Las compañías cada vez están más comprometidas con fomentar la actividad física en sus equipos como medida no sólo de mejorar la productividad de sus empleados, sino también para ofrecer un intangible a la plantilla que revierta en su bienestar. Rastreator es una de esas compañías. La empresa apostó por ofrecer soluciones para que sus equipos pudieran acudir a múltiples centros deportivos, y Nuria Val, especialista en comunicación y RSC en la compañía, defiende en una nueva edición de Urban Sports Club Talks que esta iniciativa forma parte del ADN de la empresa.

La primera pregunta, muy directa: ¿el deporte es un bien necesario en el entorno laboral?

Desde los inicios hemos apostado claramente por el deporte y sobre todo por fomentar al final un entorno laboral activo para que los empleados, además de trabajar, tengan otro tipo de actividades que les hagan mantenerse activos y sobre todo practicar deportes y hacer equipo, al fin y al cabo.

Lleváis unos los meses en Urban Sports Club. No sé si nos podrías explicar cómo fue ese proceso de sumaros a la plataforma y de incluirlo dentro de toda la oferta de servicios que tenéis para los empleados de la compañía.

En Rastreator tenemos muy en cuenta la opinión de los empleados. Lanzamos muchísimas encuestas para ver un poco qué es lo que es lo que quieren, qué actividades prefieren y demás. Y una de las necesidades que vimos es que querían todavía más talleres y más actividades vinculadas con el deporte y, sobre todo, más aún a raíz del confinamiento en el que estábamos todos ya un poco cansados de estar en casa. Y por eso, al tener esta alternativa, que al final agrupaba opciones para todos los gustos vinculadas con el deporte, pues decidimos arrancar.

Tenéis ping-pong, fútbol… ¿Qué ha cambiado desde la inclusión de la parte más de fitness al cada vez más amplio elenco de actividades dirigidas? ¿Qué ha supuesto de cambio para los trabadores?

En Rastreator tenemos una cultura muy particular y hay una parte que siempre decimos de ese salario emocional que es una realidad, y es que los empleados tengan también alternativas de ocio en el que puedan distinguirse un poco del día a día del trabajo y practicar otro tipo de actividades entre ellas. Como decías ping-pong, clases de yoga y club de senderismo, un montón de alternativas para todos los gustos que hacen que al final el entorno laboral sea un poquito más agradable y distendido.

“Fomentar el deporte en el entorno laboral es beneficioso para los empleados y para la empresa”

Antes comentabas que es una cuestión que está muy interiorizada dentro de Rastreator todo el fomentar, no sólo el deporte, sino multitud de actividades. Pero, a título personal, ¿qué consideras que tiene valor en fomentar el deporte dentro de la organización?

Bueno, siendo realistas, yo creo que es que todo es positivo. Al final, fomentar un entorno en el que el empleado también sepa que hay más cosas más allá de sólo trabajar, que obviamente es un entorno de trabajo, pero que se puede también divertir, puede practicar deporte y fomentar esta vida activa. Creo que es beneficioso para todos empleados, empresa y, en definitiva, todos los que estén implicados.

¿Qué cambios de actitudes de bienestar había en los trabajadores de Rastreator para que os sumarais a esto? ¿O ya formaba parte del ADN?

Forma parte del ADN. Y sobre todo lo vemos en la buena acogida que al final tienen este tipo de iniciativas. Dentro de lo que es la empresa, hay actividades de diversos temas. Todo lo que tiene algún tipo de vínculo con el deporte y la vida siempre tienen muy buena respuesta por parte de los empleados y yo creo donde más gente al final se apunta a participar y a formar parte de la experiencia.

A raíz de vuestra experiencia, ¿recomendarías fuertemente que otras empresas también se sumen a fomentar la práctica deportiva dentro de la organización?

Yo creo que sin duda. Uno de los problemas que pueden tener las empresas a la hora de decir bueno, pues yo también quiero fomentar el deporte y la vida activa con mis empleados. Es decir, ¿por dónde empiezo? O, ¿qué tipo de deportes pueden gustar más o menos? Pues al final, con herramientas como ésta, que aglutina un poco todos los tipos de deportes, tienes como una oferta mucho más sencilla para que al final, cada empleado se personalice su actividad física y al final que llueva a gusto de todos, como se dice. O sea que yo creo que este tipo de herramientas también facilitan muchísimo este tipo de actividades.

