Publicidad

¿Cómo es el cálculo para que Barça, Madrid, Athletic y Osasuna no avalen las pérdidas por Covid?

La norma aprobada por el Ejecutivo considera todos los ingresos de los clubes, así como las ayudas públicas obtenidas a raíz de la Covid-19 y la caída o aumento de los gastos por la pandemia.

irene lozano

El Gobierno aprueba la fórmula para medir las pérdidas que no tendrán que avalar las juntas del FC Barcelona, Real Madrid, Athletic Club y CA Osasuna. El Ejecutivo ha publicado hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) cómo se contabilizarán los resultados negativos provocados por la pandemia, con el fin de que modificar la compensación de los avales que los directivos de estos cuatro clubes profesionales deben presentar cuando se incurre en pérdidas. Excepcionalmente y debido a la pandemia, las juntas directivas no tendrán que responder con su patrimonio a los números rojos provocados por la crisis sanitaria.

No hay que olvidar que la medida aprobada ayer por el Gobierno únicamente afecta al cálculo de los avales que deben presentar en cada momento las juntas directivas, y en ningún caso afecta a los ratios de control económico de LaLiga o el cierre puramente contable de los clubes, pues eso sí supondría una discriminación positiva respecto a las sociedades anónimas deportivas (SAD), fórmula usada por los otros 38 equipos de fútbol profesional y los 17 de ACB.

Ahora bien, ¿cómo será el método de cálculo para objetivizar las pérdidas que realmente ha provocado la Covid-19 en estos cuatro clubes especialmente? La idea es aplicar un método similar al que llevarán a cabo los ayuntamientos con los gestores de instalaciones deportivas, y pasa por aminorar la cifra con la reducción de costes que se hayan derivado de decisiones políticas como el cierre de instalaciones.

En concreto, el Real Decreto aprobado ayer establece que los clubes deberán presentar un informe que refleje “las variaciones patrimoniales negativas directamente vinculadas a la Covid-19, considerando para cada ejercicio económico las pérdidas de todo tipo de ingresos” por la pandemia, así como las ayudas públicas obtenidas y “los ahorros y los aumentos de gastos asociados directamente a dichas pérdidas de ingresos y los demás ahorros que se hayan derivado de la aplicación de la legislación aprobada para paliar los efectos”.

Es decir, que los cuatro clubes deben reducir la caída de ingresos real con los ahorros que, por ejemplo, ha supuesto no abrir los estadios para los partidos. Estos documentos se remitirán a LaLiga, que realizará la cuantificación definitiva de lo resultados negativos, y que deberá contar con el visto bueno del Consejo Superior de Deportes (CSD).

La fórmula para medir la pérdida provocada por la pandemia contempla todos los ingresos, incluidas subvenciones públicas, y los gastos asociados a la pérdida de ingersos

La mayoría de clubes no han salido indemnes del golpe económico provocado por la pandemia en 2019-2020, y la previsión para esta temporada es peor. De ahí que los clubes hayan pedido al Gobierno que no tengan que responder con su patrimonio para compensar las pérdidas provocadas por una situación ajena al club.

Es una situación que afecta sobre todo al Athletic, pues la junta de Aitor Elizegi llegó al cargo a finales de 2018 y, tras cerrar el primer ejercicio con unas ganancias de 23,87 millones de euros, ya ha anticipado que entre 2019-2020 y 2020-2021 acumulará un déficit de 35 millones de euros. Y, teniendo en cuenta la lenta recuperación que se espera, nada les aseguraba que pudieran concluir su ciclo en positivo.

El caso del Barça es distinto, pues el mandato de Josep Maria Bartomeu concluyó en beneficios pese a las pérdidas de 97 millones de euros. Sin embargo, ha dejado un reto mayúsculo a su sucesor, pues el presidente que salga de las elecciones del 24 de enero tendrá que asumir como propio el cierre contable de 2020-2021. Por ahora ya se ha logrado diferir el pago de 172 millones de euros a los próximos cuatro años,  aunque el punto de equilibrio dependerá de la reapertura de estadios como tarde en febrero.

En cuanto al Real Madrid, la dirección logró salvar el beneficio neto en 2019-2020 (313.000 euros frente a los 40 millones previstos), y para este curso confía en activar palancas que le permitan reducir un agujero que hoy cifran en 91,1 millones de euros antes de impuestos, como adelantó 2Playbook. “Redoblaremos los esfuerzos para que cambie la foto”, aseguró este domingo en asamblea su vicepresidente, Pedro López Jiménez.

En lo que concierne a Osasuna, los navarros son los que menos se están viendo golpeados por la pandemia entre estos cuatro clubes. La previsión es cerrar el año con un beneficio de 300.000 euros, por los 2,7 millones de euros que ganó en 2019-2020. En la pasada temporada, la entidad registró un negocio ordinario de 57,5 millones de euros, para un total de sesenta millones de euros de ingresos totales, mientras que en 2020-2021 confía en alcanzar los 65 millones.

Publicidad

Publicidad