El outdoor se ha convertido en una de las principales palancas de crecimiento del deporte tras el primer confinamiento. El boom de las ventas en artículos de equipamiento y el aumento de la práctica han abierto un nuevo horizonte tras años de estancamiento, especialmente en Estados Unidos, la principal potencia mundial deportiva. La industria de disciplinas al aire libre generó una cifra de negocio de 788.000 millones de dólares (664.524 millones de euros) en el gigante norteamericano en el año previo a la Covid-19.
Se trata de una industria que equivale al 2,1% del producto interior bruto (PIB) estadounidense, según los datos hechos públicos este mes por The Outdoor Recreation Roundtable (ORR). La patronal agrupa a las principales asociaciones dedicadas a la práctica deportiva al aire libre, como las de hípica, marina, montañismo, escalada, submarinismo, motor y outdoor, a las que pertenecen empresas como Columbia, Wolverine y The North Face, entre otras.
“Los datos de este año sobre el impacto de la economía de las modalidades outdoor se están reafirmando tras los últimos meses”, ha explicado Jessica Turner, directora ejecutiva de la asociación. Los datos de 2019 reflejan un aumento interanual del 1,3% en el impacto económico del sector, que espera ser mayor en 2020 tras acelerar las tendencias de práctica y consumo tras la pandemia.
El retail deportivo es, precisamente, el sector que mayor volumen de negocio aporta a la industria outdoor estadounidense. Las principales empresas generaron un valor agregado nominal de 98.600 millones de dólares (83.150 millones de euros) en 2019, un 21% más que el año anterior.
El retail deportivo es el que más ingresos aporta dentro de la industria outdoor de EEUU
Pero no solo las multinacionales lideraron la evolución del retail deportivo, ya que, según los datos de la ORR, el comercio minorista fue el que mayor facturación registró en 13 de los 32 estados del país. Este modelo de negocio es el que más ha acusado el golpe de la Covid-19 y las estrategias de concentración en la red de distribución de las principales marcas, que en el caso del outdoor van aún por detrás de las divisiones de moda deportiva, donde han sido más agresivas.
La aportación de los detallistas se situó únicamente por detrás de otros sectores transversales a la práctica deportiva al aire libre, como la restauración, el alojamiento y el ocio, cuyo valor nominal aumentó un 28% en 2019, hasta 128.500 millones de dólares (108.365 millones de euros).
El wholesale, en cambio, fue la pata que menor peso tiene, con sólo 35.400 millones de dólares (29.853 millones de euros), seguido de las empresas manufactureras, cuya contribución aumentó un 12% interanual, hasta 55.000 millones de dólares (46.382 millones de euros).
“El estudio llega en un momento en el que los beneficios y el bienestar sobre la salud de la práctica deportiva al aire libre no pueden ser ignorados”, señala Lise Aangeenbrug, directora ejecutiva de la patronal. “Según una de nuestras últimas encuestas, el 69% de los estadounidenses han renovado su afición por ejercitarse fuera durante la pandemia, consideran que es beneficioso para su salud física y mental y, es más, aseguran sentirse seguros y encontrar una conexión social”, añade.
La industria outdoor en Europa
El volumen de negocio del retail especializado en modalidades outdoor alcanzó una facturación de 5.820 millones de euros en 2019, según los últimos datos publicados por el European Outdoor Group (EOG), muy lejos de Estados Unidos. La patronal no hace referencia a España, aunque sí señala que entre Alemania, Francia y Reino Unido copan el 50% de la facturación total en el Viejo Continente.
Las ventas de artículos para los deportes al aire libre, de hecho, se han estancado en los dos últimos años en Europa. Pese a todo, la patronal sostuvo que las empresas de este segmento “han salido reforzadas” y que la mayoría “podría sobrevivir hasta un año con la situación actual”.
El freno en el Viejo Continente ha provocado que empresas españolas, como Ternua Group y Buff se lancen a la conquista del mercado estadounidense, mucho más amplio y diverso en volumen de practicantes. Otras, como Izas Outdoor y Jim Sports, han comenzado a explorar oportunidades en los últimos años para preparar el asalto a un gigante dominado por las multinacionales.
