La factura de la Covid-19 en el deporte catalán registra pérdidas de ingresos por 1.350 millones de euros en 2020. Así se desprende del informe del impacto económico de la pandemia en el sector deportivo catalán, que ha sufrido una caída media del 27,6% del negocio de las entidades deportivas con y sin ánimo de lucro.

Dado que esta industria generaba antes de la pandemia 5.000 millones de euros al PIB catalán (un 2% del total), su aportación ha caído hasta 3.650 millones de euros en 2020, un año en el que los centros deportivos tuvieron que cerrar hasta en tres ocasiones (marzo, julio y noviembre). Teniendo en cuenta la tercera ola, que provocó un cuarto cierre después de Navidad, la previsión de caída del negocio -de no haber nuevos cierres- podría ser del 14% este año, respecto a 2019.

El estudio, con una muestra de 862 organizaciones deportivas, detalla que el 73% de las entidades deportivas perdieron ingresos respecto a 2019. Las organizaciones a las que más afectaron los distintos cierres fueron las empresas con ánimo de lucro, como son las gestoras de instalaciones y las compañías de turismo deportivo. En segundo lugar, estuvieron las federaciones deportivas y los clubes, mientras que el sector de los consejos deportivos de Cataluña figura en último lugar por merma de ingresos.

Un 28% de las entidades deportivas podrían desaparecer “si no hay nuevas medidas y una cierta normalización de la actividad”, ha añadido Meritxell Budò, consejera y portavoz del Gobierno catalán. “Si hay nuevos cierres, sería oportuno repetir las ayudas aprobadas en los últimos meses”, ha añadido Gerard Figueras, secretario general del Deporte y la Actividad Física. El responsable ha recalcado la necesidad de no dejar caer a las entidades para que no se destruya tejido deportivo y ha apuntado a la necesidad de aprobar “nuevos criterios de reparto de subvenciones, más allá del número de licencias o de que se gestionen equipamientos”.

Un 28% de las entidades deportivas de Cataluña corren el riesgo de desaparecer

Hasta el momento, la Generalitat de Catalunya ha destinado 81 millones de euros en ayudas directas al sector del deporte y 10 millones de euros para financiar la liquidez de las entidades a través del Institut Català de Finances (ICF). La consejera ha reconocido que han sido ayudas “insuficientes” y que el nuevo Gobierno catalán deberá seguir apoyando a esta industria en los próximos meses mediante subvenciones que no sólo busquen compensar la caída de ingresos, sino también contribuir a la actividad física adaptada, además de construir y rehabilitar equipamientos deportivos. “Durante la pandemia, el Gobierno español no ha destinado ayudas directas a este sector”, ha lamentado Budò, que ha pedido al Gobierno central una reducción de los impuestos al deporte, la redistribución de la recaudación del juego y una Ley de Mecenazgo que contribuya a la aportación de recursos desde el ámbito privado. 

El informe concluye que el 75% de las entidades deportivas de Cataluña ya no tienen más capacidad de endeudamiento por lo que, “si las consecuencias de la pandemia se alargan, no podrían solicitar más créditos”, ha explicado la consejera y portavoz del Gobierno catalán. Por el momento, sólo está en la agenda cerrar el deporte si no se logra controlar la cuarta ola, pero Budò ha recalcado que se evitará llegar a ese punto y se tomarán las medidas oportunas “poco a poco”.

El impacto de la pandemia también ha tenido su réplica en el ámbito laboral. El 30% de las entidades han perdido trabajadores respecto a 2019, sin contar los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte). El 33% las entidades han acudido a este mecanismo para proteger el trabajo, siendo las más habituales las empresas deportivas, como gestoras de instalaciones deportivas o de eventos.

Desde la vertiente social, se estima que el 60% de las entidades han perdido masa social, con una media de caída del 15%, aunque en el caso de los centros deportivos ha sido superior. Ello ha provocado “la reducción de la actividad física que esto conlleva en términos de salud, pero también la caída derivada de ingresos que esto supone a las entidades”, ha apuntado Figueras. “En cada uno de los cierres que han afrontado los gimnasios, se han perdido en torno a un 15% de abonados”, ha añadido. Eso sí, un 8% de las entidades sí han incrementado su masa social pese a la pandemia.

En Cataluña, más del 70% de la población practica deporte de manera habitual, por lo que participa de un sector que cuenta con más de 18.000 entidades deportivas registradas, 73 federaciones deportivas con alrededor de 600.000 licencias, 45 consejos deportivos y 40.000 instalaciones deportivas registradas en el censo de equipamientos. El ámbito del deporte y la actividad física generaba 5.000 millones de euros antes de la pandemia, un 2% del PIB catalán, y una ocupación del 3,2% sobre el total de las personas que trabajan en la región.