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El Barça firma con Goldman Sachs: 595 millones a diez años y 70 millones en la recámara

El club formalizó ayer la operación de financiación dirigida por el banco de inversión, que ha cerrado la venta a un interés medio del 1,98% entre inversores internacionales con la garantía de los derechos de televisión.

FC Barcelona griezmann estrella damm 2021 2022
FC Barcelona griezmann estrella damm 2021 2022

La cuenta corriente del FC Barcelona vuelve a tener liquidez. El club catalán cerró ayer la operación de financiación coordinada por Goldman Sachs, que ha conseguido 595 millones de euros entre inversores internacionales, con la posibilidad de emitir nueva deuda en hasta 70 millones si es necesario en el futuro, según explican a 2Playbook fuentes próximas al acuerdo.

El banco de inversión, encargado de coordinar la refinanciación, ha logrado que el tipo de interés sea finalmente del 1,98% anual, por debajo del 3% que se marcó la junta directiva de Joan Laporta como objetivo. Ello, después de que Fitch salvara la calificación crediticia de la entidad deportiva cuando todas las miradas estaban centradas en su solvencia económica.

Por el contrario, el Barça ha tenido que conformarse con un calendario de vencimientos que se extiende por un periodo de diez años, frente los quince que se ambicionaba para aligerar las amortizaciones anuales. La garantía entregada son los derechos de televisión, de modo que los inversores estarán muy atentos a los tres próximos ciclos audiovisuales. Así, también se entiende en parte la oposición blaugrana al acuerdo de LaLiga con CVC.

Fuentes próximas a la operación indican que el préstamo se divide en 455 millones de nueva financiación y 140 millones adicionales de renegociación de créditos y deudas pendientes de pago anteriores, tanto con clubes como proveedores. En los despachos del Camp Nou sostienen que son “unas condiciones más favorables”, y que ofrecen un margen adicional por si posteriormente se requiere más liquidez. En concreto, otros 70 millones de euros.

El FC Barcelona y Goldman Sachs firman un crédito a diez años por 595 millones con los derechos audiovisuales como garantía

“Con este plan se consigue una financiación a largo plazo a un tipo de interés más bajo que el existente actualmente, el cual permite hacer frente a las obligaciones del club y asegurar la puesta en marcha del nuevo plan estratégico del Barça”, indican desde la junta presidida por Laporta.

La entrada de liquidez era necesaria para afrontar los pagos a corto plazo de una deuda bruta de 1.350 millones de euros, dividida entre entidades financieras (673 millones), nóminas de deportistas (389 millones), litigios que creen que se perderán (90 millones), anticipos de derechos de televisión (79 millones), Espai Barça (56 millones), y abonos que no se cobrarán (40 millones).

A estos importes hay que añadir los 815 millones inicialmente asociados al Espai Barça, si bien Laporta dejó entrever que el coste podría acabar siendo muy superior. “El club sigue trabajando para concretar, cuando obtenga la autorización en una próxima Asamblea, otro acuerdo de financiación para llevar a cabo el Espai Barça”, explican desde la entidad, en referencia a las obras de remodelación del Camp Nou y construcción el nuevo Palau Blaugrana.

La falta de caja y la necesidad de cubrir el desfase entre ingresos y gastos explica que la deuda neta haya pasado de 217 millones antes de la pandemia a 551 millones de euros el último año, según el sistema de cálculo de LaLiga. Es un método más benévolo que el que originalmente se usaba para medir si se cumplía con la disciplina financiera autoimpuesta en los estatutos, y aun así se ha producido un nuevo incumplimiento, que la anterior junta insistió en que es 100% atribuible a la crisis.

El ratio de deuda neta sobre ebitda se situó en 3,64 veces al cierre de 2019-2020, por encima del múltiplo de dos recogido en las normas internas. La junta de Josep Maria Bartomeu defendió que, sin Covid-19 ese ratio sería de 1,1, puesto que la deuda neta sería de 363 millones y el resultado de explotación de 229 millones de euros. Aun así, la junta dispondría de dos años para recuperar unos niveles sostenibles, algo que ya corresponderá al próximo equipo gestor.

