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New Balance entra en pérdidas en España tras dejarse un 30% de su negocio en 2020

La filial del fabricante estadounidense de zapatillas registró un un resultado neto negativo superior al millón de euros el año pasado, cuando la pandemia le hizo retroceder en ventas hasta 53,2 millones de euros. Ahora mantiene un pulso judicial con su s

new balance tienda a coruña

New Balance vive momentos complicados en España. El pulso judicial que actualmente mantiene con su principal socio de retail en el país, se le suma la obligación de remontar ventas y resultado tras un 2020 que cerró con pérdidas. Así, en un año marcado por el impacto de la Covid-19, la compañía perdió un 30% de su negocio, pasando de 77,3 millones de euros a 53,2 millones de euros entre 2019 y 2020. Esa caída de la facturación se tradujo también en perder la rentabilidad y registrar unos números rojos de en torno a un millón de euros.

A pesar de que el negocio de la compañía se resintió en 2020 el doble de lo previsto -su previsión era caer sólo un 15%-, desde New Balance consideran que la caída del negocio fue “aceptable si se tiene en cuenta el periodo de confinamiento de tres meses que hubo en España”. Además, para contener los costes y adecuar la situación de la empresa a la coyuntura del momento, se presentó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte), se congelaron las inversiones en marketing y se aplicó un control estrecho de la tesorería.

Alfico, filial española de la multinacional estadounidense de calzado deportivo, cerró 2020 con una en torno a 2 millones de euros en caja, gracias a la liquidez aportada por distintas entidades financieras. Este apoyo se tradujo en dos préstamos avalados por el ICO, uno de Banco Sabadell y otro de BBVA, por valor de 1 millón de euros cada uno, y un crédito con Banco Santander por 1,5 millones de euros.

Esta sólida posición de liquidez se tradujo en una reducción del periodo de pago medio a proveedores, que pasó de los 74 días en 2019 a los 61 en 2020. Para contener el impacto de la crisis sanitaria, New Balance España presentó entre marzo y agosto de 2020 un Erte que afectó prácticamente a la totalidad de la plantilla, formada por medio centenar de personas.

Al margen del gasto en personal, uno de los mayores costes de la compañía en el país son los contratos de patrocinio, como los de Athletic Club y Porto. Y eso que la inversión en publicidad, propaganda y relaciones públicas se recortó un 21%, hasta 8,9 millones de euros. La partida de arrendamientos y cánones, donde se incluyen pagos a la matriz, consumió 6 millones.

 

Impacto de la pandemia también en 2021

En sus resultados de 2020, New Balance España reconoce que los márgenes de la compañía seguirán viéndose afectados en 2021 por los efectos de la Covid-19. Además, la marca estadounidense destaca que el aumento de los costes de importación también tendrá un impacto significativo en las cuentas del ejercicio de 2021. A pesar de ello, desde New Balance España confían en que en 2021 se recuperarán las cifras de 2019.

De cara a los próximos años, la multinacional remarca el importante papel que seguirá jugando la venta online, así como las ventas a través de operadores paneuropeos que operan principalmente en España. Además, la marca centrará sus esfuerzos especialmente en el sector del running, ya que en 2020 logró mejorar sus resultados y ganar cuota de mercado en este segmento.

Otra de los frentes a los que se enfrenta New Balance España es el juicio que mantiene con Experience Group tras dar por finalizado su acuerdo comercial como consecuencia de una deuda de 6 millones que la distribuidora mantiene con la marca. Por el contrario, Experience Group acusa a la filial española de haber puesto fin al suministro de productos, cuando el contrato finaliza el 31 de diciembre. La distribuidora apuntaba recientemente a que, si rompe el contrato con poca antelación, New Balance tendrá que despedir toda su plantilla en el país, compuesta por 250 trabajadores.

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