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Rossignol vende el resto del negocio de la marca ciclista Time Sport a Sram

La compañía, especializada en la fabricación y distribución de artículos de esquí, vendió el negocio de fabricación de cuadros de Time Sport a Cardinal Cycling Group. Ahora Sram ha comprado la producción de pedales y zapatillas.

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Rossignol culmina la venta de Time Sport. La compañía francesa especializada en la fabricación y distribución de artículos de esquí ha vendido el negocio de pedales y zapatillas de la marca ciclista a Sram. Los términos económicos no se han desvelado.

El grupo galo ha apostado por dividir el negocio de Time Sport para venderlo a diferentes empresas. Semanas atrás se desprendió de su principal activo, la fabricación de cuadros para bicicletas, que fue comprado por Cardinal Cycling Group. La compañía estadounidense también se quedó con otra parte fundamental: las patentes y marcas comerciales adheridas a esta parte del negocio, propiedad de RTM.

“Estoy encantado de haber encontrado dos compradores excepcionales para Time, porque cada uno aporta puntos fuertes únicos para impulsar la marca”, ha destacado Scott Rittschof, director de la división de ciclismo de Rossignol.

La venta de Time Sport se enmarca dentro de los planes de Rossignol, que ya en 2019 inició una reestructuración del negocio de Time al ser incapaz de alcanzar la rentabilidad. Tras una reestructuración de plantilla y relocalizar parte de la producción para integrarla dentro del grupo, ahora ha decidido soltar lastre en el nicho del ciclismo

Rossignol aún mantiene su propia línea de negocio ciclista bajo la matriz, así como el negocio de la marca francesa Felt, que aún se integra en su catálogo. A mediados de septiembre Rossignol aplicó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 92 trabajadores en Francia, con el que esperaba ahorrar entre 10 y 15 millones de euros.

Hasta la llegada de la pandemia, Rossignol daba empleo a 1.310 personas entre Francia y España, y con la anterior crisis económica también suprimió otros 270 empleos. A falta de conocer los resultados para el ejercicio 2020, el grupo cerró el último ejercicio fiscal con una facturación de 370 millones de euros, un 4% más que en 2018.

Bruno Cercley, presidente del grupo, reconoció antes de la temporada de nieve que “los pedidos son un 25% inferiores este año”, en previsión a la posible caída de las ventas que afrontaba Rossignol de cara a 2020.

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