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Barça, Real Madrid y Athletic Club impugnan el acuerdo LaLiga-CVC por considerarlo “irregular”

Los tres clubes, que también están enfrentados al resto en el fútbol femenino, defienden que la alianza con la firma de inversión vulnera el Real Decreto-Ley que regula la venta centralizada de las retransmisiones.

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FC Barcelona, Real Madrid y Athletic Club elevan el pulso a LaLiga por el acuerdo con CVC. Los tres equipos de fútbol, también a la greña con el resto en la Primera Iberdrola, han decidido impugnar el acuerdo aprobado por la asamblea del fútbol profesional el pasado 12 de agosto. En ella, se avaló la inyección de 2.100 millones de euros por parte de la firma de inversión, que a cambio se hará con un 10,95% de la mercantil a la que se traslada el negocio comercial y participará en una cuenta en participación por el mismo porcentaje en los ingresos por televisión.

El argumento se centraría en que la organización sólo tiene la potestad para comercializar los derechos de televisión y nada más, pues, aunque se trate de una cuenta en participación considera que se están hipotecando los ingresos. “Vulnera lo previsto en la normativa aplicable (y, en particular, entre otros, el Real Decreto-Ley 5/2015)”, indican.

Fue adoptado en el marco de un procedimiento notoriamente irregular e irrespetuoso con las mínimas garantías exigibles a estos efectos, especialmente ante una operación de tal trascendencia y duración”, señalan en un comunicado. Sorprende la posición del Barça, al tanto de las negociaciones y al que se le mostró información durante varios encuentros entre los presidentes Joan Laporta y Javier Tebas, como ambos han admitido.

El vicepresidente económico blaugrana, Eduard Romeu, matizó ayer esta versión e indicó que “fueron encuentros sin enseñar ningún papel. Cuando se exigieron estos papeles no nos llegaban, y cuando nos llegaban los teníamos que firmar en media hora. Llegaron tarde y con nocturnidad y el director general dijo que era imposible de firmar”.

Tanto LaLiga como CVC han defendido el ajuste a Derecho de la operación en todo momento, tras un proceso en el que han contado con la asesoría legal de Uría Menéndez y Latham & Watkins. Es una defensa que ya hicieron cuando el presidente blanco, Florentino Pérez, anunció que propondría a su asamblea la adopción de medidas legales.

Uno de los argumentos de los críticos es el excesivo tiempo que estaría CVC -o quien compre su participación- obteniendo ingresos del negocio audiovisual, en referencia a los cincuenta años de la cuenta en participación. Los promotores, por su parte, defienden que esta temporalidad de medio siglo era lo más práctico para generar un escenario lo más cercano posible a ser también propietario de estos derechos. A

Juan Arbide, socio-director de CVC en España, admitió semanas atrás que “no estaremos los cincuenta años” y que en anteriores operaciones en la industria del deporte estuvieron en torno a diez años (nueve en MotoGP y once en Fórmula 1). De hecho, fuentes conocedoras del proyecto explican que siempre se trabajó con la idea de que se produciría un exit pasados los diez años aproximadamente.

En este sentido, el reto que asume el fondo es el de recuperar la inversión sabiendo que deben aumentar el negocio de LaLiga para recuperar año a año parte de los fondos aportados, pues cuando vendan quedarán menos años para recibir parte de los ingresos audiovisuales. “No ha sido sencillo convencer al comité de inversiones; lo de no poder ser socios de todo es una anomalía que hemos podido resolver con la cuenta en participación”, admitió Arbide.

El principal caballo de batalla mediático al que se enfrenta la alianza LaLiga-CVC es el retorno de la inversión que conseguirá el fondo, que las estimaciones más realistas sitúan en unos 9.000 millones de euros si permaneciera en el accionariado durante los cincuenta años que se han fijado para la cuenta en participación sobre los derechos audiovisuales.

Dicho de otro modo, los clubes dejarían de ingresar unos 6.900 millones (138 millones anuales) en favor del socio industrial del momento. Eso sobre el papel, pues las proyecciones validadas por Kpmg establecen que la entrada del fondo y la inyección de capital realizada permitirá que los ingresos de la gestora sean superiores en casi 1.000 millones de euros a partir de 2030-2031. Es decir, que esas inversiones facilitadas ahora por la entrada de dinero se compensarían.

El informe contempla que la diferencia entre tener o no a un socio inversor no sería excesiva en el próximo ciclo audiovisual, que arrancará en 2022-2023. En esos cuatro años, la diferencia sería de 2.520 millones frente a 2.244 millones de euros. Pero, a partir de ahí, el estudio asume que el negocio del fútbol profesional español sufriría una caída del 13% en el siguiente ciclo, para después quedarse estancada en torno a los 2.000 millones.

Por el contrario, la presencia de CVC u otro socio es lo que permitirá que cada año se crezca entre 100 millones y 200 millones, apoyado en un mayor valor de los derechos internacionales y la comercialización hoy incipiente entre otras competiciones deportivas de los productos tecnológicos.

En el caso de los clubes, esta alianza debe permitir que el dinero que se reparten cada año pase de 1.601 millones en 2020-2021 a 2.472 millones de euros en 2034-2035. Sin CVC consideran que esa cifra bajaría a 1.551 millones, pero incluso si el socio inversor fuera otro fondo consideran que el crecimiento no sería tan importante, y deja en 2.226 millones el dinero que se podría repartir.

El 70% del dinero que reciban los clubes (2.100 millones tras dejar fuera a estos tres equipos, que preservarían todos sus ingresos) debe destinarse a la inversión patrimonial (estadios, ciudades deportivas), refuerzo de plantilla corporativa y proyectos de desarrollo de negocio. El 30% restante se divide a partes iguales entre refinanciación de deuda y aumento de la masa salarial.

Tras la renuncia de Barça y Madrid, el club que más se beneficiará es el Atlético de Madrid, con unos 192 millones de euros. El reparto se realizará asignando a cada club el porcentaje medio que hayan representado en el reparto de los derechos audiovisuales durante los últimos siete años.

Además, se reserva una parte para aquellos equipos que ahora están en Segunda B (el Dépor podría recibir 25 millones si regresa a la élite) o a los que estén por llegar (al menos 4 millones). El desembolso del dinero se realizará en cuatro tramos: 40% en octubre de 2021 y tres cuotas del 20% en los meses de junio de 2022, 2023 y 2024. 

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