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Puelinckx (Tennium): “Organizar un torneo en plena pandemia nos da una ventaja respecto al resto”

El cofundador y consejero delegado de la agencia de representación de tenistas y gestora de eventos encara 2021 con perspectivas de crecimiento tras haber organizado un torneo en formato burbuja.

Kristoff Puelinckx

Pocos torneos pueden presumir de haber organizado una cita en una sede burbuja sin haber sufrido positivos por Covid-19. El European Open de Amberes, de la categoría ATP 250 puede hacerlo. Al frente de su gestión está Kristoff Puelinckx, cofundador y consejero delegado de Tennium, agencia que en 2021 empezará a organizar el Barcelona Open Banc Sabadell.

Ingeniero por la Universidad de Gante y MBA por el Iese, Puelinckx fue uno de los socios de DiamondCluster, la consultora de la que también formaron parte otros directivos de la industria deportiva, como Ferran Soriano. En 2005 lanzó junto a otros profesionales la firma de servicios Delta Partners, y ya en 2015 debutó en la industria deportiva con Tennium.

 

¿Qué retos ha supuesto organizar el European Open en formato de burbuja?

Lo más complicado ha sido gestionar la incertidumbre. Trabajamos muchos escenarios: con y sin activaciones de patrocinadores, con actividad reducida, con y sin público… Meses antes trabajamos ya en un escenario, pero luego tuvimos cambios durante la misma semana del torneo. La improvisación que hay que hacer ha sido lo más complicado.  En domingo cancelamos el VIP porque cerraron restauración en Bélgica, tuvimos que rehacer los horarios con el toque de queda y el seating plan para dejar más espacio. El viernes nos comunicaron que no podía haber público durante el fin de semana, que es cuando se disputaban las semifinales y la final. Hay que ser muy flexible.

 

¿Se adaptaron bien los jugadores?

Los tenistas ya venían un poco acostumbrados a esta situación y ya sabían lo que se esperaba de ellos, pues hay un protocolo de la ATP. No ha habido problema con ellos, acabamos el torneo sin positivos, lo que ha sido un éxito.

 

¿Qué línea de negocios habéis podido mantener este año?

Tuvimos algo de taquilla porque tuvimos público limitado hasta el viernes. También el apoyo de las entidades públicas, los patrocinadores y los ingresos audiovisuales, que es una parte importante del negocio. Algunos patrocinadores pidieron una reducción de sus aportaciones porque había limitación de público, pero entraron nuevos patrocinadores y, al final, se mantuvo más o menos en línea con el año pasado.

 

¿Cómo fidelizar a los patrocinadores en momentos de incertidumbre y justo cuando no puedes llenar el recinto deportivo de fans?

Al final, las empresas que más invierten en patrocinios tienen una serie de eventos de referencia que siguen apoyando. En Bélgica tenemos socios desde hace años que son fieles, porque siempre han estado ahí y no quieren desaparecer, ya que sería mala señal para ellos dejar de estar en una cita en la que has sido una marca fija a lo largo de los años. Además, para los patrocinadores también están interesados en que el torneo salga adelante, y por eso mantienen su apoyo. Y, por otro lado, algunos contratos los tenemos firmados por varios años más. Lo que sí puede ocurrir es que las marcas dejen de innovar o de apostar por territorios que no conocen.

 

¿Cambian las necesidades de los patrocinadores tras la pandemia?

Con o sin pandemia, las necesidades de los patrocinadores van cambiando. Ellos siguen su estrategia, aunque sí que ha habido matices, como centrarse más en la parte digital porque saben que el público está en casa.

 

Kei Nishikori es embajador de Jaguar, uno de los espónsors del European Open. ¿Ayuda a confeccionar el cartel del torneo el tener a un patrocinador en común?

El cuadro lo confecciona el torneo con independencia de las marcas, pero sí que es cierto que, una vez tienes el cartel, buscas crear sinergias y realizar acciones cruzadas.

 

“Las empresas que más invierten en patrocinios tienen una serie de eventos de referencia que siguen apoyando”

 

¿Cómo alteró vuestra estrategia de comunicación hacia el fan el hecho de que el torneo tuviera que jugarse con menos público?

Cambió en tanto que en circunstancias normales nos hubiéramos enfocado en comunicar para que la gente viniera al torneo y comprara entradas. En el momento en que llegamos a sold out, cambiamos a estimular a la gente para ver los partidos online o por televisión. Es algo que hemos reforzado más este año que otros, pues antes el incentivo era atraerle al torneo. Al final, con un 25% o 30% de aforo, asistieron hasta 6.000 personas pese a que perdimos el fin de semana, que era cuando esperábamos a más gente. Devolvimos el dinero a quien lo pidió y dimos la opción de mantener la entrada para la próxima edición.

 

A partir del próximo año asumís la gestión del Barcelona Open Banc Sabadell, vuestro primer torneo de la categoría ATP 500. ¿Qué desafíos y qué diferencias plantea respecto a un ATP 250 en términos de organización?

En cuanto a retos será prácticamente lo mismo que en ATP de Buenos Aires o el European Open: montar un buen evento en las circunstancias de incertidumbre que vivimos. En Amberes hemos aprendido mucho y tenemos esa ventaja respecto a otros organizadores que no han podido tener esta experiencia. Ahora ya es anticipar los problemas que pueden venir. Estamos mejor preparados en lo operativo y somos más creativos a la hora de activar e interactuar con espónsors para asegurar que tienen un buen retorno de su inversión. Al final, creo que nos vamos a beneficiar tanto en Buenos Aires, como en el Godó como en otros eventos que haremos. 

 

Buenos Aires, Amberes, Barcelona… Estáis en varios países, pero gestionáis vuestras líneas de negocio desde España. ¿Cómo ayuda eso a la operativa y a compartir conocimiento de un evento a otro?

Somos un poco diferentes a otras agencias con presencia global, que al final trabajan con equipos locales y no hay mucha interacción con otros eventos que organizan. Nosotros lo hacemos distinto: tenemos equipos locales de ejecución, pero también gente que desde Barcelona apoya a los distintos torneos. Cada año sale un equipo desde aquí rumbo a Buenos Aires y Amberes para gestionar la cita. Este conocimiento que se va a adquiriendo en los distintos eventos se comparte con otras citas que gestionamos. Y el equipo encargado de políticas de Covid-19 es el mismo en todos nuestros eventos, el equipo de marketing también. Ese flujo de conocimiento va de un lado a otro, y creo que eso nos diferencia.

 

¿Con qué escenario trabajáis para 2021?

El caso base que planteamos es que los eventos cuenten con público limitado al 30% o 40%. Y, a partir de ahí, definimos variables en función de si se puede dar entrada a más aficionados, a si se tiene que organizar sin fans, o si puede haber o no VIP.

 

Este año se ha debatido una posible fusión de la ATP y la WTA. ¿Qué opinión te merece esta posibilidad?

Es una idea que se lanzó, pero de momento no hay más avances concretos. ATP y WTA tienen otros retos, la ATP está en un momento de redefinición de su estrategia, con una apuesta muy agresiva hacia sus derechos audiovisuales. En esto se está trabajando, y claro que en la medida en que se puedan hacer cosas juntos con la WTA y los Grand Slams será positivo. La colaboración es positiva entre las entidades del tenis, y ayuda a hacerlo crecer.

 

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