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Tarragó (Adecaf): “El fitness no hacía más que crecer; tras la Covid tenemos los pies en el suelo”

El presidente de la patronal catalana del fitness y Sintagmia analiza los cambios provocados por la pandemia en un sector que en Cataluña ha sufrido cuatro cierres temporales desde el pasado marzo.

August Tarragó

Si hay un sector deportivo que ha sufrido con mayor crudeza la pandemia y las medidas de contención del virus aprobadas por la Administración ese es el fitness catalán. Los centros deportivos de la región han afrontado su cuarto cierre desde el estallido de la crisis sanitaria. Al frente de su patronal está August Tarragó, que también es fundador y presidente de Sintagmia, grupo de empresas dedicadas al ocio y al deporte. En conversación con 2Playbook, Tarragó analiza cómo la pandemia ha cambiado al sector de los centros deportivos y qué cambios acelerados por la Covid-19 se consolidarán. “Tenemos que cambiar la relación con el cliente para poner en valor nuestro servicio de salud, no de ocio y estética”, explica, sobre uno de los desafíos que afronta esta industria.

Cataluña suma cuatro cierres temporales desde el pasado marzo. ¿Hay lugar para el optimismo?

Nuestro sector se descapitalizará muchísimo porque las pérdidas que tendremos se comerán las reservas, lo que nos dejará tocados a todos, pero algo que tiene positivo es que nos ha servido para darnos cuenta de que estamos en un sector y un entorno mucho más expuesto de lo que parecía. Llevábamos años en que el fitness no hacía más que crecer, y esta situación nos hace ser conscientes de este sector y de que el entorno es volátil.

¿Se había normalizado el crecimiento constante?

Sí, y esto nos hace tener los pies en el suelo y saber que no es cierto que irá bien en todo lo que hagas. Ser conscientes de que tenemos un entorno que nos pone a prueba es bueno, porque nos obliga a ser mejores.

¿Cambiará la cultura de las empresas?

Creo que hay un cierto cambio, porque antes transmitíamos cultura de éxito, y ahora tenemos un discurso de resistencia, una cultura de resistencia con un mensaje claro: entre todos saldremos haciendo piña. Y eso implica cambios a nivel cultural, el discurso ya no es todo va bien, sino que ahora toca resistir.

“Tenemos que cambiar la relación con el cliente para poner en valor nuestro servicio de salud”

¿En qué es mejor el sector ahora respecto a antes de la crisis?

El digital ha sido un cambio a mejor, pero no deja de ser algo que hubiéramos podido aprender en otras circunstancias. Lo que me gustaría señalar es que esta situación también nos ha obligado a ser mejores comunicativamente. Esta situación también nos ha hecho ser fuertes ante una situación de exigencia y estrés que ha dado lugar a un reto compartido en las organizaciones, y que a su vez ha ayudado a aglutinar fuerzas y a unir mucho los equipos.

¿Qué cambios ha provocado la pandemia en cuanto al servicio que ofrecen los gimnasios?

No quiero ser gurú de nada, pero obviamente nos ha obligado a cambiar la oferta, la relación con el cliente y a abrazar la omnicanalidad. ¿Será un cambio para siempre? Bueno, creo que al igual que llegó rápido, la pandemia se marchará “rápido” porque todos tenemos ganas de recuperar la normalidad. Y eso hace que crea que el impacto sobre la gestión de las empresas será efímero. Quedarán cosas, muy concretas, pero el fondo y la cultura no cambiarán mucho.

¿Qué aprendizajes extrae el sector de esta situación?

La agilidad a la hora de implementar cambios, reaccionar rápidamente. Por ejemplo, en Sintagmia también se han tenido que reorganizar las funciones del equipo y ha habido un cambio en la especialización. El equipo de recursos humanos antes se encargaba de la gestión laboral y a transmitir los valores de la empresa entre los trabajadores; eso se mantiene, pero en este tiempo también se ha dedicado a hacer comunicaciones reactivas y a gestionar los expedientes de regulación temporal de empleo. El de operaciones trabajaba en mejorar procedimientos e implementar nuevos, y ahora está dando mucha importancia en la implementación de la virtualidad y la presencialidad en los centros.

¿Ha cambiado el perfil del profesional que necesitan las compañías?

Estábamos a costurados a gestionar con un entorno más previsible, y hemos aprendido ahora que la previsibilidad es cero. Tendrán que ser profesionales adaptables, flexibles y polivalentes.

¿Y cambia cómo se presenta el gimnasio ante la sociedad?

Estamos tomando conciencia de que esto del deporte va de salud. Creo que la relación con los clientes cambiará para reforzar ese componente y ser los centros donde mejor pueden cuidarse y protegerse de situaciones como la que estamos viviendo. Tenemos que dar la importancia que tienen los centros deportivos en la vida de las personas, tenemos que cambiar la relación con el cliente para poner en valor nuestro servicio de salud, no de ocio y estética, que también lo tiene.

¿Cambiará cómo es la instalación deportiva?

Cambiará como cambió en su momento y no lo hará por la pandemia, sino porque tenemos un país con buen clima y el componente outdoor cada vez tiene más fuerza en la oferta. Lo de hacer deporte en casa con una pantalla es circunstancial, y creo que seguirán viniendo al club.

¿Cómo ha sido la adopción del entrenamiento virtual en las cadenas de gimnasios?

Nos hemos visto obligados a trabajar ese aspecto y seguro que quedarán cosas, pero lo hemos hecho de manera reactiva, forzada…Ahora tenemos que ser capaces de mejorar la relación con el cliente, haciendo que esa relación sea presencial y virtual. Seremos capaces de inventar cosas nuevas aprovechando que hemos normalizado un canal como es el virtual. No creo que nuestro servicio online en el futuro se base en el entrenamiento, sino que será un pilar para mejorar el servicio que trasciende al deporte, como es la nutrición y la salud.

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