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Los Warriors baten a los Lakers y buscan el ‘Trono de Hierro’ como franquicia más valorada de la NBA

El equipo, ya en San Francisco, ha superado por primera vez a Los Ángeles Lakers y prácticamente ha alcanzado a New York Knicks con una valoración de 5.210 millones. Los Warriors encabezan el vuelco a los mercados en la liga, seguidos de Nets y Clippers.

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Julio de 2010. Joe Lacob se hace con la mayoría accionarial de los Golden State Warriors por 450 millones de dólares (371,5 millones de euros), en la que fue la operación corporativa más cara de la historia de la NBA. Hoy esa cifra no sólo ha quedado rebasada en casi 3.000 millones de dólares (2.482 millones de euros), sino que la franquicia californiana ha multiplicado su valor de mercado por doce en una década, hasta 5.210 millones de dólares (4.311 millones de euros). Y no sólo eso, por primera vez ha superado a Los Ángeles Lakers y amenaza la hasta ahora inabordable hegemonía de los New York Knicks, según un estudio de valoraciones lanzado por Sportico.

El ascenso meteórico de los Warrios se basa en dos pilares: el primero, vinculado al éxito deportivo en torno a la figura de Stephen Curry, que ha convertido al equipo en un referente generacional y el máximo exponente de la nueva tendencia de juego en la liga. El segundo pilar, una profunda reestructuración directiva que en su día impulso las áreas comerciales, digitales y audiovisuales, situando a los Warriors a la vanguardia de la NBA.

El proceso culminó con su mudanza de Oakland a San Francisco, un mercado con mucho más atractivo comercial. Su nuevo pabellón, en el que se invirtieron 1.300 millones de dólares tenía asegurado un retorno de 2.000 millones en acuerdos comerciales un año antes de que el equipo se trasladara oficialmente.

La franquicia californiana logró mantener su cifra de negocio en 2019-2020 en 434 millones de dólares (359 millones de euros), gracias al compromiso de sus principales socios: Chase, que da nombre al pabellón, Rakuten, en el parche del a camiseta, y otros como Adobe, Fanatics y Google. De hecho, entre los treinta equipos de la NBA, sólo Warriors y Clippers lograron mantener intacto su volumen de ingresos respecto a 2018-2019 pese a la pandemia.

De seguir la escalada, los Warriors superarán a los Knicks la temporada que viene

Los Warriors representan, junto a Brooklyn Nets y Los Ángeles Clippers, la nueva generación de franquicias frente a las clásicas Knicks, Lakers y Celtics. Por ahora, los neoyorquinos aguantan como la franquicia más valorada, con un precio de salida que se estima en 5.420 millones de dólares (4.485 millones de euros).

Su valoración, sin embargo, apenas ha variado en los últimos años, aupada únicamente por las cantidades récord que se han pagado cada año en la NBA por otros equipos. En 2019-2020 su cifra de negocio cayó un 9% interanual, hasta 428 millones de dólares (354 millones de euros) y sólo el valor de la marca Knicks permanece invariable. El año pasado James Dolan, máximo accionista y consejero delegado de Madison Square Garden, empresa que también explota el pabellón, rechazó ofertas de más de 5.000 millones por ceder sus acciones.

Es una cantidad similar a la que se estima que la NBA espera poner en el mercado a las dos próximas franquicias en caso de haber una expansión de la liga. Las últimas informaciones apuntaban a Seattle, hogar de los antiguos Supersonics antes de mudarse a Oklahoma, y Las Vegas, donde ya hay un equipo de la WNBA y donde el año pasado se mudaron los Riders de Oakland, ciudad que ha perdido a dos de sus tres principales equipos deportivos en un año.

En una situación a los Knicks se encuentran los Lakers. Los neoyorquinos, a la deriva deportiva desde hace veinte años, son el contrapunto de los angelinos, vigentes campeones y capaces de captar a LeBron James en la agencia libre y lograr un traspaso por Anthony Davis. El equipo sigue en manos de la familia Buss, con Jeannie como principal accionista, y su valoración de mercado se ha disparado hasta 5.140 millones de dólares (4.253 millones de euros) a pesar de que su cifra de negocio se contrajo un 9% interanual por la Covid-19, hasta 418 millones de dólares (345 millones de euros).

 

En cuarto lugar se sitúan los Nets, que hace dos años pasaron a manos de Joseph Tsai en una operación cerrada en dos fases, que valoró el 100% del capital en 3.500 millones de dólares (3.155 millones de euros). Su valoración de mercado aún se sitúa por debajo de dicha transacción, con 3.400 millones de dólares, aunque se espera que esta se incremente en las próximas temporadas al amparo del Big Three formado por Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving y la apuesta por fusionar la cultura urbana neoyorquina en el ADN del equipo.

