Nace un nuevo proyecto de franquicia profesional de rugby en España. Después de la fundación de los Castilla y León Iberians, participante de la recién estrenada Super Cup, en Barcelona acaban de lanzar el oval al aire Los Diables. El equipo está impulsado por los empresarios catalanes Josep Monti y Jordi Homs, y cuenta con el apoyo de la federación catalana de rugby, según informan sus promotores. El objetivo a medio plazo: jugar en una liga profesional a nivel europeo.
La franquicia estará formada por jugadores catalanes, irlandeses y sudafricanos. El debut se producirá la próxima semana en el Toyota Challenge de Sudáfrica (13-26 noviembre). En este torneo, que contará con la participación de cinco equipos, la bolsa de premios alcanzará el millón de rands (56.046 euros), destaca el equipo.
El arranque del proyecto se sitúa en 2018. Entonces, Monti y Homs comenzaron a dar forma al proyecto. Sin embargo, su origen “fue la asociación Barcelona Rugby, creada hace diez años por los clubes de la ciudad para conmemorar el centenario de la llegada del rugby y al mismo tiempo fomentar su práctica”, ha destacado Monti, consejero delegado de la franquicia.
“Tenemos una visión de property deportiva muy similar a la forma en que las startups arrancan. De hecho, trabajamos en un modelo tecnológico para la franquicia que la puede convertir en un referente global”, ha afirmado Monti, que también es presidente del hub de sportstech HUB23. "Queremos que toda la comunidad de los Diables participe y la tecnología permite hacerlo desde cualquier parte del mundo”.
El récord mundial de asistencia a un partido de rugby, con la final del Top-14 (Primera División francesa) en el Camp Nou, “demostró que en Barcelona existe un público objetivo para el rugby de alto nivel y que la ciudad puede ser capital del turismo de rugby”, ha añadido.
¿Participación en la renovada Pro14?
Homs ha señalado que “la franquicia es una entidad totalmente independiente, no ligada a ningún club concreto y al mismo tiempo a todos”. Sus promotores tienen como objetivo jugar en una liga profesional de rugby de Europa.
Actualmente, esa posibilidad se la pueden dar pocos torneos en el Viejo Continente. Más allá de la Super Cup, competición cerrada que ya cerró por unos años su lista de invitados, se está gestando una renovación profunda de la histórica Pro14, tras la entrada como accionista de CVC.
El nuevo socio estratégico de LaLiga pagó este verano 140 millones de euros por el 28% del torneo, en el que pretende hacer más extenso e internacional. En este sentido, planea hacer crecer el número de equipos participantes, añadiendo, de entrada, dos equipos más de Sudáfrica.
Casualmente, el país del Hemisferio Sur con el que ha ligado relaciones el proyecto barcelonés. Si no se está gestando una nueva competición cerrada de clubes, algo improbable según fuentes consultadas por 2Playbook, ésta sería la vía más sencilla para que Barcelona cuente con rugby profesional cien años después de que el oval comenzara a volar en la capital catalana.
