Publicidad

Los socios del Barça aprueban la reestructuración de Laporta: 481 millones de pérdidas en 2020-2021

La asamblea ha dado apoyo al presidente en la presentación del cierre del último ejercicio económico, marcado por las pérdidas provocadas por la Covid-19 y la gestión de la junta de Josep Maria Bartomeu, así como una limpieza de balance de 263 millones.

fc barcelona eduardo romeu asamblea 21

Los socios del Barça dan apoyo a la junta directiva de Joan Laporta con el cierre económico de 2020-2021. Un ejercicio, marcado por la pandemia y una profunda limpieza de balance, que ha derivado en unas pérdidas de 481 millones de euros. A ello se suma una masa salarial que equivalía al 95% del total de ingresos del club. La asamblea ha validado las cuentas con 637 a favor (el 89% de los asistentes), 39 en contra y 40 abstenciones.

Las pérdidas dejan el patrimonio neto en 451 millones de euros negativos y un choque dialéctico entre junta entrante y saliente sobre qué parte del agujero corresponde a una “nefasta gestión”, como la calificó el CEO, Ferran Reverter, qué parte es culpa de la Covid-19 y cuánto hay que atribuirle a los nuevos rectores por una limpieza que LaLiga califica de “atípica” y EY de estar fundamentada en un “excesivo juicio de valor”.

El primer paso se ha dado aprovechando que la actual junta es la que se encarga del cierre contable de la última temporada, a la que se han cargado provisiones de 84 millones por litigios y un deterioro de los activos intangibles deportivos de 160 millones de euros. Es decir, que el valor de la plantilla deportiva en balance se ha recortado casi un 25% para adecuar a mercado la tasación de futbolistas como Pjanic, entre otros.

De no haberse optado por esta vía, las pérdidas habrían sido de 253 millones de euros el último año. A partir de ahí, habría que ver qué considera pérdidas atribuibles a la Covid el Consejo Superior de Deportes (CSD), pues eso sería determinante a la hora de saber si la actual junta podría poner en marcha una acción de responsabilidad social.

¿Cuánto cayeron realmente los ingresos a causa de la Covid-19?

El documento elaborado por la junta directiva saliente cifra en 330 millones de euros la caída de ingresos provocada por la pandemia en 2020-2021, un importe que la junta entrante rebaja a 217 millones. LaLiga, por su cuenta, considera que el retroceso sería de 349 millones de euro si se toma como referencia la media de ingresos por traspasos en las últimas temporadas.

¿Qué diferencia a todos estos criterios? La brecha más evidente la provoca que Laporta no considera que el fuerte retroceso de ingresos por traspasos de futbolistas no es una consecuencia directa de la pandemia. ¿Lo es? Tanto, como que es cierto que la prudencia contable hace que muchos clubes no arranquen cada curso presupuestando más extraordinarios por la venta de jugadores de los que ya ha obtenido en verano.

Ahí Bartomeu dice que se le deben reconocer 70 millones menos de ingresos sobre lo previsto, cifra que LaLiga eleva a 88 millones si se compara con la media de plusvalías por traspasos de los últimos cinco años. Ahora bien, lo cierto es que la pandemia ha permitido cortar de raíz una práctica que se instauró con la salida de Neymar, la de imponerse la obligación de vender por equis millones cada año para sostener una masa salarial disparada.

La otra gran diferencia es por los ingresos de televisión. Laporta sostiene que el traslado de parte de los ingresos de 2019-2020 a 2020-2021 (la parte proporcional a lo jugado en julio y gasto) tuvo un efecto positivo de 19 millones, mientras que Bartomeu dice que se trataría de una merma de 16 millones. Se desconocen las razones del expresidente para pensar en cómo se podrían haber obtenido más ingresos.

