes. También creo que es algo que ha llegado para quedarse. Dentro del cambio de hábitos, tendremos que acostumbrarnos a que si quieres un modelo concreto de bicicleta, los tiempos de espera serán algo habitual, aunque no tan prolongados, como pasa cuando compras un coche.

 

Cada vez más marcas relocalizan procesos como el ensamblaje o producción de algunos componentes. ¿Hay industria en España para fabricar bicicletas?

Es fácil tratar de decir que se quiere relocalizar la producción, pero complejo de hacer, sobre todo para los cuadros y las partes esenciales. Aun así, hay señales de que está habiendo también un progreso hacia la producción a través de la innovación. Se está innovando en modelos eléctricos y otros materiales que compitan con el aluminio y el carbono, lo que permitiría aumentar las unidades producidas en España y la facturación. Los sectores de la automoción y la aeronáutica, que atraviesan una gran crisis, ya están pivotando para liderar la innovación en el ciclismo.

 

¿Se puede sostener el crecimiento en las ventas o a medio plazo?

Claro que sí. Si miras a los países vecinos, son industrias mucho mayores, hay margen de crecimiento aún. El objetivo es que no sea un boom sino una tendencia sostenida. No me gusta decir que España va por detrás, pero sí se ha empezado más tarde y por eso también hay más oportunidades ahora.

 

¿Esas oportunidades atraerán a grandes grupos para invertir en el ciclismo?

Los grupos grandes siempre están interesados donde hay la oportunidad. Ya hay empresas invirtiendo en ciclismo, clara señal de que estamos en el sector adecuado. Siempre que la tarta se hace más grande es para alegrarse.

 

¿La venta de bicicletas tiende definitivamente al online con los nuevos hábitos de consumo?

Para un producto como la bicicleta, la adaptación será más lenta. Lo que está claro es que todos, empresas grandes o pequeñas tiendas, tendrán que adaptarse y saber leer los nuevos hábitos de consumo para aprovechar la oportunidad. Estamos en un sector en el que puede haber oportunidad para todos si se adaptan. 

La redacción propone