‘El Clásico’: deuda disparada, fichajes imposibles y una Superliga de dos clubes en horas bajas

Real Madrid y FC Barcelona representaban cerca del 40% de la facturación de LaLiga antes de la pandemia. Superliga, crisis, avales y sus nuevos (y majestuosos) estadios acercan a dos entidades enfrentadas que hoy sufren por mantener su dominio global.

Marc Menchén / Jabier Izquierdo

Son las dos locomotoras del fútbol español y El Clásico volverá a ser un buen termómetro para medir la salud de la competitividad de LaLiga en la escena internacional. Son FC Barcelona y Madrid, dos organizaciones que representaban en torno al 40% de la facturación global de la competición en tiempos pre-pandémicos y hoy sufren por mantener su dominio global. El golpe de la Covid-19 les llegó en proceso de acometer sus mayores inversiones patrimoniales, en pleno debate sobre el futuro de los torneos de clubes y la dificultad de competir en igualdad de condiciones preservando su modelo original de club.

El estado de forma al que llegan ambos al Camp Nou es muy distinto, tanto en las sensaciones a nivel deportivo, pero sobre todo en lo económico. Los blancos han logrado concluir las dos temporadas marcadas por la Covid-19 con un beneficio neto agregado de 1,2 millones de euros, frente al agujero económico de 582,6 millones con que cerraron los blaugranas en el conjunto de 2019-2020 y 2020-2021.

De este importe, unos 263 millones se corresponde a la depreciación de futbolistas y provisiones por litigios que ha cargado la junta de Joan Laporta al ejercicio compartido con su antecesor, Josep Maria Bartomeu. Un movimiento que ha vuelto a unir a los dos gigantes del fútbol español en un frente importante, como es el de modificar la legislación que regula los avales de las juntas en clubes deportivos, equivalente a un 15% del gasto anual y que, de facto, es un obstáculo para las candidaturas.

Es una de las carpetas en la que los intereses de Barça y Madrid van alineados, como lo es su ambición por promover la Superliga, blindar un mayor poder de decisión en la Liga Femenina de Fútbol Profesional, o desmarcarse de determinados proyectos de LaLiga. Especialmente el plan de inversión con CVC, encaminado a elevar el nivel del conjunto de los clubes y que podría reducir aún más un peso sobre el negocio que ha pasado de ser más del 50% de los ingresos totales a sólo el 37,4% en 2019-2020. Y a mayor igualdad, mayor competitividad deportiva.

En lo referente a su exposición audiovisual, LaLiga, Mediapro y Movistar+ realizarán una retransmisión “nunca antes vista” con más de 30 cámaras, señales multicámarapara cada equipo, narraciones y previas con Ibai. “El Clásico llegará a todos los rincones del mundo gracias a los 83 broadcasters internacionales y más de 500 periodistas acreditados”, apunta la competición en vísperas del partido.

 

La batalla comercial del main sponsor

Donde no hay color todavía es en el peso que ambos tienen en la factura comercial del campeonato, pues los protagonistas de El Clásico copan casi el 75% de los ingresos por este concepto. Ahora bien, también son los que más han sufrido el golpe, pues el Barça ha pasado de 363,3 millones antes de la pandemia a 270,3 millones de euros en 2020-2021. El Madrid, por su parte, aún no ha detallado el cierre del último curso, aunque en 2019-2020 logró pasar de 295 millones a 312 millones de euros por la ampliación de su alianza con Providence para explotar el negocio de patrocinio.

Hoy, eso sí, ambos también se encuentran en una carrera a contrarreloj para atar sus principales contratos a partir de 2022-2023. El Barça asumió una rebaja del 40% con Rakuten, de 55 millones a 30 millones de euros, y ahora busca en el mercado una marca capaz de volver al valor original con un hándicap: los presupuestos de marketing de hoy no son los de hace cinco años y la plantilla blaugrana hoy carece de reclamos como lo eran Leo Messi, Neymar o un triplete. También termina Beko, que siguió esta temporada liberando la manga izquierda de la camiseta y rebajando el fee, de 18 millones a 10 millones de euros.

Los blancos, por su parte, también deben cerrar la renovación con Emirates o buscar una alternativa a un acuerdo que le daba 70 millones de euros anuales. Eso sí, es un contrato no equivalente al de Rakuten, pues la aerolínea luce en la equipación de juego y la de entreno, pero también bloque la publicidad en la manga de la camiseta. Otro activo que ambos quieren comercializar son los title rights de sus respectivos recintos deportivos, con una tasación que siempre han dicho que estaría en torno a 20 millones de euros por temporada.

