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La Rfef abre un nuevo frente con el fútbol sala exigiendo avales de 60.000 euros para competir

Los clubes de Primera y Segunda representados en la Lnfs han impugnado las bases de competición de la federación, asegurando que “sería muy complicado de pagar” este canon tras la crisis. Además, denuncian “intromisión” con la publicidad de la liga.

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Lío a la vista en el fútbol sala español. Uno más. Tras las denuncias por los derechos audiovisuales y los parches en la camiseta, la última decisión de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) vuelve a toparse con el rechazo unánime de los clubes de la Lnfs. Y no es otra cuestión que la obligación de presentar un aval en Primera y Segunda División, equivalente al 10% del gasto y con un mínimo de 60.000 euros. “A algunos clubes les será muy complicado pagar ahora tras la crisis”, apuntan desde dentro de la asociación de clubes a 2Playbook.

Esta medida es nueva, nunca antes se había exigido un aval a los equipos. “En un año como éste, con las complicaciones que han tenido para mantener los patrocinios, la pérdida de ingresos por la falta de público… No es normal”, denuncian desde el entorno de los clubes, que han impugnado el reglamento, las normas reguladoras y las bases de competición presentadas por la federación.

En ella, no sólo se solicitará un aval a los clubes de Primera División. En Segunda, también se solicitará el 10% del gasto de la temporada pasada, con un mínimo en este caso de 15.000 euros. Un agujero más en la capacidad de inversión de estos clubes, que en la mayoría de casos no superan el medio millón de euros de ingresos.

Por otro lado, la Rfef, organizadora de la competición, también ha mantenido tras la pandemia varias medidas en las que venía trabajando la Lnfs, pero que se proyectaban “con mayor flexibilidad”. Se trata de la petición de disponer para 2022-2023 de un pabellón cubierto con un mínimo de 2.000 espectadores. “Muchos son recintos municipales”, recuerdan desde los clubes.

Una de las denuncias más repetidas por la Lnfs es la “intromisión” que, según dicen, viene haciendo la federación en las grandes competiciones del fútbol sala desde hace varias temporadas. En este sentido, las bases presentadas por la federación incluyen, por ejemplo, un presupuesto mínimo: en Primera, el punto de partida son 300.000 euros, mientras que en Segunda se exige menos y con 75.000 euros bastaría.

Según explican varias fuentes consultadas por este medio, la federación “deja entrever que tienen la potestad de imponer una cuota de inscripción”, un asunto que intimida a los equipos, golpeados por la Covid. La Lnfs, en la que están presentes la mayor parte de los clubes de Primera y Segunda División, cerró 2020-2021 con un pequeño déficit, menor a 40.000 euros.

 

La televisión, al alza, a la espera de la resolución judicial

Para esta próxima campaña, el presupuesto aprobado la pasada semana se sitúa algo por encima de los 1,9 millones de euros. Sin embargo, en este plan de negocio para el corto y medio plazo tiene gran relevancia los derechos audiovisuales. Este es el gran caballo de batalla entre la Lnfs y la Rfef.

Precisamente, hay abierto un frente legal desde el pasado noviembre entre la Lnfs y la Rfef al respecto. La asociación mantiene un acuerdo hasta 2023 con LaLigaSportsTV. Tras 297 partidos emitidos en directo esta última campaña, entre la OTT, GOL y las cadenas autonómicas, el socio audiovisual del grueso de clubes de la liga se ha mostrado satisfecho en la asamblea general: “Hemos triplicado el número de emisiones respecto a la temporada pasada y las audiencias han subido un 50%”, destacó Jaume Zorita, director de contenidos de OTT de LaLiga, en la reciente asamblea de la Lnfs.

La federación, y así lo estipula en sus normas reguladoras de la competición, “resulta de la exclusiva competencia de la Rfef la comercialización centralizada de todos los derechos de transmisión audiovisual vinculados a las competiciones”. Los clubes niegan esto, alegando que esos derechos son de cada uno de los equipos participantes. Es algo avalado en repetidas ocasiones por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc), y que incluso la nueva Ley del Deporte recoge.

Este asunto está judicializado a la espera de resolución. En esa denuncia, realizada la pasada temporada, también se incluyen a los equipos que se salieron de la Lnfs y aportaron sus derechos audiovisuales a la Rfef, que los pasó a Rtve y su canal temático Teledeporte.

“Rompieron un contrato ya firmado”, apuntan desde la asociación. Los clubes implicados son Movistar Inter, Burela, Peñíscola, Ribera Navarra y Jaén, que no perciben los ingresos por televisión provenientes del acuerdo de la Lnfs con LaLiga en 2019.

Al respecto de la alianza con LaLiga, también la Rfef solicita en las bases pedir autorización expresa a la federación de “la publicidad de otras competiciones, asociaciones o entidades deportivas relacionadas con el fútbol sala de ámbito internacional, nacional o local”. Un punto que es “una intromisión total, ¿ahora van a querer regular hasta el patrocinio?”, claman desde el futsal.

Entre los patrocinadores de la Lnfs, además de LaLiga, esta próxima temporada seguirán Joma y BeSoccer, los tres principales socios comerciales de la competición. Una Lnfs que también está internacionalizándose, ofreciendo apoyo en marketing y gestión a las ligas locales de Inglaterra, Estados Unidos, Australia y la Liga Báltica.

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