Tampoco hay acuerdo en la rebaja de costes

En su intervención, el nuevo director general del Barça, Ferran Reverter, siempre prefirió medir el golpe de la pandemia en términos netos, es decir, descontado los ahorros de costes -o aumentos- derivados de jugar a puerta cerrada o tras renegociar salarios. La junta a la que responde cifra este importe en 125 millones, entre 61 millones de sueldos rebajados y 64 millones de gastos de gestión no realizados. En total, un impacto de la Covid-19 que cifran en 92 millones y que, aseguran, es el resultado de aplicar los criterios de la circular número 3 de LaLiga que se les remitió el 7 de julio.

Bartomeu, por el contrario, considera que la reducción de costes es de 105 millones, pues a los 125 millones indicados por Reverter le restan 20 millones de costes financieros que se produjeron por “superiores endeudamientos medios provocados por la falta de ingresos”, según sus cálculos. Ahí se refiere al alzo de los intereses por el incumplimiento de los covenants con los bonistas o comisiones de renovación de pólizas, entre otros.

Es decir, que donde Laporta ve un impacto neto de 92 millones, Bartomeu lo ve de 225 millones y LaLiga lo dispara hasta los 500 millones de euros si se le añade la limpieza de balance adicional que se aplicó entre los meses de marzo y junio. Ahí se concentra otro de los caballos de batalla.

Una limpieza del valor de la plantilla cuestionada por EY

Lo cierto es que el ejercicio contable del Barça ya pintaba complicado en marzo, cuando las pérdidas que se proyectaban ya hacían pensar en un agujero de más de 200 millones de euros. Sin embargo, la nueva junta decidió aprovechar sus primeros tres meses de mandato para aplicar un fuerte correctivo al valor contable de la plantilla deportiva y dotar una serie de provisiones para cubrirse de posibles riesgos legales. Una prudencia que auditor y supervisor no acaban de compartir.

El auditor blaugrana, EY, advierte en su informe de auditoría que la depreciación de determinados jugadores “están sujetos a juicios significativos por parte de la Junta Directiva del Club”. De hecho, inicialmente se cifró en 138 millones esa amortización anticipada de los derechos sobre varios futbolistas, que finalmente se elevó a 160 millones y que la dirección sostiene que se ha hecho a partir de tasaciones por parte de terceros y con el OK de la patronal que preside Javier Tebas.

Bartomeu aquí no cuestiona la maniobra, que en el corto y medio plazo permitiría a Laporta incrementar las plusvalías por determinados futbolistas, aunque su precio de venta sea inferior al de compra. Ahora bien, el expresidente se desmarca de que ese aumento de pérdidas pueda imputarse a su gestión y considera que “las responsabilidades y derivadas son asignadas al gestor que las ejecuta”.

Eduard Romeu, vicepresidente económico, ha definido el cierre aprobado y la limpieza de balance realizada. “Había más de 400 millones de litigios contra el club. Un repertorio importante. Nosotros hicimos un ejercicio para saber qué litigios se podrían ganar, qué otros podrían ser grises y qué otros creíamos que perderemos. Hemos imputado 79 millones, un 20% de lo que había en el club y que pensamos que perderemos”, ha apuntado.

Esta decisión ha penalizado al Barça en la asignación del límite salarial para este año, y el expresidente considera que tampoco supondrá ninguna ayuda en la lógica interna de lograr rebajar el importe de los avales. Hay jurisprudencia que, en caso de disputa, consideraría esas pérdidas imputables a Laporta y no a Bartomeu.

Y aquí LaLiga poco o nada tiene que decir, aunque han dejado claro que no van a aceptar nada parecido a un doble cierre contable. Es más, atribuye a las dos decisiones de la nueva junta el 61% de las pérdidas de 2020-2021.

Las provisiones “atípicas” y “elevado grado de juicio” que no se desvelan

Si bien el informe de Tebas al resto de clubes no juzga el deterioro de la plantilla, sí decide considerar “atípicas” las provisiones por 79 millones que se han dotado. El club confirmó en un primer momento que en buena parte se correspondían a los 50 millones en que se estimaba el riesgo del cruce de demandas con Neymar, si bien más adelante rectificaron y aseguraron que todo se debía a las inspecciones de Hacienda.