La carrera, con ganador, por tener el mejor estadio

Otra carrera en la que el Real Madrid lleva ventaja es la de la modernización de instalaciones. Ambos anunciaron sus ambiciones casi al mismo tiempo, pero Florentino Pérez fue más rápido a la hora de obtener un acuerdo con la Administración para establecer los límites del proyecto y ponerse manos a la obra. Bartomeu tardó casi un año más en que las instituciones públicas dieran luz verde a la inversión, que ya se encareció en más de 60 millones de euros adicionales por las exigencias del Ayuntamiento de Barcelona.

Entonces llegó la pandemia, y lo cierto es que el Real Madrid incluso pudo aprovechar la situación para acelerar los trabajos de remodelación del Santiago Bernabéu e, incluso, añadir innovaciones adicionales como el césped retráctil, que le permitirá aumentar el potencial de organización de eventos. El calendario contempla que la reinauguración se produzca en 2022-2023, con un coste total que finalmente podría incrementarse en 150 millones de euros, por lo que se iría hasta los 725 millones de euros.

Una vez esté listo, Pérez considera que los ingresos adicionales estarían en torno a 150 millones de euros, cifra que Laporta ha elevado hasta 200 millones de euros. Eso sí, los cambios que ha introducido en el Espai Barça y un nuevo cálculo del coste real han disparado las necesidades de financiación hasta 1.500 millones de euros, una operación que mañana se someterá a votación entre los compromisarios. Posteriormente habrá un referéndum, que podría demorar aún más una inauguración que ya se sitúa en 2025.

Deuda y plazos, una mochila de distinto tamaño

El miedo de muchos socios del Barcelona es que esta deuda adicional lastre la competitividad del club, que cerró 2020-2021 con una deuda neta de 558 millones de euros si se excluyen los 122 millones asociados al Espai Barça. El club defiende que la operación del Camp Nou y el Palau Blaugrana está pensada para que se costee con los nuevos ingresos que generen los dos complejos deportivos en un periodo de 35 años. Además, hace unas semanas se refinanciaron 575 millones de euros de la mano de Goldman Sachs que le dan diez años para cancelar una pelota de compromisos que vencían en menos de año y medio.

Es una situación muy distinta a la del Real Madrid, que en las temporadas previas al inicio de las obras optó por incrementar la generación de beneficios para elevar su posición de caja y llegar con menos cargas. La entidad cerró 2020-2021 con una deuda neta de sólo 46 millones de euros, a los que habría que añadir los 279,2 millones ya invertidos en la remodelación del coliseo blanco.

 

La masa salarial y los recortes

Entre las razones que explican por qué la sostenibilidad del Real Madrid es mayor que la del Barça está la manera en cómo se ha gestionado la masa salarial durante los últimos años. El equipo de Carlo Ancelotti tuvo un coste de aproximadamente 495 millones de euros en el último año de Zinedine Zidane al frente, por debajo de los 515,9 millones de 2019-2020 y ligeramente por encima de los 463 millones que promedió entre 2017-2018 y 2018-2019. Muy lejos de los excesos de Bartomeu, que para mantener a Leo Messi e intentar cubrir sin éxito la marcha de Neymar llevó el coste de la plantilla por encima de los 600 millones de euros. Sólo en 2020-2021 se bajó de esa cota, tras duras renegociaciones, y ya será en 2021-2022 cuando se regresará a niveles saludables, con unos 470 millones de euros.

Nuevos ‘jefes’ para buscar la estabilidad de la marca

La marca es ese intangible que sustenta a los clubes, más si cabe en una etapa de crisis. En el Barça, tras varias entradas y salidas fugaces en el último año, acaban de firmar a su nuevo director de marca, Sergi Ricart, tal y como avanzó 2Playbook. El ejecutivo, que completa el único espacio vacante en el comité de dirección del club, procede de Nike, donde era el director de marketing de las divisiones de rendimiento deportivo y lifestyle para el sur de Europa. Su reto será ahora dar un paso más allá, y profundizar en la apuesta que se venía haciendo por la convergencia del deporte con el entretenimiento.

