LaLiga salva uno de los matchballs más importantes a los que se enfrentaba en el medio plazo. La competición decidió adelantar varios meses el tender de los derechos de televisión en España, y la jugada le ha salido bien. Movistar Plus+ y DAZN pagarán 1.050 millones de euros anuales a partir de 2027-2028, para un total de 5.250 millones de euros entre las cinco temporadas que van hasta 2031-2032. Esto supone una mejora interanual del 6% respecto al anterior ciclo, en el que apenas se logró una subida del 1%.
Telefónica ha comunicado que abonará una media de 527,17 millones de euros por temporada (2.635 millones en total), lo que supondría una subida de entre el 1% y el 2% respecto al anterior ciclo. Su competidor, por lo tanto, se entiende que pagará una media de 522,83 millones, frente a los 470 millones que aproximadamente pagaba, para completar los 1.050 millones comunicados por LaLiga.
La razón de esta subida por parte de DAZN es que el gran cambio en el próximo ciclo es que Telefónica renuncia a tres jornadas en exclusiva como hasta ahora. Y es que cada una de las compañías mantendrá cinco partidos en exclusiva, incluido uno de los dos El Clásico (el primero la ida y el segundo la vuelta) y la opción de elegir el primer partido en 13 jornadas.
Se desconoce si, a partir de aquí, la televisión de pago sublicenciará el lote de la OTT británica para poder ofrecer todo el fútbol español a sus clientes. Ahora bien, en su comunicado ya avanza que “dará los pasos necesarios para que los clientes de Movistar Plus+ sigan accediendo al 100% de los partidos de LaLiga y así puedan disfrutar de toda la oferta futbolística, que también incluye las competiciones europeas recientemente adjudicadas”
Este es uno de los tres escenarios principales que dibujaba Javier Tebas con el concurso, en el principalmente se buscaba fomentar una disputa entre dos operadores con esa división de 9+1, 7+3 o 5+5; este último es el formato que ha funcionado en el ciclo vigente y el que continuará, si bien con Telefónica emitiendo todos los partidos a través de un acuerdo de sublicencia con la OTT británica.
“En un contexto nacional e internacional complejo, haber asegurado un crecimiento en conjunto de un 9%, que supone más de 500 millones que el ciclo anterior, es una excelente noticia para la sostenibilidad económica de nuestros Clubes y para el futuro del fútbol profesional español”, ha señalado Tebas. “En un momento en el que muchas ligas están perdiendo valor, que LaLiga siga creciendo y alcance máximos históricos es especialmente relevante. Este resultado refleja la solidez de nuestro producto y la confianza de los operadores, impulsada en gran medida por nuestra lucha decidida contra la piratería”.
“Seguiremos trabajando junto con LALIGA para brindar a los aficionados una experiencia accesible, flexible e innovadora, que les permita disfrutar como nunca de la liga de fútbol que más aman”, ha comentado Óscar Vilda, CEO de DAZN Iberia y cuya oferta explica en buena parte la revalorización que se ha producido en este ciclo.
LaLiga ha querido poner en valor el trabajo de los dos broadcasters, destacando que “su cobertura y programación de máxima calidad han impulsado de forma decisiva las audiencias y la asistencia en las últimas temporadas. Su apuesta por la innovación y por adaptarse a los nuevos hábitos de consumo permite a LaLiga seguir ampliando su alcance entre públicos actuales y nuevos”.
Segunda División, horeca e internacional
Más allá de la Primera División, LaLiga factura también por la televisión de LaLiga Hypermotion, el fútbol en abierto, los resúmenes y el canal horeca. En total, la organización presidida por Javier Tebas calcula que en España ya tiene garantizados un total de 6.135 millones de euros para todo el próximo ciclo. Eso da unos 1.225 millones por temporada, lo que supondría una revalorización del 9% respecto al actual ciclo si se cumplen sus objetivos para los próximos tenders.
La competición espera una revalorización del 40% para LaLiga Hypermotion, pasando de 25 millones 35 millones de euros anuales entre el ciclo 2022-2027 y el 2027-2032, mientras que LaLiga Bares pasaría de 100 millones a 130 millones de euros por campaña. A eso se sumarían los 1.050 millones que ya se ha asegurado.
Estos datos acercarían a la competición al objetivo de los 2.000 millones de euros en ingresos audiovisuales a nivel global. Si se incluye la venta de derechos en el extranjer, la gestora ingresó 1.857,4 millones de euros en 2023-2024, un 1,8% más interanual.