En cualquier caso, la operación con Goldman Sachs convierte al banco de inversión en la entidad más expuesta a la evolución futura del club, que en 2020-2021 cerró con unas pérdidas récord de 481 millones de euros, según avanzó Laporta. Este importe recoge tanto una mala proyección de Bartomeu, como a la limpieza ejecutada por el nuevo presidente para encarar 2021-2022 con menos cargas asociadas al pasado.

Sin ir más lejos, se han cargado provisiones de 90 millones por litigios y un deterioro de los activos intangibles deportivos de 138 millones de euros. Es decir, que el valor de la plantilla deportiva en balance se ha recortado casi un 25% para adecuar a mercado la tasación de futbolistas como Pjanic, entre otros.

De no haberse optado por esta vía, las pérdidas habrían sido de 253 millones de euros el último año. A partir de ahí, habría que ver qué considera pérdidas atribuibles a la Covid el Consejo Superior de Deportes (CSD), pues eso sería determinante a la hora de saber si la actual junta podría poner en marcha una acción de responsabilidad social.

El movimiento, que agrava un presupuesto que ya dejaba 300 millones en el aire y no se han cumplido, ha contado con el aval de LaLiga, que ha realizado una tasación propia de los futbolistas sobre los que se ha aplicado la corrección del valor. No es un movimiento baladí, pues eso aligerará la carga de las amortizaciones de futbolistas de 2021-2022, si bien es un ahorro que LaLiga no tendrá en cuenta para el cálculo del límite de gasto.

Es un movimiento que, además, podría ser beneficioso si se produce el traspaso de alguna de las estrellas que han llegado en los últimos años en operaciones de más de 100 millones de euros. Hoy, su venta era poco atractiva por la amortización que arrastraban, pero ahora sí generarían importantes plusvalías para cuadrar las cuentas.

El Barça perdió 481 millones de euros en 2020-2021

El punto de partida es malo, pues la masa salarial de 2020-2021 ascendió a 617 millones de euros, equivalente a un 103% de los ingresos, y el límite de gasto que inicialmente le concedió LaLiga para 2021-2022 era de sólo 88 millones de euros, ante la necesidad de revertir la desestructuración del área de fútbol en un contexto de caída dramática de los ingresos. El año anterior ya se instó a rebajar la masa salarial a 237 millones para evitar un deterioro mayor de la situación.

Es un ajuste imposible de conseguir y que la gestora del fútbol profesional permite incumplir en determinados casos mientras duren las consecuencias de la pandemia. Por eso Laporta vive pegado a la fórmula del 1-4, por el que la gestora de la competición le permite reinvertir un 25% de todas las plusvalías por traspasos y el ahorro que se genera en salarios deportivos.

El primer paso ha sido la no continuidad de Leo Messi, que supone liberar más de 100 millones de gasto anual. Ahí se vio imposible asumir una operación de 250 millones de euros que no aseguraban los títulos importantes y suponían un fuerte obstáculo a la reestructuración del Barça.

En el caso de Gerard Piqué, de momento el único de los capitanes que ha aceptado una rebaja real de su sueldo, se le ha permitido reaprovechar un 50% de ahorro generado al suponer un ahorro superior al 5% del límite de gasto en plantilla deportiva. Aun así, con el resto de pesos pesados del vestuario no se espera un gesto como el del central.

En cuanto a los ingresos, el presidente explicó días atrás que la facturación total de 2020-2021 se hundió hasta los 631 millones de euros, y las perspectivas de la industria no son optimistas en el corto plazo: el mercado de fichajes continúa muy por debajo de los años previos a la Covid-19 y los ingresos vinculados al Camp Nou difícilmente alcanzarán el 50% de lo que suponían en 2018-2019 por las restricciones de aforo y la caída del turismo internacional. Sólo el último año se perdieron ingresos a causa de la pandemia por 217 millones, compensados con un menor gasto de 126 millones.

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