Mientras, en Concha Espina renovaron hace un año a su socio para este cometido y encaran nuevos retos en relación a la marca Real Madrid. De la mano del fondo Providence, el club blanco cuenta ya con un área de estrategia para asegurar que el retorno de la inversión se produce con cada euro por patrocinios. En 2019-2020, fueron 261,1 millones de euros. En el último año, la venta comercial se frenó en seco por la Covid y el proyecto de retail de la mano de Legends no pudo ejecutarse con normalidad.

 

Dos liderazgos, dos caras opuestas

Una de las comparativas en las que peor parado sale el Barça en El Clásico de los despachos es el relativo a la estabilidad institucional. Mientras en el Real Madrid, Florentino Pérez lidera el club desde el año 2000 -con el breve paréntesis de la era Ramón Calderón (2006-2009)- sin oposición ni grandes escándalos a los que deber hacer frente.

Al otro del puente aéreo, en Barcelona, el último lustro ha sido de completo desequilibrio. El segundo mandato de Josep Maria Bartomeu fue notablemente polémico, con diferentes escándalos poniendo al Barça en el centro de la noticia -Caso Neymar, Barçagate…-. Las propias elecciones para su reemplazo fueron convulsas, con complicaciones por parte de la nueva junta para encontrar los avales necesarios, y con una reconversión ejecutiva que ha tenido un coste, para un club sumido en una galopante crisis económica, de 2,3 millones de euros en finiquitos.

Superliga: el partido que juegan de la mano

Si hay un tema que ha puesto a Pérez en el punto del huracán ese ha sido la Superliga. Un asunto en el que, saltándose su forma de operar, el presidente del Madrid no ha tenido problema de acudir a varios medios de comunicación para defender esta nueva competición. En la que sería la primera liga europea cerrada, un contrapeso a la Champions League, Barça y Madrid van de la mano.

Tras convencer primero a Bartomeu, que incluso destacó y se anotó el punto de la entrada del club en la competición en su rueda de prensa de despedida, Pérez acabó también llevando a su lado a Laporta. Con el acuerdo de CVC de por medio, el presidente blaugrana se decantó por la Superliga alegando que “no puedo hipotecar al Barça”. Ahora, sin embargo, el club se ha puesto de perfil, ha acercado posturas con LaLiga, y estaría dispuesto a firmar con el proyecto si se modifican determinadas condiciones. Desde la Superliga, tras quedarse en cosa de tres (Madrid, Barça y Juventus de Turín), aducen hoy que “el problema no es el formato, es el control económico”, abriendo la puerta a volver a hacerlo abierto a ascensos y descenso. 

 

Fútbol femenino: un ‘Clásico’ todavía en ciernes

El fútbol femenino es uno de los pocos aspectos de club en los que el Barça encara El Clásico del domingo con ventaja. Con rotunda ventaja, de hecho. El club blaugrana cuenta con el mejor equipo de Europa, mientras el Madrid -aunque ya en Champions- se sitúa en descenso. El Barça contará con 7,5 millones de euros esta temporada, mientras no sabemos cuánto gasta el Madrid.

Para ambas entidades, la profesionalización del fútbol femenino debe tener unos puntos divergentes con el resto de equipos. Quieren blindar los derechos comerciales, bloqueando los nuevos estatutos, sobre los que media el CSD. Su director general, Albert Soler, explicaba a 2Playbook esta semana que el Gobierno aboga por unos estatutos que expliciten qué soportes son de los clubes y cuáles deben ser cedidos. Así confían se desbloquee la situación.

La ‘gotera’ que no cesa con la sección polideportiva

Por último, la faceta polideportiva de ambos clubes. Aunque en el caso del Madrid sólo se desdobla con el baloncesto, ambas entidades pelean cada año -salvo contadas excepciones- por el título en la Liga Endesa. Una de las razones que sustentan su duopolio es su posibilidad de asumir unas pérdidas impensables para el resto de equipos. De hecho, blancos y blaugranas copan un 75% de las pérdidas de los clubes ACB, con un déficit agregado de 55 millones de euros, a pesar de sólo suponer un 18% de los ingresos totales, según las últimas cifras comparables, relativas a 2019-2020.

En el caso del Barça, con equipos profesionales también de balonmano, fútbol sala y hockey, el club confía contener sus pérdidas de su área polideportiva en 43 millones de euros en 2021-2022. El negocio ordinario de las divisiones de baloncesto, balonmano, hockey patines, fútbol sala y otras secciones se situará en 18,5 millones de euros, el máximo histórico. Los números rojos, además, se recortarán casi en dos millones.

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