La principal diferencia entre Nets y Warriors frente a Clippers está en el trabajo sobre la imagen de marca. Ambas franquicias han logrado posicionarse como marcas más jóvenes y urbanas, atractivas para las nuevas generaciones, con una identidad propia que orbita sobre sus ciudades.

Los Clippers, sin embargo, siguen a la sombra de los Lakers, motivo por el que Steve Ballmer, su accionista mayoritario, invirtió más de 1.000 millones de dólares para comprar el antiguo Forum de Inglewood, antigua casa de los Lakers, y dejar de compartir el Staples Center. Esta estrategia permitiría a los californianos seguir la hoja de ruta de los Warriors, aunque se desconoce si para cuando puedan trasladarse, en 2024, acompañarán los resultados deportivos para capitalizar su rendimiento.

Los Clippers, de hecho, aún son superados por otros dos históricos como Boston Celtics (3.180 millones de dólares), Chicago Bulls (3.140 millones de dólares) y hasta por los Houston Rockets (2.770 millones de dólares), que la semana pasada traspasaron a James Harden rumbo a los Nets. Todos ellos están por encima de la media de la NBA, que se sitúa en 2.400 millones de dólares (1.986 millones de euros).

Por encima también se sitúan otras franquicias como Dallas Mavericks, donde juega Luka Doncic, Toronto Raptors, penúltimos campeones y Philadelphia Sixers. La línea de corte la marcan los Miami Heat, dejando a los otros 18 equipos por debajo de la media. Entre los treinta clubes que componen actualmente la NBA superan una valoración de 71.000 millones de dólares (58.753 millones de euros).

La valoración media de las franquicias de la NBA supera los 2.400 millones de dólares 

En la franja media se sitúan equipos que combinan ciudades de menor tamaño con éxitos deportivos recientes. El caso más representativo es el de San Antonio Spurs, con cinco anillos entre 1999 y 2014, pero también el de Milwaukee Bucks, que ha logrado renovar este verano a Giannis Antetokounmpo, MVP las dos últimas temporadas, o Portland Trail Blazers, controlado actualmente por Jody Allen, hermana de Paul Allen, quien hasta su fallecimiento era el máximo accionista del club y de los Seattle Seahawks de la NFL.

¿Cómo se traduce esto en términos de negocio para las franquicias? El valor de mercado no sólo está supeditada a la marca, sino también al volumen de ingresos capaz de generar. Tener el pabellón en propiedad, poder utilizarlo para celebrar otro tipo de espectáculos de deporte y ocio o haber construido una ciudad deportiva recientemente son factores especialmente relevantes en este apartado.

De esta forma, las franquicias pueden generar ingresos extra y, a mayor contribución a la liga, mayor es el techo salarial para invertir en jugadores. Así se explica que franquicias como Lakers, Warriors o Nets puedan exceder con regularidad el límite salarial y pagar la multa en forma de impuesto de lujo, ya que el negocio que generan permite compensar con creces una inversión en nóminas de jugadores que rebase el techo de gasto establecido por la liga. Para otras como Cleveland Cavaliers, Denver Nuggets o Indiana Pacers, el cálculo depende la voluntad de cada empresario, en función de si está dispuesto a asumir un mayor gasto o no.

Por poner un ejemplo: los Pacers, involucrados en el traspaso de Harden, lograron bajar del impuesto de lujo cambiando a Victor Oladipo por Caris LeVert. Su negocio ordinario se situó en 228 millones de dólares en 2019-2020, de los que más de la mitad va a parar únicamente al sueldo de los jugadores, a lo que hay que añadir el resto del cuerpo técnico, personal de oficinas, logística, activaciones publicitarias y otros gastos propios de una propiedad deportiva.

Los Pacers eran uno de la decena de equipos que tras el parón de la competición alertó de entrar en pérdidas y de posibles consecuencias aún mayores. La NBA estimó entonces que al menos tres franquicias estaban en serio riesgo, y otras cinco en riesgo moderado, todo ello antes de regresar en julio y lograr que sus ingresos sólo cayeran un 10%, hasta 8.300 millones de dólares (7.000 millones de euros).

De las últimas valoraciones y el impacto de la Covid-19 sobre el negocio de las franquicias se pueden extraer dos lecturas. Por un lado, jugar en un gran mercado es sinónimo de resiliencia pese a los malos resultados deportivos y que por primera vez en la historia la televisión nacional sólo vaya a dar un partido de los Knicks, restando exposición a las marcas. Por otro lado, la oportunidad de generar más ingresos no garantiza fichar estrellas, como se ha demostrado con los últimos movimientos de Antetokounmpo, Gordon Hayward (que deja Boston para irse a Charlotte), o Donovan Mitchell, renovado por Utah Jazz.

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