Un discurso que ni en las oficinas de Torrelaguna acaban de entender, y que el propio auditor admite que fue una cuestión relevante en su fiscalización de las cuentas por presentar “un elevado grado de juicio por parte de la junta directiva del club”.

De hecho, la junta saliente pone en duda que toda esa dotación pueda corresponderse a las actas de la Agencia Tributaria, puesto que “siendo las mismas del ejercicio anterior, donde ya estaban previstas de forma cautelar 16,2 millones de euros, el mismo auditor no sugirió, ni exigió ninguna provisión adicional”. Por eso, Bartomeu vuelve a poner la mesa un posible intento de cargar pérdidas para luego revertirlas con el acuerdo posterior con el futbolista brasileño. “La decisión de esta significativa provisión es subjetiva y, por lo tanto, responsabilidad de quien la propone”, se defienden.

 

El lío de Nike, de la ofensiva legal a la negociación de buena fe

Otro de los puntos controvertidos en la defensa de las dos juntas es Nike. Bartomeu se marchó activando una ofensiva legal por tres frentes distintos en los que la reclamación al patrocinador técnico sumaba casi 50 millones de euros, como adelantó 2Playbook. Reverter confirmó este extremo, aunque aseguro que las demandas se dejaron de suspenso para negociar amistosamente en busca de un acuerdo que dijo que se produciría “en breves”.

Por eso, Bartomeu advierte del poco sentido de deteriorar un impago de la marca de 24 millones de euros, atribuido teóricamente a las penalizaciones impuestas por la multinacional por teóricos incumplimientos. “Dentro del probable acuerdo, este dinero, o parte del mismo, se podrá retornar como beneficio”, afea la junta saliente, que considera nuevamente que hay “juicio de valor” de la nueva junta y que esos casos iban bien encaminados para ser ganados.

De Barça Corporate a Barça Studios, o la renegociación salarial que no fue

El último punto de discordia entre Bartomeu y Laporta son las acciones que el primero dice que él hubiera adoptado de finalizar el mandato y que considera que el segundo no abordó. Otra cuestión es que el expresidente hubiera conseguido el objetivo que se había marcado, pues las probabilidades no eran muy altas vista la experiencia previa. En concreto, se trata de una nueva rebaja salarial con los deportistas profesionales, que la gestora sólo logró traducir en el aplazamiento de pagos en 172 millones de euros, según comunicó, así como la rebaja de 60 millones con renovaciones de contrato.

“Según nuestro plan, en el caso de mantenerse las instalaciones cerradas hasta junio de 2021, sí había que aplicar una nueva reducción del salarios, en este caso del 20% (unos 90 millones), a efectos de la temporada 2020-2021”, defendió este verano la anterior junta directiva en una carta remitida a sus sucesores. Sin embargo, difícilmente puede darse por bueno que este recorte se habría producido aún con ellos, dada la ausencia de sintonía que el expresidente demostró tener con el vestuario en su última etapa.

El último punto de lo que pudo ser y no fue es la frustrada venta de Barça Corporate, que habría aportado 100 millones de ingresos extraordinarios en 2020-2021 por el 49% del negocio audiovisual, retail, academias e innovación. Laporta lo frenó por considerar que las concesiones al socio inversor eran muy altas, pero en 2021-2022 sí confía en colocar ese mismo porcentaje de Barça Studios por 50 millones de euros que incluso se han metido ya en presupuesto.

Y es que el papel lo aguanta todo, incluso interpretaciones diametralmente opuestas sobre la situación del club partiendo de los mismos estados financieros. Eso sí, aunque unos repitan más que otros que el “el Barça estaba en quiebra técnica”, junta entrante y saliente coinciden en que la entidad tiene activos y fortaleza de marca suficiente para salir adelante. Otra cuestión es cuánto tiempo tardará en optar a todo.

Publicidad

Publicidad