En esta mejora fue clave la venta internacional, que creció a un mayor ritmo (3,5%) y ya rozaba los 745 millones de euros hace dos temporadas. En este pool de socios del extranjero destaca ESPN, que tiene la exclusiva de LaLiga en Estados Unidos con un contrato de 175 millones de dólares (151 millones de euros) anuales, para un total de 1.400 millones de dólares (1.211 millones de euros) en el ciclo 2021-2029. El contrato incluye los partidos en inglés y en español. ESPN es propiedad de Disney, que está acelerando su apuesta por los derechos deportivos para su OTT. Un ejemplo, Disney+, que emitirá el partido del sábado por la noche en Reino Unido hasta 2028.
En cuanto a LaLiga Hypermotion, la gestora del fútbol profesional español trabaja desde la temporada pasada con un modelo de distribución en no exclusiva que permite a telecos, OTTs y diferentes servicios de entretenimiento a incluir en su oferta el canal lineal de la categoría con todos los partidos. Actualmente, la categoría tiene una treintena de ventanas audiovisuales, incluyendo DAZN, Movistar Plus+, GOL, TEN, Prime Video, Digi y algunas televisiones autonómicas (Canal Sur, Aragón TV, Radio Televisión Canaria y TVG).
Por su parte, el canal horeca, dirigido a bares, restaurantes y demás establecimientos públicos, lo comercializa la propia competición desde 2022-2023. “Desde entonces, viene generando unos ingresos brutos mayores a los obtenidos en ejercicios anteriores en su comercialización en exclusiva”, aseguró LaLiga en sus últimas cuentas públicas, de 2023-2024, cuando facturó 90 millones por esta vía. Un servicio que, eso sí, tiene unos costes asociados de 25,9 millones.
El negocio de la TV en el resto del ‘Big-5’
¿Y cómo se sitúa el nuevo contrato de LaLiga en comparación con las otras grandes ligas europeas? El conocido como Big-5, en el que, además de la competición española, se incluyen la Premier League, la Bundesliga, la Serie A y la Ligue 1, el caminar del negocio audiovisual es muy dispar.
En lo más alto aparece la liga inglesa, escapada del resto desde hace décadas. En su caso, el recién iniciado ciclo 2025-2029 le reportará 1.676 millones de libras (1.915 millones de euros) anuales. La Premier se ve en dos canales, Sky y TNT Sports (Discovery), mientras que la BBC emite los resúmenes y mantiene su icónico programa Match of the Day. Para lograr una revalorización del 4%, el contrato pasó de tres a cuatro años y ha sumado 70 partidos más por temporada. Por lo tanto, esto reduciría en un 25% el valor teórico por retransmisión.
Por su parte, en la Bundesliga, la liga más próxima a la española en términos de negocio, la revalorización con sus derechos nacionales fue del 2%, hasta 1.121 millones por temporada. Sus socios audiovisuales son Sky y DAZN por segundo ciclo consecutivo. Entre 2025 y 2029, ambas plataformas se repartirán los derechos, si bien ambos querían hacerse con la exclusividad de la liga, que, por primera vez, se abría al comprador único.
Aunque muy diferentes en su gestión y fútbol, la Bundesliga y la Serie A comparten televisión. En el calcio, la máxima categoría también se ve en Sky y DAZN, aunque el valor de los derechos es menor: 900 millones de euros anuales. Los clubes italianos cobrarán menor en este ciclo, de cinco años, y que se extenderán hasta 2028-2029. La Serie A confía en llegar a los 1.000 millones en el último año del contrato gracias a los variables por suscriptores. Y es que DAZN emite los diez partidos –siete en exclusiva–, a cambio de 700 millones. Por ahora, el contrato sufre un ajuste del 3% respecto al anterior ciclo, y del 17% respecto a los 1.050 millones que buscaba la liga en el mercado.
Finalmente, mención aparte merece la Ligue 1. Con diferencia, la liga francesa es la más inestable del Big-5. Una crisis galopante que tiene relación directa con la televisión. Desde que Mediapro rescindiera su contrato anticipante en pandemia, por la negativa de la LFP a renegociar un acuerdo de récord –830 millones de euros por temporada–, el valor de sus derechos no han dejado de caer. Ya la temporada pasada firmó sobre la campana un contrato de 500 millones, un 40% inferior, con DAZN y beIN Sports, que emite un partido en exclusiva. La OTT sólo ha durado un año y el grupo catarí, que comparte presidente con el Paris Saint-Germain (PSG), amenaza con dejar el contrato si no recibe mayor libertad de elección de sus partidos.
El motivo, en parte, es que Ligue 1 tiene hoy un alto interés en sumar suscriptores para su innovadora OTT propia, lanzada tras no conseguir ofertas para una competición dependiente de tres clubes: PSG, Olympique de Marsella y Olympique de Lyon. La Ligue 1+ alcanzó el millón de abonados ya el primer mes de vida, y distribuye partidos con telecos y plataformas –incluyendo DAZN–. Ha ganado visibilidad, pero repartirá apenas 5 millones de euros esta temporada a muchos clubes de la categoría, con lo que ello implica en sus presupuestos.
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