El FC Barcelona ha completado la remodelación del comité de dirección, que con Joan Laporta en la presidencia será más reducido. El dirigente ha presentado el nuevo organigrama a los trabajadores, y en ella destaca una drástica reducción de las personas que estarán en la primera línea ejecutiva. El último fichaje es el de Juan Manuel Tabero, que asumirá la dirección de tecnología tras cerrar una etapa de dos años y medio en CaixaBank Payments como director de TIC.
Tabero, que con un paréntesis de seis años de Telefónica ha desarrollado toda su carrera en el banco, asume un área que hasta ahora no existía como tal, pues digital dependía de marca e informática pendía del área corporativa. Es el último cambio en la alta dirección del club, donde sólo se ha mantenido Guillem Graell al frente del área de marca. Todo lo demás son nuevos rostros, algunos con pasado igualmente blaugrana. Además, según RAC1, el club ha comunicado a David Barrufet que no continuará como director de la sección de balonmano, por lo que pondrá fin a 37 años en el club.
Como ha venido adelantando 2Playbook en las últimas semanas, la dirección general recaerá en Ferran Reverter, mientras que la dirección de ingresos está liderada por Álex Barbany y la de fútbol por Mateu Alemany. Junto a ellos, claves en la generación de los ingresos, estarán Xavier Budó en deportes profesionales; Maribel Meléndez en el área corporativa; Carles Cendrós, que regresa para la dirección de recursos humanos, y Anna Aznar, que estará al frente del área social en sustitución de Pere Jansà.
Reverter, que empezará oficialmente el 1 de julio tras poner fin a su etapa en MediaMarkSaturn, se ha dirigido hoy a los trabajadores. En su intervención ha animado a la plantilla a “mantener una mentalidad y actitud muy positiva ante la adversidad, a establecer prioridades, a fomentar la transparencia y la comunicación” para transformar la manera de trabajar. “Hay que acabar con los compartimentos estancos, trabajar con más confianza y libertad, y con más responsabilidad. Las personas siempre marcan las diferencias, y si trabajamos juntos, seremos imparables”, les ha espetado.
El reto no es menor, pues el Barça cerró 2019-2020 con unas pérdidas de 97 millones de euros y se expone a un agujero de 300 millones si finalmente se aplica la limpieza de balance que plantea la junta de Laporta. Con tal de afrontar este proceso, ya se ha logrado un acuerdo con Goldman Sachs para que coloque 500 millones de euros entre inversores institucionales.
El tipo de interés y el calendario de vencimientos no se ha hecho público, ya que tampoco se ha sondeado aún al mercado por esta operación en concreto. Esta deberá ser autorizada por la asamblea de compromisarios al superar los 100 millones. Es decir, que los socios deberán validar tanto la financiación del Espai Barça como esta nueva.
