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El Barça pasa la tijera al polideportivo: inversión de 540 millones desde 2010 sin sostenibilidad

El club planea un recorte del gasto salarial en los equipos profesionales para 23-24 y ya ha anunciado que “adecuará la estructura de los deportes amateurs a la situación del club”. En el último año, las secciones generaron pérdidas récord de 48 millones.

Barça Basket ACB 2023

M. Menchén / J. Izquierdo

El FC Barcelona pasará la tijera sobre sus secciones polideportivas la próxima temporada. Aunque no es oficial de cuánto y cómo será el recorte, ya se avanzó hace unos meses que tiene previsto ajustar en más de 15 millones la inversión que realiza anualmente en sus secciones profesionales, salvo en el fútbol femenino y la cantera. Es decir: baloncesto, balonmano, hockey patines y fútbol sala sufrirán un recorte de entre el 15% y 20% de su masa salarial para adecuar sus presupuestos a la realidad del club. Una justificación muy similar a la anunciada la pasada semana para sus secciones amateur, que también sufrirán recortes en sus primeros equipos. La junta que preside Joan Laporta cree que sus equipos podrán seguir siendo referentes en España y Europa con menos recursos.

Desde 2009-2010, el club blaugrana ha asumido unas pérdidas agregadas de  540,8 millones de euros con sus equipos polideportivos, siempre considerado como una inversión que a largo plazo daría frutos. Sin embargo,  la consecución de títulos aún no se ha traducido en un motor de generación de nuevos ingresos que permitan que la actividad del Palau Blaugrana sea autosostenible. Y en ello trabaja una junta directiva que es consciente de que el principal motor de ingresos del Barça es el fútbol; y por ende, también el deporte que ha de priorizar en el urgente y necesario tijeretazo que ha de realizar a los gastos para rebajar un agujero operativo previsto de 200 millones de euros sólo esta temporada.

En lo deportivo, la historia de las secciones es positiva: el equipo de baloncesto es uno de los más fuertes de Europa, y el de balonmano, disputará en un par de semanas la Final Four de la EHF Champions League, con el objetivo de revalidar el título de campeón de Europa. Por su parte, el de hockey patines, igual que le sucediera al equipo de básquet, alcanzó las semifinales de la máxima competición continental. Y el equipo de fútbol sala ganó Champions, Liga y Copa de España el pasado año.

Las cuatro secciones profesionales siempre están en la pelea por los torneos nacionales –en el balonmano, lleva años sin dejar escapar ningún título en España– y las secciones amateurs también son referentes en sus respectivas disciplinas (atletismo, hockey hielo, rugby…) o vuelven a crecer, como le ha sucedido al equipo de baloncesto femenino, que este curso está de vuelta en la élite (en alianza con el CB Santfeliuenc) y ya disputó la última Copa de la Reina.

Sin embargo, junto a los títulos las secciones generan unas pérdidas estructurales sin que las perspectivas a medio y largo plazo permitan pensar en que el actual nivel de gasto podrá ser absorbido con la generación de nuevos ingresos. Ni el mejor plan de negocio que se pudiera realizar hoy podría generar los más de 60 millones de euros en ingresos que necesitaría el Barça para que su área polideportiva fuera sostenible. En el último año, las pérdidas conjuntas fueron de récord: 48 millones de euros. Un ahorro que vuelve a estar sobre la mesa.

 

Sin nuevos patrocinios que alimenten las secciones

El debate existente no es tanto si se han de suprimir secciones, puesto que el club ya dejó claro la semana pasada que en el caso de los deportes amateur se mantendrán todos, por ejemplo, sino de “adecuar la estructura” a la compleja situación financiera que vive el club. Un mensaje que sirve tanto para el rugby amateur como para el básquet profesional, que copa la mayor parte de las pérdidas polideportivas anuales, con 30 millones de euros de números rojos sólo en 2021-2022. Su masa salarial se sitúa en 37 millones de euros.

En el balonmano, la inversión es menor, con 8 millones de pérdidas pese a incrementar ligeramente los ingresos esta temporada, hasta 1,8 millones. Es decir, casi 10 millones de presupuesto –los grandes ingresos vienen derivados de los patrocinios del fútbol– que multiplica por diez las cifras de sus competidores en la Liga Plenitude Asobal y que le permite sumar incluso un mayor presupuesto que casi todos ellos en su conjunto. Una brecha a nivel nacional que, eso sí, se reduce drásticamente si se compara con los gastos de los otros transatlánticos del balonmano europeo como el PSG y el THW Kiel alemán, con presupuestos de más de 12 millones.

Desde 2019, las secciones cuentan con un mismo patrocinador principal: Assistència Sanitària

En el hockey patines y el fútbol sala, ambos compiten frente a frente en Europa con clubes del fútbol portugués, un país donde sus grandes equipos (FC Porto, Sporting de Portugal y SL Benfica) tienen también alma polideportiva e invierten importantes cantidades de dinero en sus secciones. En el hockey patines, el FC Porto es el vigente campeón de Europa –venció en semis al Barça–, y en el futsal, Sporting y Benfica disputaron la Final Four de la Champions. Para competir con ellos, y otros grandes clubes especializados en estas disciplinas, el Barça asume cerca de 6 millones de inversión anual en el futsal; y la mitad, 3 millones, en el hockey patines.

Pese a esta realidad, el club tampoco encuentra vías que alimenten estos presupuestos con nuevos ingresos propios en patrocinios, como sí se da ya en el primer equipo de fútbol femenino. El equipo de baloncesto hace años que no tiene title sponsor, y acuerdos como el de Lassa, empresa de neumáticos turca que le dio nombre, estaban muy ligados a la presencia del futbolista Arda Turan en el equipo. Desde 2019, el main sponsor de todas las secciones es Assistència Sanitària, que ya estaba en la lista de socios cuando alcanzó este acuerdo grupal y que se comprometió a lucir su logo en el frontal de las camisetas de las cuatro disciplinas hasta 2024. Entre los siete acuerdos que mantiene el club para sus secciones, sólo dos no provienen de acuerdos más cuantiosos que se han firmado por el fútbol: Serveto, empresa logística que renovó en pandemia hasta 2025, y Reno, cuyo acuerdo se ciñe a proveer de material técnico al equipo de hockey patines.

Por lo tanto, el potencial crecimiento en ingresos que pueden generar las secciones no es alto, y la rentabilidad no llega. El cambio de rumbo en los presupuestos para 2023-2024 está claro. En el reciente anuncio de ajustes en los deportes amateur, el club lo dejaba claro: “La adecuación transitoria en los deportes amateur responde únicamente a la situación económica del club, a la que no puede ser ajeno ninguno de sus estamentos”.

A todo ello, se suma unas cifras de asistencia al Palau Blaugrana que no superan el 63% de media en los partidos del equipo de baloncesto, el que más público atrae. El club reconocía en su última memoria (2021-2022) que, tras el cierre al público del recinto por la pandemia, la afluencia había caído un 2% respecto a 2019-2022, hasta 4.770 espectadores de media. La venta de tickets al público general se redujo en un 3%, aunque destaca en clave positiva un ligero incremento del 1% en la asistencia de abonados del club a los encuentros de la sección de básquet. Síntomas que, en un periodo en el que la tendencia es que el valor de los derechos audiovisuales en el deporte se estabilice, han llevado al Barça a apretarse el cinturón, también, en su apuesta polideportiva.

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