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Nuevos ‘players’ y repliegue de Under Armour: así es el nuevo mapa de las ‘apps’ de entrenamiento

La Covid-19 y el confinamiento ha supuesto un boom del mercado de fitness online y ha reconfigurado el mapa de las aplicaciones de entrenamiento, por las que se han llegado a pagar 150 dólares al mes.

Nike training aplicación

En un mes finalizará el año más disruptivo de la historia de la industria del deporte. Un año en que Apple hizo su irrupción definitiva en el mundo del entrenamiento con con Fitness+, pero, a la vez, el año en que Under Armour soltó lastre con la venta de MyFitnessPal y la decisión de dejar de operar Endomondo, dos de las aplicaciones más conocidas del ecosistema deportivo digital. Lo hizo en un momento en que el confinamiento produjo un auténtico boom en el mercado del fitness online, con start ups especializadas en este sector levantando millones de dólares en rondas de financiación, con Nike ofreciendo gratis su app y con la puesta en marcha de nuevas aplicaciones que han reconfigurado el mapa de las plataformas de entrenamiento.

El mercado se divide en dos tendencias: por un lado, los fabricantes de equipamiento de fitness que se han volcado en el entrenamiento online para el hogar y ahora, más allá de vender su máquina, comercializan su plataforma bajo suscripción. Es el modelo de Peloton, Tonal, Hydrow, Mirror y un pure player de este sector, Technogym, que ha lanzado una ofensiva directa al consumidor y en el próximo trienio aspira a doblar las ventas de esta línea.

Por otro lado, están las aplicaciones que ofrecen contenidos gratuitos y bajo suscripción sin necesidad de equipamiento adicional. Basta con disponer de un dispositivo móvil, ordenador o Smart TV para acceder a la sesión. Este segmento ha evolucionado de manera rápida en los últimos años. En 2017 reinaban las apps de outdoor como Runtastic, adquirida por Adidas en 2015; Endomondo, comprada por Under Armour; Runkeeper, que en 2016 pasó a manos de Asics y, Strava, pero ahora las aplicaciones también abarcan el entrenamiento indoor y el fitness.

Además, ya no sólo monitorizan la actividad o el recorrido realizado; ahora estos sistemas ofrecen clases dirigidas virtuales, y la mayoría no están en manos de los grandes retailers deportivos. De hecho, Nike tiene su propio ecosistema de aplicaciones que le permiten conocer mejor a sus clientes. Otras buscan crecer a golpe de rondas de financiación, pero sin vender la compañía a un gigante.

Numerosas apps de entrenamiento han levantado capital tras el confinamiento; otras, como MyFitnessPal, se han puesto a la venta por menos de lo esperado

Freeletics es un ejemplo, pues en septiembre captó 25 millones de dólares para desarrollar su sistema. Poco ha tardado, dado que acaba de anunciar un nuevo algoritmo de inteligencia artificial para crear entrenamientos personalizados para sus 50 millones de usuarios que cada mes pagan por el uso de la plataforma. Aunque para suscripciones, la de Future, que en octubre captó 24 millones de dólares. ¿Su propuesta? Una app por la que los usuarios pagan 150 dólares mensuales a cambio de que un entrenador personal les ayude a ejercitarse de manera online.

Durante el confinamiento numerosas compañías optaron por ofrecer sus plataformas de manera gratuita, como ocurrió con Nike Training Club, que era de pago, o con Sweat, sistema creado por la gurú del fitness Kayle Itsines, cuya aplicación está valorada en 77 millones de dólares. Sin embargo, la tendencia apunta al pago por este tipo de servicio y, de hecho, algunas cadenas de gimnasios están planteando la posibilidad de monetizar sus aplicaciones, si bien la mayoría planean incluirla en la cuota.

En pleno boom del entrenamiento digital, ¿a qué responde la venta de MyFitnessPal por parte de Under Armour y la decisión de dejar de operar Endomondo? La empresa afirma que la aplicación “sigue siendo un elemento crucial en la estrategia digital”, pero la venta les “brinda flexibilidad de inversión para generar un mayor rendimiento y valor para nuestros accionistas en el largo plazo”, apuntó el presidente y consejero delegado de la empresa, Patrik Frisk. Pese a que vendió MyFitnessPal por 130 millones de dólares menos de lo que pagó por adquirirla en 2015, la compañía optó por soltar lastre cuanto antes, en pleno proceso de reestructuración para reducir gastos y afrontar el impacto de la Covid-19.

El repliegue de Under Armour no es sintomático del momento que atraviesa el sector; de hecho, ha sido tras el confinamiento cuando Apple ha anunciado su irrupción en el entrenamiento online con Fitness +, una plataforma asociada al Apple Watch, que será de pago, e incluirá entrenamientos dirigidos a los que se podrá acceder desde los dispositivos de Apple.

Es el camino contrario al que ha seguido Peloton, que, tras centrarse en producir contenidos para su bicicleta estática y cinta de correr, ha lanzado una app para usarla en cualquier otro tipo de dispositivo y que permite realizar las sesiones dirigidas virtuales sin apenas utilizar equipamiento.

El sector apunta a seguir creciendo. Un informe publicado por la empresa de estudios de mercado Valuates Reports asegura que el mercado global de las aplicaciones de fitness moví 3.312 millones de dólares en 2019, y se prevé que asta 2025 crezca un 25,6% medio anual, hasta alcanzar los 13.000 millones de dólares. El boom de la demanda durante el confinamiento ha sido una oportunidad para que los players se posicionen en ese mercado en aras de jugar un papel protagonista en el futuro.

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