Según la Seguridad Social, menos del 10% de los trabajadores practicaron deporte en su puesto de trabajo durante el último año. ¿Por qué crees que están bajos de porcentajes? ¿Es por una cuestión de los propios empleados o porque las empresas no lo fomentan del todo?

Al final quien tiene que ponerse más las pilas en este caso son las empresas, son las que al final tienen la batuta para para fomentar que los empleados puedan hacer también deporte en el entorno laboral. Es como todos, si desde arriba no te dan ese empujoncito y no te animan ni te fomentan a que puedas practicar deporte o te den facilidades para ello, muchas veces no te animas tú a dar ese paso. Que las empresas fomenten la actividad deportiva en el entorno laboral es imprescindible y, aunque cada vez vemos que las empresas se modernizan más, en España todavía hay mucho camino por recorrer en este sentido.

A raíz de la reflexión que hacías, en el caso de Rastreator, ¿ha sido muy importante la convicción dentro de la dirección de la compañía de que hay que fomentar la práctica deportiva?

Sin duda. Al final, en el caso de Rastreator, como te decía, tenemos una cultura muy particular de la cual estamos muy orgullosos y sacamos bastante pecho por eso mismo. Es una empresa en la que no hay despachos, todo el mundo somos iguales y, al final, si a alguien le apetece hacer algo o alguien tiene una idea, se lo puede proponer. Como decía, hacemos encuestas a los empleados sobre qué tipo de actividades quieres que fomentemos o que organicemos desde el equipo de personas y cultura, que al final es el equipo responsable de organizar todo este tipo de actividades. Todos los empleados pueden proponer ideas para que al final nadie se vea afectado o señalado. Que nadie pueda decir cuando está en el entorno del trabajo y otros están jugando al ping-pong que esas personas no hacen bien su trabajo. Al revés. El CEO de Rastreator, por ejemplo, es el primero que de vez en cuando propone echar una partida de ping-pong donde tenemos una sala. Se necesita este tipo de breaks para seguir teniendo éxito.

Rastreator es una compañía que ha apostado por fomentar el deporte estando contexto en el que se presupone que no hay muchos incentivos por parte de la Administración a la hora de fomentar que las empresas prescriban el deporte en sus organizaciones. ¿Tú compartes que falta de incentivos o parte de administración? ¿Eso debería ser un aliciente adicional?

Bueno, yo creo que por un lado las empresas privadas al final tienen la potestad y la fortuna de decir: quiero fomentar esto, mi empresa y por lo tanto al ser una empresa privada puedo apostar por ello, invertir en ello. Y lo que tú dices, es parte de un salario emocional, que para nada es un gasto, sino al revés, una inversión que va que va a afectar en el estado de ánimo de los empleados. Y, por otro lado, al final las entidades, en este caso públicas, cuanto más fomenten este tipo de actividades en el entorno laboral, más se va a normalizar, más van a apostar las empresas por ello y más integrado va a estar el mundo deportivo en cualquier tipo de entorno laboral. En una oficina de 8 horas podemos trabajar y sacar las cosas adelante, pero, si nos tenemos que bajar a jugar un partido ping-pong, se puede. Es una cuestión de ir cambiando un poquito mentalidades e ir introduciendo y atrevernos un poco más a apostar por este tipo de herramientas y plataformas.

¿Qué ha supuesto el deporte en el ámbito laboral en el caso de Rastreator?

Desconexión.

¿Y en tu caso particular?

Desconexión también. Sin duda. Yo creo que es el único momento en este mundo loco en el que vivimos, en el que dices mira responsabilidades laborales y personales se quedan atrás. Empiezo mi clase de lo que sea y hasta que acabe ni móvil, ni e-mails, ni familia, ni amigos, ni nada. Entonces para mí la palabra clave es desconexión, sin duda.